Panamá dio su palabra a la Organización Marítima Internacional (OMI) de aprobar la Convención Internacional de Hong Kong para el Reciclaje Seguro y Ambientalmente Racional de los Buques, adoptado en mayo de 2009.
El convenio tiene como finalidad garantizar que los buques, cuando se reciclan al llegar al final de su vida útil, no generen riesgos para la salud y seguridad de los seres humanos o el medio ambiente.
Durante la 116ª Reunión del Consejo de la OMI, celebrada en Londres, Inglaterra, Panamá como miembro de la categoría A, informó de la decisión del Gobierno de aprobar la ratificación de este convenio.
El administrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Jorge Barakat, comunicó este avance al secretario general de este organismo, Ki-tak Lim.
El convenio sobre el reciclaje de buques, que fue adoptado en una conferencia diplomática celebrada en Hong Kong (China), en mayo de 2009, se elaboró con la contribución de los 171 Estados miembros de la OMI y organizaciones no gubernamentales, en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo y las Partes en el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación.
Aunque este convenio fue adoptado en 2009, se estableció que entraría en vigor 24 meses después de la fecha en que se cumpliera la firma de al menos 15 Estados. También cobraría vigencia si los países firmantes manejaban al menos el 40% del arqueo bruto de la marina mercante mundial.
Además, se requirió que el volumen de reciclaje de buques anual máximo combinado de los Estados, durante los 10 años precedentes, represente al menos el 3% del arqueo bruto de la marina mercante combinada de dichos Estados.
Este acuerdo, que en abril fue aprobado por la Asamblea Nacional de Panamá en tercer debate, aborda todos los aspectos relacionados con el reciclaje de buques, incluida la advertencia de que los barcos que se venden para desguace pueden contener sustancias potencialmente peligrosas para el medio ambiente, tales como asbesto, metales pesados, hidrocarburos, sustancias que agotan la capa de ozono, etc.
En el marco de dicho convenio se abordan preocupaciones relacionadas con las condiciones de trabajo y las condiciones ambientales en muchas de las instalaciones de reciclaje de buques del mundo.
Los buques que se envíen para ser reciclados deben llevar a bordo un inventario de materiales potencialmente peligrosos que será específico para cada buque.
En un apéndice del convenio se facilita una lista de los materiales potencialmente peligrosos cuya instalación o utilización está prohibida o restringida en los astilleros, los astilleros de reparaciones de buques y en los buques de las partes en el convenio.
Los buques tienen que ser objeto de una inspección inicial para verificar el inventario de materiales potencialmente peligrosos, reconocimiento de renovación durante la vida útil del buque y un reconocimiento final antes de que se lleve a cabo el reciclaje.
Por otra parte, Barakat subrayó la importancia de establecer un proceso certero para la futura entrada en vigor del Convenio sobre la Gestión del Agua de Lastre.
Este es un tema delicado que aún está pendiente. El agua se utiliza como lastre para estabilizar los buques en el mar.
Esta agua puede contener miles de microbios marinos y acuáticos, plantas y animales. En caso de que el agua no tratada sea liberada en el puerto de destino, se podrían introducir nuevas especies invasivas. Ya se han producido cientos de estas invasiones, algunas veces con consecuencias desastrosas para el ecosistema local, según la OMI.
El administrador de la AMP, con rango de ministro de Asuntos Marítimos, comunicó al secretario general de la OMI que la adhesión a la convención está siendo evaluada actualmente por la Asamblea Nacional de Panamá y se espera un resultado positivo en los próximos meses.
La implementación del convenio es de gran beneficio ambiental, pero también obliga a las empresas del sector a realizar inversiones para cumplir con los requerimientos del documento.
(Publicado por La Prensa - Panamá, 13 julio 2016)
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