miércoles, 29 de fevereiro de 2012


Joint venture

Perú: Wanda, joint venture entre MasterCard y Telefónica

MasterCard y Telefónica se asociaron en un joint venture para el desarrollo de pagos móviles en 12 países de Latinoamérica, que funcionará bajo la marca corporativa y comercial Wanda, la cual ofrecerá soluciones de pagos móviles a más de 87 millones de clientes Movistar en la región.

Los servicios de pago a través del móvil estarán asociados a una billetera electrónica o cuenta prepago a través de la cual se podrán realizar transferencias de dinero, recargas de tiempo aire móvil, pago de facturas y compras, entre otros servicios, disponibles a cualquier hora del año, independientemente del lugar en el que se encuentre el usuario.

La empresa encargada del desarrollo e implementación tecnológica de la billetera electrónica y los servicios asociados será Mobile Payment Solutions (MPS), con quien la joint venture tiene un acuerdo global que abarca los 12 mercados en los que operará el servicio de pagos a través del móvil.

Con Wanda darán proximidad, seguridad, innovación, accesibilidad y dinamismo en las soluciones de pago que brindarán a sus clientes.

En Ecuador

Por ahora, el plan para que las personas puedan pagar sus consumos en el restaurante o la carrera del taxi quedó en espera.

Este proyecto de "billetera móvil", que impulsaba el Banco Central de Ecuador con fuerza desde finales del año pasado, mutó de forma hacia una especie de "banca móvil", tal cual se la aplica en varias instituciones financieras del país.

La "billetera móvil", un esquema bajo el cual el celular servía como medio de pago (a través de mensajes de texto se podía pagar bienes y servicios), había sido un proyecto impulsado por el ex presidente del Directorio del Banco Central, Diego Borja.

Pero, tras dejar el cargo en noviembre del año pasado, acusó a su reemplazo, Pedro Delgado, de querer cambiar el sentido del proyecto e incluso ceder su operación a manos privadas, específicamente una operadora celular y uno de los bancos más grandes.

Esa previsión se dio a medias. El sistema no fue entregado a ninguna operadora o banco privado, pero sí cambió su forma original, que ahora se la promociona como un plan integral de inclusión financiera que tendrá varias etapas y que, de ser factible, podría en algún momento futuro incluir la idea original de billetera móvil.

Según la gerenta del Central, Ruth Arregui, el objetivo principal será fortalecer el Sistema Nacional de Pagos (SNP). Así, cooperativas, redes financieras e instituciones financieras locales serán insertadas al sistema del Central.

"Al vincular a estas instituciones se podrán realizar las transacciones (depósitos, transferencias, etc.) más rápidamente. Y así, un cliente en una zona remota en Loja podrá, a través de su institución local, transferir dinero a Italia, por ejemplo, y no esperar días para que eso se efectivice, sino que puede ser casi al instante".

El próximo viernes, el Central dará a conocer cómo funciona el esquema en las primeras 130 cooperativas que se han insertado al SNP. El objetivo es que se sumen la mayoría de las 1 200 instituciones existentes en el país.

Asimismo, el BID - Banco Interamericano de Desarrollo prestará US$ 10 millones al Central para cambiar la tecnología del SNP y hacerla más ágil. Actualmente, el sistema permite realizar tres balances al día.

Para la consultora del BID Rosa Matilde Guerrero, es un proceso grande e integral. "La experiencia ha demostrado que las mejores herramientas de inclusión financiera son las que se hacen a través de las instituciones financieras".

BID

En entrevista con Beatriz Marulanda, Consultora del BID - Banco Interaméricano de Desarrollo, nos comenta que la intensión de promover este sistema en la región es la inclusión de las familias con escasos recursos al uso de tecnología para facilitar sus rutina en el pago de cuentas.

"No armar ficciones respecto al celular"

¿Cuál es el sistema más recomendable para fomentar la inclusión financiera?

No hay una fórmula escrita, única. Cada país debe usar el esquema que mejor se adapte a su entorno institucional. Hay países donde quienes han ofrecido las soluciones han sido las celulares, en otros, los bancos. Los procesos de inclusión financiera implican que las personas de menores ingresos tengan acceso a estos servicios, facilitándoles la vida a través de las tecnologías.

¿En los segmentos más pobres hay temor a la utilización de tecnologías?

Más bien el mayor temor que tiene la gente es entrar a una oficina bancaria. A todos nos ha pasado. Lo que se está evidenciando es que gracias a la telefonía móvil, las barreras se han roto. El tema, más que la tecnología, es saber si el producto que se ofrece se adapta a las necesidades de la gente. Porque al final, todos, de alguna manera, logramos manejar la tecnología.

¿Hasta el punto de pagar el taxi con el celular?

No hay que armar ficciones en torno al celular. Los esquemas más exitosos sobre el uso de celular han sido para transacciones a distancia. No es comprar el pan, la leche y la mantequilla con un celular. Para qué voy a usarlo si puedo sacar más rápido un billete pequeño. No hace falta complicarme la vida ni la del tendero. Estos esquemas se usan para envío de remesas nacionales e internacionales, giros y pago de servicios públicos.

Es decir, ¿lo que la banca privada hace hoy con sus sistemas de banca móvil?

En América Latina, el 40% de los adultos no tiene acceso al sistema financiero. Y ni los bancos privados ni las cooperativas ni nadie ha logrado llegar a esas personas. La pregunta es cómo hacerlo. Llegar a ese tipo de población, que realiza transacciones de muy bajo valor, es tremendamente costoso. La idea es plantear un esquema que reduzca los costos o cofinanciar la inversión. En Colombia, el Gobierno cofinancia a bancos, cooperativas y ONG microfinancieras para la provisión de servicios donde no hay ofertas.

¿Y cuál debe ser la función de un Gobierno?

Los gobiernos deben realizar el marco de regulación para que la inclusión financiera vaya por buen camino, para que no haya prácticas restrictivas de cerrarle el acceso a las personas, por ejemplo. Hay gobiernos que son más activos y crean incentivos para aquellas instituciones financieras que quieran apostarle al desarrollo de productos, negocios novedosos, puntos de atención nuevos, etc.

A eso se le denomina “fondos concursables”, donde el Gobierno señala sus prioridades e invita al sector financiero para extender la cobertura a lugares a los que no llega. Los fondos son incentivos y pueden ser subsidiados

(Publicado por Agencias y La República – Perú y El Comercio - Ecuador, 29 febrero 2012)
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