TLC
Colombia: "Obama sacará adelante el TLC": Brownfield
El embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, se declaró optimista sobre la aprobación del TLC entre ambos países en el Congreso norteamericano, lo cual podría suceder incluso a fines de este año.
"Espero que sea lo más pronto posible", dijo en entrevista con La República, donde admitió que algunos temas relacionados con los derechos laborales (en especial, la seguridad de sindicalistas) son "la piedra en el zapato" para el acuerdo definitivo.
Pero, confió además en que se alcance, con los grupos técnicos binacionales que se han formado, la fórmula requerida para la aprobación del TLC en las cámaras legislativas.
En general, abordó temas económicos y aún políticos del tratado, si bien eludió preguntas sobre el mayor apoyo de E.U. a Colombia en tal sentido por la crisis con Venezuela y Ecuador ante el nuevo acuerdo militar con su país.
No respondió, en fin, a que Correa y Chávez estén ayudando a sacar adelante el TLC...
Piedra en el zapato
-¿Sigue congelado el TLC entre Estados Unidos y Colombia?
-Congelado, no. Yo diría más bien que seguimos en dirección hacia su aprobación. Al respecto, recuérdese la declaración pública del Presidente Obama, al final de su pasada reunión con el Presidente Uribe en Washington, cuando se comprometió una vez más con la aprobación del Tratado, aunque admitió que algunos temas políticos deben resolverse primero.
-¿O sea, el TLC está "congelado" mientras se resuelven esos problemas, relacionados especialmente con derechos laborales?
-Insisto en que vamos tras una solución... De hecho, el Presidente Obama planteó en esa reunión (donde además estuve presente) que en algunos asuntos laborales y de derechos humanos se deben resolver ciertos problemas.
-¿En consecuencia, la piedra en el zapato del TLC sigue siendo lo referente a la seguridad de los dirigentes sindicales en nuestro país?
-Como es sabido, ambos gobiernos concluyeron las negociaciones hace dos años y medio; en este momento, no hay diferencias sobre cuestiones comerciales, económicas, pero sí hay diferencias políticas, particularmente en el Congreso de Estados Unidos, lo cual es lógico en cualquier legislatura nacional. El Presidente Obama, por supuesto, buscará una fórmula para conseguir la mayoría en ambas cámaras.
-En el Congreso de E.U., a propósito, se formulan fuertes críticas al gobierno colombiano por dicho asunto, dudándose incluso de las cifras oficiales sobre avances en la seguridad de sindicalistas, maestros, etc.
-En primer lugar, no debe concebirse al Congreso como un órgano monolítico, pues cada senador y representante tiene su propia opinión sobre el TLC, aunque sin duda algunos de ellos representan esa posición.
-¿El gobierno norteamericano, en cambio, sí cree en tales avances?
-Así es. Todo el mundo acepta que en materia de derechos humanos y laborales, Colombia es un país mucho mejor que hace varios años. Las cifras son contundentes en tal sentido. No se afirma, pues, que ahí no hay avances sino que aún en Estados Unidos se quiere ver más progreso. El gran desafío ahora, para los dos gobiernos, es convencer a unos y otros sobre el progreso en esas áreas.
Sin proteccionismo
-Al margen de las cuestiones políticas, ¿el Congreso cuestiona también al TLC por razones económicas, más aún cuando sus mayorías demócratas suelen oponerse al libre comercio?
-Es cierto que históricamente muchos demócratas no han sido partidarios de los TLCs, pero al mismo tiempo una combinación de demócratas y republicanos en el Congreso los han apoyado; además, fue en el mandato de un Presidente demócrata, Bill Clinton, cuando se aprobó el TLC con México; existen, entonces, razones históricas para ser optimistas.
-¿Ni se afecta la aprobación del TLC por la fuerte crisis económica en Estados Unidos y la defensa, en tales circunstancias, de políticas proteccionistas?
-He ahí un buen argumento para quienes defienden el TLC porque ahora, ante una crisis como la que nos afecta, ello favorecería a un sector como el exportador, lo que sería muy conveniente para nuestra economía.
-El gobierno de E.U., por su parte, adoptó medidas proteccionistas como la cláusula sobre la compra de productos nacionales, tan cuestionada a nivel mundial...
-No es correcto. El Congreso aprobó un paquete de estímulos que incluyó una norma según la cual las compras oficiales con los impuestos del pueblo norteamericano, es decir, con su propia plata, debían favorecer a las empresas norteamericanas. En mi opinión, tal decisión es lógica, aunque esa ley se modificó, estableciendo el debido cumplimiento de las normas internacionales o, en otras palabras, cumpliendo obligaciones con los TLCs, la OMC, etc.
-¿Esto significa que el gobierno del Presidente Obama sí es amigo del libre comercio y de los TLCs, a los que tanto criticó en su campaña electoral, cuando prometió la revisión del Nafta con México?
-Insisto: el actual gobierno se ha declarado amigo del libre comercio. Y aunque llevamos siete meses de la nueva administración, no ha propuesto ningún cambio semejante. En la anterior campaña, el Presidente Obama habló de comercio libre pero justo. Él ve que el libre comercio es bueno para la economía y para todos los países involucrados.
Factores políticos
-Por lo que usted ha dicho, ¿se justifica el optimismo que el Presidente Uribe expresó sobre la aprobación del TLC, luego de su encuentro con el Presidente Obama?
-Por mi lado, comparto ese optimismo. Y permítame decirlo en forma sencilla: hace dos años y medio, se concluyó la negociación, no como un regalo de un país al otro sino por creer que el acuerdo representa los intereses nacionales de ambos países; ahora, con otro gobierno, prima de nuevo el interés común, por lo cual confío en la aprobación del TLC.
-¿La aprobación podría ser impulsada también por motivos políticos, en especial por la solidaridad de E.U. con Colombia ante los conflictos con los gobiernos de Venezuela y Ecuador por el anunciado acuerdo militar?
-Nunca ha habido, ni hay, ni habrá una base militar de E.U. en Colombia. Y en cuanto a la relación bilateral, todos los elementos (seguridad, colaboración en lucha contra la droga, apoyo comercial y hasta político...) están relacionados pero separados, sin confundirse. De todos modos, hay que pensar en esta colaboración bilateral como un paquete completo.
-Permítame insistir: si antes no se aprobó el TLC con Colombia por razones políticas (por el Presidente Bush, en especial), ¿hoy las condiciones son favorables para darle luz verde?
-Ya veremos… Tiene razón porque el TLC, cualquiera sea, no es sólo un tema comercial porque también incluye elementos políticos. Se requiere, entonces, una solución política que asegure el progreso en ambos países. Es la fórmula que estamos buscando.
-En el plano político, además, cabe esperar que las mayorías demócratas respalden el TLC porque el Presidente Obama, también demócrata, lo apoya…
-Una vez más, hay que ver. Admito que con un Congreso de mayorías demócratas, a las que representa el Presidente como líder de su partido, sería lógico lo que usted sugiere. No obstante, hay que subrayar la necesidad de avances en algunas áreas para conseguir el respaldo mayoritario en las cámaras. Por lo pronto, los gobiernos adelantan un proceso de consultas sistemáticas, a través de equipos técnicos, para tratar esos puntos. Hay esfuerzos que me permiten asimismo confiar en que alcanzaremos la fórmula propuesta.
Rumbo al TLC
-¿Cabe esperar, según lo anterior, que Obama sacará adelante el TLC?
-Es lo que yo espero. Habría que encontrar las áreas de progreso para presentar de nuevo el TLC con Colombia al Congreso de Estados Unidos.
-¿Cuándo estaría listo?
-Hasta el momento, ningún funcionario de nuestro gobierno ha mencionado alguna fecha. Confío en que sea bastante pronto. Por ahora, el Congreso está en receso; vuelve a sesiones en la primera semana de septiembre, con actividad legislativa durante tres meses, hasta la segunda semana de diciembre; luego, receso hasta fin de año, para regresar en la segunda semana de enero, cuando arrancan las nuevas sesiones. Hay, pues, varias "ventanillas" de oportunidades, pero todo depende finalmente del Congreso y de la capacidad de responder a las preocupaciones que allí se tienen.
-¿Se podría aprobar, entonces, en este mismo año?
-Todo es posible. Dependerá de lo que acabo de mencionar.
Optimismo Empresarial
¿Los empresarios colombianos pueden también ser optimistas de que por fin tendremos el TLC con Estados Unidos?
-Ojalá que lo sean, igual que yo, más aún cuando en 2008 el comercio entre Colombia y Estados Unidos llegó a más de 25 mil millones de dólares, mientras la inversión de E.U. acá fue de casi dos mil millones de dólares, cifras históricas, sin precedentes, mayores que con cualquier otro país... En verdad, los empresarios colombianos tienen motivos de sobra para ser optimistas con Estados Unidos de todas maneras, aún sin TLC, el cual sería otro gran motivo de confianza.
(Publicado por La República – Colombia, 18 agosto 2009)
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