Investigación
Denuncian que una firma alemana pagó coimas en Argentina en 2006
La Justicia de Alemania investiga si Ferrostaal¿la empresa germana que se dedica a la fabricación de máquinas pesadas, instalaciones industriales y embarcaciones civiles y militares¿concretó en 2006 el pago de un supuesto soborno a funcionarios argentinos con el fin de beneficiarse con la adjudicación de un contrato vinculado con el área de Defensa.
La noticia sobre la presunta coima "de seis cifras en euros" que habrían recibido funcionarios de la administración kirchnerista obligó ayer al Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y a la ministra de Defensa, Nilda Garré a salir a negar la existencia de sobornos y a aclarar que no hubo ningún contrato directo con la empresa alemana que está bajo sospecha.
De acuerdo con la información publicada por el semanario Der Spiegel, el caso que involucra a Argentina forma parte de una investigación judicial en que se analizan las irregularidades que Ferrostaal habría cometido en Portugal, Colombia, Egipto e Indonesia.
Las autoridades judiciales de Munich -que llevan adelante la causa por los supuestos sobornos que Ferrostaal desembolsó en el exterior- ordenaron la semana pasada la detención de Klaus Lesker, uno de los miembros del directorio de la empresa.
Según el semanario alemán también estarían en la mira otros directivos de la compañía por los "retornos" que habrían pagado en distintos países para asegurarse la firma de millonarios contratos. La fiscalía de Munich sospecha que, en determinados casos, Ferrostaal habría actuado como intermediaria de otras empresas a cambio de un porcentaje de las coimas.
Según Der Spiegel, los investigadores creen que la filial argentina de Ferrostaal pagó en 2006 una coima "de seis cifras en euros" a un funcionario del ministerio de Defensa que habría compartido esa suma con "con dos altos oficiales de la Marina". Ese soborno -que Ferrostaal desembolsó supuestamente como intermediaria de otro astillero alemán (Fassmer) y del cual el detenido Lesker estaba parcialmente al tanto- habría sido a cambio de un contrato vinculado con la provisión de patrulleros oceánicos a la Prefectura Naval.
Ayer, voceros del Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández -que era el ministro del interior en 2006 y tenía a su cargo las fuerzas de seguridad- dijeron ayer a Clarín que "ni la Prefectura, ni el área de compras de interior en aquella época tuvieron relación alguna con las empresas mencionadas".
En tanto, fuentes de Defensa indicaron que durante la gestión de la actual ministra Nilda Garré "nunca hubo negocios con Ferrostaal". Agregaron que respecto a los barcos para la Prefectura, "la Armada argentina había firmado el 20 de diciembre de 2007 un contrato con Astilleros y Maestranzas de la Armada de Chile (ASMAR) para comprarle la ingeniería básica de los POM, cuya construcción quedó finalmente a cargo del astillero local Tandanor".
Según las fuentes de Defensa, la Armada local pagó a la ASMAR 2.730.000 euros y otros 500.000 euros a la alemana Fassmer en concepto de "licencia de construcción" de los 4 POM que comenzaron a construirse en 2009.
Por su parte, Ferrostaal Argentina SA aclaró que "no ha sido parte contratante o proveedor de la ingeniería básica para construir los POM" y que su labor "se limitó a presentar a las autoridades navales la posibilidad de suministrarles el patrullero oceánico cuyo diseño y licencia pertenece al Astillero Fassmer de Alemania".
Avanza la investigación en Colombia y Portugal
La investigación de posibles sobornos pagados por Ferrostaal avanza con fuerza, además de en Alemania, en Colombia y Portugal.
En Colombia, el Zar Anticorrupción (equivalente a la Oficina Anticorrupción argentina) solicitó a través de la Cancillería a Alemania que le envíe la información relacionada con el caso. Allí investigan si Ferrostaal pagó un soborno a la Armada para obtener un contrato de compra de un guardacosta.
En Portugal, el caso arrancó en octubre pasado: la Fiscalía reclamó 34 millones de euros a tres gestores alemanes y siete portugueses por supuesto fraude y falsificación de documentos en la operación de compra de dos submarinos, por 1.000 millones de euros. El vendedor de las naves era el consorcio German Submarine Consortium, que integraba Ferrostaal. Ahora, el gobierno portugués suspendió en funciones a su cónsul en Munich, Jürgen Adolff. Según "Der Spiegel", hay indicios de que un cónsul portugués recibió un soborno de 1,6 millones de euros de Ferrostaal. Había organizado en 2002 "una reunión entre Ferrostaal y el entonces primer ministro portugués, José Manuel Barroso", hoy presidente de la Comisión Europea, quien ayer negó cualquier relación con el caso.
(Publicado por El Clarín – Argentina, 7 abril 2010)
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