Ley
Uruguay ya tiene la ley de voluntad anticipada de muerte para enfermos terminales
Al igual que en las provincias de Neuquén y Río Negro, la gente tendrá ahora el derecho de elegir morir de la forma que quiera.
Tras una larga sesión, con riña incluida, la Cámara de Diputados aprobó el miércoles una ley para que todas personas, mayores y psíquicamente aptas y que sufren de una enfermedad terminal, puedan elegir prescindir de tratamientos médicos o los aparatos que lo mantienen con vida y en caso de que, por diversas razones, el paciente no pudiera expresarse, le otorga a sus familiares la capacidad de decidir en el tema.
El proyecto fue aprobado con los votos de los legisladores de la coalición gobernante Frente Amplio y del Partido Colorado, y fue rechazado por los representantes del Partido Blanco (o Nacional) y del Partido Independiente, quienes a raíz de unos cambios que hizo el senado al aprobarlo, vieron "desvirtuada" la propuesta inicial.
La ley aprobada en la víspera en el Parlamento establece que el enfermo puede pedir abandonar el tratamiento médico o la desconexión de los aparatos que lo mantienen con vida, siempre y cuando manifieste su decisión por escrito y presente dos testigos que no sean familiares; su voluntad será respetada por más que el paciente esté inconsciente a la hora de que los médicos vayan a cumplir con su deseo. En los casos de que el paciente se pronuncie en este sentido, el médico que lo atiende deberá informar de la decisión a la Comisión de Bioética de la institución del sanatorio u hospital donde está internado, y ésta tendrá un plazo de 48 horas para pronunciarse sobre la determinación del enfermo, en caso de no hacerlo la suspensión del tratamiento se considerará aprobada.
La iniciativa contempla el caso que el paciente se arrepienta, por lo que no tendría problema de disolver el documento.
En su artículo 7 la ley señala los pasos que deben llevarse a cabo en caso de que el enfermo se encuentre inconsciente y no haya dejado especificado el hecho de cómo quiere ser tratado los últimos días de su vida. "La suspensión de los tratamientos o procedimientos será una decisión del cónyuge o concubino o, en su defecto, de los familiares en primer grado de consanguineidad", dice el texto.
En el debate, se produjo una fuerte discusión, que a punto estuvo de llegar a los golpes de puño entre el diputado nacionalista Sergio Botana y su par Frentista y también médico, Alvaro Vega, quien reaccionó cuando con un comentario el primero puso en tela de juicio su ética profesional.
(Publicado por El Clarín – Argentina, 19 marzo 2009)
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