Un portavoz de la Secretaría de Transporte dijo a Reuters que el Gobierno "no hará comentarios" sobre la información publicada por La Nación.

"El acuerdo con (el grupo español) Marsans se agotó con el paso del tiempo", dijo al diario un funcionario público bajo condición de anonimato. El periódico informó que la medida fue confirmada por fuentes gubernamentales, gremiales y empresariales.

El Gobierno argentino anunció en julio que había llegado a un acuerdo con Marsans para comprarle las deficitarias Aerolíneas Argentinas y Austral debido a que no estaba de acuerdo con un esquema de negocios que privilegiaba las rutas más rentables en desmedro de conectar remotos puntos del país.

Medios de prensa informaron que Marsans valuó las empresas que aún controla en entre 250 y 450 millones de dólares, mientras que el Gobierno nacional cree su valor es negativo en 600 millones de dólares.

Tras dos meses de conversaciones, no hubo acuerdo sobre el precio que Argentina debía pagar por las compañías, que concentran el 80 por ciento del mercado de vuelos domésticos.

En una entrevista con una radio en Madrid, uno de los accionistas de referencia de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán, se mostró muy preocupado por la posibilidad de la expropiación.

"Estamos allí, nos están echando a gorrazos y veremos a ver si aquello acaba de la mejor manera posible, que es mi deseo", dijo Díaz Ferrán.

Hasta la firma del acuerdo de venta, la empresa enfrentaba a diario problemas de demoras y cancelaciones por protestas de sus trabajadores. Marsans denunció que los sindicatos bloqueaban la operación de la firma para forzar su salida.

Aerolíneas Argentinas y Austral poseen en conjunto unos 9.000 empleados y arrastran una deuda de unos 890 millones de dólares.

La Nación sostuvo que el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, trabaja en el proyecto de expropiación, aunque aclaró que aún no estaría decidido si la medida se adoptaría por ley o por decreto.

El Gobierno viene aportando millones de dólares en las últimas semanas para que ambas aerolíneas puedan operar.

La Bolsa de Buenos Aires cerró el miércoles con una caída de 10 por ciento con los inversores huyendo de los activos argentinos por la decisión de Fernández de que el Estado pase a administrar unos 30.000 millones de dólares en ahorros previsionales en manos de fondos de pensiones.

El Gobierno justificó la medida, que también golpeó a la Bolsa de Madrid por la exposición de las empresas líderes españolas a la economía argentina, debido a que la desvalorización de esos fondos por las turbulencias financieras mundiales.

Españoles furiosos

Uno de los principales accionistas del grupo de turismo Marsans, el conglomerado español dueño de las deficitarias Aerolíneas Argentinas y Austral, atacó duramente el jueves al Gobierno argentino que, según un medio de prensa, expropiaría a las compañías aéreas.

Además, Gerardo Díaz Ferrán, en su calidad de presidente de la patronal de empresarios españoles CEOE, criticó la situación política y económica que vive el país sudamericano, cuyas autoridades decidieron también reestatizar el sistema provisional privado.

Según un artículo del diario La Nación de Buenos Aires, el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández decidió expropiar a Aerolíneas Argentinas y Austral, tras dar por agotado el plazo de negociación con Marsans.

"Estamos allí, nos están echando a gorrazos y veremos a ver si aquello acaba de la mejor manera posible, que es mi deseo", dijo Díaz Ferrán, uno de los accionistas de referencia del grupo Marsans, en una entrevista con la radio Cadena Ser.

Argentina y Marsans se dieron la semana pasada un mes más de tiempo para acordar el valor de ambas aerolíneas, tras dos meses en los que no lograron pactar un precio.

Según diversos medios, un banco contratado por Marsans valoró las empresas entre 250 y 450 millones de dólares, mientras que el Gobierno nacional cree que no debería pagar ni un dólar por las firmas, cuya deuda ronda los 890 millones de dólares.

"Muy malas" noticias

Díaz Ferrán se mostró además muy preocupado por la decisión del Gobierno argentino de nacionalizar el sistema privado de pensiones.

La decisión propició una huída de activos de Argentina, hizo desplomarse a las acciones de empresas españolas con intereses en Sudamérica y disparó el riesgo país de la nación sudamericana.

"Argentina ha parido porque estaba, como todos sabemos, embarazadísima y, claro, algún día tenía que parir", afirmó el empresario.

Consultado sobre la nacionalización, manifestó: "La verdad es que mal, muy mal, ahí me sumo al análisis de todos los analistas y creo que es malo para Argentina, malo para los empresarios que estamos allí, malo en general para todo el mundo iberoaericano, muy malo".

(Publicado por Reuters, 23 octubre 2008)
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