Guantánamo
Tras el pedido de Obama, ya se suspendió un juicio en Guantánamo
Un juez militar estadounidense accedió el miércoles al pedido que realizó el presidente Barack Obama tras asumir y decidió suspender uno de los juicios por crímenes de guerra contra presuntos terroristas detenidos en Guantánamo, la prisión de Estados Unidos en Cuba.
Se trata del canadiense Omar Khadr, acusado de matar a un soldado estadounidense con una granada de mano en Afganistán en 2002. El coronel Patrick Parrish, quien preside el proceso contra ese detenido, emitió la orden de suspensión por 120 días sin necesidad de realizar una audiencia.
En las próximas horas, un juez estudiará la suspensión del juicio de cinco hombres implicados en los ataques del 11 de septiembre de 2001, también para detener los procesos durante 120 días, tal como solicitó el flamante mandatario a horas de haber asumido. Durante ese periodo, el gobierno de Obama revisará el sistema de procesamiento militar, que podría resultar en cambios significativos al sistema.
Obama ha dicho que busca cerrar el centro de detención militar en Cuba, donde Estados Unidos mantiene detenidos a unos 245 hombres. Los juicios de guerra, creados en 2006 por el ex presidente George W. Bush y el Congreso, han recibido críticas en Estados Unidos y de todo el mundo.
Hasta ahora estaba previsto que sólo 20 prisioneros fueran juzgados por comisiones militares, que son tribunales especiales creados para enjuiciar a los detenidos. Entre esos presos se encuentra el supuesto autor intelectual de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, Jalid Sheikh Mohammed, y otros cuatro cómplices.
Un año
El presidente Barack Obama ordenó el jueves el cierre de la prisión militar de Guantánamo en un período de un año y un alto a los interrogatorios con violencia a sospechosos de terrorismo, una decisión rápida que busca restaurar la imagen de Estados Unidos en el exterior.
Obama firmó las órdenes ejecutivas en una ceremonia en la Casa Blanca.
El cierre del controvertido campo en la Bahía de Guantánamo, en Cuba, donde sospechosos de terrorismo han estado detenidos por años sin un juicio, cumple con la promesa que Obama hizo durante la campaña.
La prisión se convirtió en un punto negro en el manejo de Estados Unidos de los derechos humanos y un símbolo de abusos a reclusos y detención sin cargos durante el Gobierno de George W. Bush.