Proceso
Cuba inicia audiencia apelación de contratista EE.UU. preso
El Tribunal Supremo de Cuba realiza el viernes el juicio de apelación del contratista estadounidense Alan Gross, condenado a 15 años de prisión por delitos contra la seguridad del Estado, un caso clave para el futuro de las relaciones entre La Habana y Washington.
Gross, de 62 años, fue sentenciado a 15 años de cárcel en marzo pasado tras ser detenido en La Habana a fines del 2009 mientras trabajaba en un proyecto financiado por la USAID - Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos.
Su arresto y condena empeoró las malas relaciones entre los países vecinos, luego de una leve mejora tras la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca y una reducción de la condena en el juicio o un indulto podría abrir perspectivas de una mejor relación entre Estados Unidos y Cuba.
Agentes de seguridad vestidos de civil custodiaban el viernes la sede del tribunal, situado muy próximo a las oficinas del presidente cubano Raúl Castro.
"El tribunal va a escuchar los argumentos orales de la defensa", dijo Nuris Piñero, abogada de la defensa, al entrar en un auto a la sede del Tribunal Supremo.
Funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana asistían el viernes a la audiencia. Se desconoce si Gross está presente en el juicio.
En la audiencia del viernes la defensa intentará rebatir el cargo imputado a Gross por "actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado", un delito grave en la isla.
Autoridades estadounidenses y abogados de Gross sostienen que sólo ayudaba a la pequeña comunidad judía de la isla a crear accesos a internet fuera del control estatal.
Pero Cuba ha dicho que el trabajo de Gross, que admitió haber entrado varias veces a la isla con visa de turista, es parte del plan de Estados Unidos para subvertir el orden y derrocar el sistema socialista instalado tras la revolución de 1959.
Expertos extranjeros y locales sostienen que es poco probable que la audiencia del viernes desestime el veredicto de marzo, el que podría ser ratificado o proceder a reducir la pena.
Autoridades cubanas han sugerido que una vez finalizado el proceso legal el Gobierno podría dar un indulto por razones humanitarias, según diplomáticos extranjeros y personas cercanas al caso.
Durante el juicio en marzo, Gross dijo que fue "utilizado y engañado" por la empresa contratista DAI - Development Alternative Inc, vinculada a USAID, a la que acusó de arruinar su vida y economía. Sin embargo, ha negado que estuviera atentando contra el Gobierno de la isla.
La decisión del viernes es vital para Gross, que tiene a su hija y madre enfermas de cáncer.
Su esposa Judy, que ha pedido al presidente Raúl Castro su liberación por razones humanitarias, no asistirá al juicio porque se recupera de una cirugía por una enfermedad no revelada, según informó esta semana Peter Kahn, uno de los abogados de la defensa.
Arturo López-Levy, experto de Cuba de la Universidad de Denver en Estados Unidos, dijo esta semana que un "gesto humanitario" de Cuba podría ayudar a mejorar el rumbo de las relaciones tras décadas de hostilidades.
"Gross es principalmente una víctima de la política estadounidense hacia Cuba. Un gesto humanitario de Cuba hacia la familia Gross, la comunidad judía mundial y el pueblo estadounidense, daría un nuevo impulso a los partidarios de una relación constructiva entre La Habana y Washington", comentó.
(Publicado por Reuters, 22 julio 2011)
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