martes, 28 de outubro de 2008


Juramento

Chile: Unos 41 nuevos abogados cumplen con juramento en la CSJ

Cuarenta y un licenciados en Ciencias Jurídicas, egresados de universidades de distintas regiones del país, juraron como abogados en ceremonia solemne efectuada en el Palacio de Tribunales.

El acto fue encabezado por el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Urbano Marín Vallejo, efectuándose el juramento ante el Pleno de Ministros del Máximo Tribunal.

Esta fue la vigésima séptima ceremonia del presente año, ascendiendo a 1.105 los profesionales titulados a la fecha.

A continuación, transcribimos las palabras del Presidente  Urbano Marín Vallejo,  pronunciadas en la ceremonia de juramento.

El discurso

Hace ya muchos años, un curtido jurista refiriéndose al ejercicio de la  profesión, expresó que el abogado es, en cierta medida, “un esclavo y un señor”.

Puede sostenerse que el abogado es un “esclavo”, porque en lo venidero experimentarán Uds. la sensación de ser cautivos de una actividad que habitualmente no les dejará realizar lo que “quieren” hacer; sino que les impondrá ejecutar lo que “deben” hacer.

El quehacer cotidiano de la profesión que hoy comienzan les obligará a cumplir plazos estrictos, formalidades y otras obligaciones que pueden llegar a ser una verdadera servidumbre si, en realidad, no se quiere a esta profesión. Como lo hemos dicho en otras oportunidades, a la abogacía se la debe amar como se quiere a una obra propia, con sus defectos y virtudes, ya que el trabajo que se realiza con gusto no fatiga y, por el contrario, deleita.

Pero los letrados, además de ser en ocasiones siervos de nuestro trabajo, somos también “señores” en él, porque, dentro de un correcto proceder, somos libres e independientes; no nos debemos más que a nuestra propia conciencia, conocimiento y designio. En suma, ejercemos, antes que nada, una profesión liberal por excelencia, en la que el abogado se debe a los intereses de su cliente en el marco del Derecho y la Justicia, pero en que siempre es quien decide libremente.

Porque, como bien lo dice el gran Ossorio y Gallardo, tal como un arquitecto no traza los planos que el propietario le indique, ni el médico prescribe el tratamiento que le solicite el enfermo, si los gustos de quien paga lo servicios pueden perjudicar la buena fama del profesional, el abogado debe desoír los deseos del cliente que le plantea polémicas innecesarias o procederes incorrectos, convirtiéndose de director en dirigido y quedando atrapado en la malla de pasiones o sentimientos ajenos.

El abogado, no obstante su sencillez personal, ha de sentirse en un grado de superioridad respecto de su defendido, al igual que el confesor, el tutor o el médico, para aconsejarlo recta y objetivamente y patrocinar en la misma forma sus intereses ante los tribunales.

Para ello Ossorio recomienda huir cuidadosamente de los siguientes peligros:

-Pacto de cuota litis, no porque esta modalidad de remuneración sea absurda o inmoral, sino por el riesgo que hacer perder al abogado su independencia, haciéndolo partícipe en el éxito y desventura de la causa. La retribución del trabajo es sedante, pero la codicia es inquietud y ceguera y, por lo tanto, nociva para el buen juicio profesional.

-De la mujer o varón a quien se ama, en caso que interfiera en el asunto entregado al letrado. Si ya Cupido, solamente por ser ciego es un peligro, si llega a intervenir en la abogacía, se transforma en un desastre.

-De la familia. En nuestra vida se entrometen con franca libertad abuelos, hermanos, tíos o sobrinos para opinar y aun fiscalizar nuestra actividad en un pleito. Por que no presentas una querella, a mi me parece que ese acto es un delito, yo que tú haría más duro ese escrito, etc., pueden ser los consejos bien intencionados de los parientes, incluso de los más comedidos y prudentes

-De la política. El abogado, como todo ciudadano, ha de tener su opinión y su fe en materias doctrinarias y políticas. Pero, cuidado con que al afiliarse bajo una bandera partidista, para buscar un porvenir, no experimenten, cuando menos, una deformación de juicio que los lleven a ver bien todas las causas que favorezcan a su credo y perversas las que sean contrarias y esto aparte de los compromisos, presiones y acosos que la política partidista hace recaer sobre el letrado. Y siguiendo al Decano Ossorio, que la política sea una carrera es ya un concepto bárbaro y que sea un medio para que un abogado haga carrera es un explosivo.

Finalmente, recordemos las palabras que el Presidente Raymond Poincaré pronunció con motivo de un aniversario de la Orden de abogados en Francia: “En ninguna parte es más completa la libertad que en el Foro. La disciplina profesional es leve para los cuidadosos de su dignidad y apenas agrega nada a los deberes que una conciencia delicada se fija a si misma. Desde que se crea por su trabajo una situación regular, el abogado no depende más que de si mismo. Es un hombre libre, en toda la extensión de la palabra, sólo pesan sobre él servidumbres voluntarias”.

Nuestro consejo es considerar estas indicaciones, porque ellas conducen  a que un abogado no sólo sea un profesional respetado y respetable, sino, y mas importante, a ser una mejor persona.

Repitiéndoles nuestras felicitaciones por vuestro reciente título, las extendemos merecidamente a los padres y familiares que nos acompañan, por la ayuda y apoyo que les dieron para obtenerlo.

Muchas gracias

Nómina de abogados

Agurto Sanhueza, María José  

Aldunate Heinecke, Catalina Estefanía 

Alfaro Freire, Rossana Jacqueline

Araya Iriarte, Patricia Alejandra   

Barriga Palma, Julio César    

Bustos Ibarra, Alejandro Antonio Elías 

Cancino Reyes, Pamela Analía Isabel  

Castro Pereira, Jorge David   

Cerda Álvarez, María Cristina  

Díaz Jaque, Aurora Elizabeth del Rosario  

Díaz-Valdés Tagle, Rafael   

Ferdinand Olivares, Daniel Ignacio 

González Cruz, Francisco Javier  

González Salinas, Jorge Rodrigo   

González Torres, Pamela Karen  

Huaiquiñir Curinao, Rosa Erika   

Juárez Cifuentes, Jorge Andrés   

Lagos Riquelme, Marlenne Aurora  

Leiva Bustos, María Pía    

Lorca Peña, Macarena del Pilar  

Matamala Carstens, Carlos Emilio 

Molina Marisio, Felipe Andrés  

Muñoz Antilef, Hugo Patricio   

Osorio Carvajal, Gina Alondra  

Pacheco Álvarez, Hernán Rodolfo 

Paredes Haeger, Angélica Lorena   

Peña Lorca, Ximena Andrea   

Peñaloza Carrillo, Antoine Laurent de Lourdes

Porro González, Claudia Alejandra 

Ramos Asenjo, Fernando Ignacio  

Reyes Campos, Rolando Andrés   

Ribas Asalgado, Carlos Jesús   

Santibáñez Casanova, Alondra Claudina 

Sepúlveda Salgado, Claudia Jeannette   

Sepúlveda Zeballos, Felipe Andrés  

Sierra Salas Dina, Victoria    

Topp Cruces, Adolf Erwin Hans   

Unda Zambrano, María de los Ángeles

Velásquez Miranda, Estela Alejandra 

Vidal Araya, Cristina Elida     

White Sánchez, Carlos Hernán

 
(Publicado por la CSJ – Chile, 27 octubre 2008)
_____________________

últimas calientes

suscribirse |  entre en contacto |  apoyadores |  migalhas en portugués |  migalhas international