jueves, 16 de abril de 2009


Diplomacia

Tailandés prófugo es "diplomático" nica

El ex-Primer Ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, prófugo en su país, viaja con pasaporte diplomático nicaragüense otorgado por el presidente Daniel Ortega, confirmó ayer la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, a través de un comunicado.

El político asiático, quien estuvo de visita en el país el 10 de febrero pasado, fue nombrado por Ortega Embajador en Misión Especial y para facilitar su trabajo de “atraer inversión al país” le fue otorgado el pasaporte diplomático.

El documento se limita a decir que, en relación a informaciones que circulan en medios internacionales, el Consejo de Comunicación y Ciudadanía aclara que el presidente Ortega “instruyó al Ministerio de Relaciones Exteriores acreditarlo como Embajador de Nicaragua en Misión Especial, facilitando sus gestiones para traer inversiones al país y que a fin de cumplir su misión recibió el pasaporte diplomático correspondiente a su alta investidura”.

Según las agencias de noticias internacionales, Shinawatra es un multimillonario considerado uno de los hombres más ricos de su país, donde gobernó desde el 2001 hasta el 2006, cuando perdió el poder mediante un golpe de Estado.

Shinawatra es prófugo de la justicia que lo condenó a dos años de cárcel por delitos de corrupción cometidos durante su mandato. Actualmente es acusado de “instigar desde el exilio las protestas para derrocar al Gobierno” y por esa razón cancelaron su pasaporte y emitieron una nueva orden de captura para él y otros cómplices.

En cambio el comunicado del Gobierno nicaragüense sólo recuerda que fue electo democráticamente y luego forzado a abandonar su cargo con un Golpe de Estado y que “actualmente su pueblo lucha pacíficamente para restablecer la institucionalidad y el Estado de Derecho para facilitar su retorno al país”.

Otro disparate

Para el ex vicecanciller y actual diputado por el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Víctor Hugo Tinoco, sin importar quién es en realidad Shinawatra, el hecho es otra muestra de la “impresionante capacidad” del presidente Ortega y sus funcionarios para cometer “disparates” y acciones “absurdas” que no benefician en nada a la población, y lo “errático de la política exterior de Nicaragua”.

Tinoco considera que independientemente de que el político asiático sea o no culpable de lo que se le acusa en Tailandia, ningún país otorga un pasaporte diplomático y un cargo a cualquier ciudadano.

Agrega que no se puede afirmar cuál fue la intención del Gobierno al hacer público en este momento dicho nombramiento, pero que si la intención fue reivindicar que es un diplomático nicaragüense y que eso lo hace inmune, están en un error, ya que el pasaporte diplomático nicaragüense no le otorgará protección.

“La inmunidad se aplica al país en que está acreditado, pero nunca a su país. Como ciudadano tailandés no podría gozar de inmunidad en su país, a menos que exista un acuerdo bilateral y no creo que exista”, explica Tinoco.

Podría ser delito

Por su parte el diputado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y presidente de la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional, José Pallais, explicó que el cargo de “Embajador en Misión Especial” no existe en los convenios internacionales y que es un cargo inventado para evadir el mecanismo legal del nombramiento que contempla la ratificación del Parlamento.

El Convenio de Viena no contempla ese cargo. Pero es una práctica viciada que han usado varios gobiernos de Nicaragua y de otros países para evadir los procedimientos legales. “El cargo es Jefe de Misión, pero para evadir que el Parlamento lo tenga que ratificar con el 60 por ciento de los votos, como establece el artículo 138 en el numeral 30 de la Constitución, inventa un cargo que no existe”, dijo Pallais.

Asegura que en los casos en que se nombra a un Embajador Especial es para misiones transitorias y con períodos cortos determinados y que un nombramiento como el que el Gobierno dice que le otorgó al político asiático, seguramente ni se lo reconocen las autoridades de ningún país.

Pallais recuerda que hace un tiempo en Costa Rica ocurrió un caso similar y se convirtió en un escándalo en el que la justicia tuvo que intervenir y aplicar sanciones a los involucrados.

Considera que lo indicado es que la Asamblea Nacional se interese por investigar qué intereses movieron al Gobierno a otorgar esa concesión inusual, ya que para hacerlo se violaron varios procedimientos legales como la Ley de Pasaportes y la misma Constitución, que establece el mecanismo para el nombramiento de los cargos diplomáticos.

Ortega no tiene facultades legales 

El ex director General de Migración y Extranjería, Avil Ramírez, aseguró que Ortega no tiene ninguna facultad para otorgar pasaporte diplomático a cualquier extranjero.

“La ley no faculta en ningún momento al Presidente, ni a la Coordinadora del Consejo del Poder Ciudadano, al Canciller, al ministro de Gobernación ni al Director de Migración a otorgar un pasaporte diplomático a ningún extranjero, ni a nadie que no sean las personas comprendidas en la legislación que regula la materia”, explicó.

Por tanto, según Ramírez, el Gobierno violó “la Constitución y las leyes que regulan la materia (Migratoria). El Presidente y hasta los que participaron en el otorgamiento del pasaporte diplomático actuaron al margen de la ley, despreciando el Estado de Derecho, violando el principio de legalidad y hasta podría ser considerado como un delito”.

Ramírez dijo que “pareciera que estamos volviendo a la década de los 80 y nuestro país nuevamente es noticia negativa y de esta forma, en vez de alentar la inversión, lo que se está haciendo es poner a nuestro país como una referencia que ahuyenta la inversión”.

El también ex Ministro de Defensa explicó que el uso del pasaporte diplomático es un privilegio que conceden los Estados soberanos en función del cargo que ostentan u ostentaron funcionarios públicos de un país. Mencionó que en el caso de Nicaragua el Acuerdo Ministerial número 50-2005, aprobado el 3 de Junio del 2005 por la Asamblea Nacional y publicado en La Gaceta número 134 del 12 de julio del 2005, en su artículo uno no se menciona que algún extranjero pueda tener derecho a un pasaporte diplomático.

“Es decir, que en esta normativa está claramente definido quienes pueden o no gozar del privilegio de un pasaporte diplomático”, recalcó. Por tal razón, prosiguió, “el Presidente debería en vez de estar otorgando pasaportes diplomáticos a prófugos de la justicia y presuntos delincuentes, preocuparse por los miles de nicaragüenses que no tienen su cédula, tanto a los que adolecen de ella en el país como a los miles de nicaragüenses en el exterior que por ley tienen derecho a ese documento”.

(Publicado por La Prensa – Nicaragua, 16 abril 2009)
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