Ley
Gobierno británico revela plan para penalizar comercio sexual
El gobierno anunció el miércoles sus planes para hacer ilegal el pagar con el fin de tener sexo con mujeres obligadas a ejercer la prostitución, y advirtió que divulgará los nombres de los varones que contraten estos servicios en las calles
Como parte de una campaña del ministerio del Interior, llamada "Name and Shame" ("Identificar y avergonzar"), la gente que paga por tener relaciones sexuales con una prostituta "controlada por otra persona que lucra con ella" podría enfrentar cargos penales y una multa de 1.000 libras (1.500 dólares).
El delito sería de "responsabilidad estricta", lo que significa que los hombres serían culpados incluso si desconocen que una mujer es víctima de tratantes de blancas o trabaja para un proxeneta, de acuerdo con el ministerio.
"Lo que yo condeno es que las mujeres en este país sean explotadas, obligadas, traficadas para ingresar al país, tratadas realmente como esclavas", dijo el miércoles la ministra del Interior, Jacqui Smith, en declaraciones a la BBC.
El gobierno tiene previsto también someter a los clubes donde las mujeres bailan desnudas a los mismos requisitos de licencia que las tiendas de artículos eróticos y los cines que exhiben pornografía. Los clubes son regulados actualmente como pubs o cantinas.
Smith dijo que las medidas, que necesitarían la aprobación de los legisladores, buscan reducir el comercio sexual y el contrabando de seres humanos.
Pero las trabajadoras sexuales dijeron que la redacción de la propuesta de ley penalizaría a los hombres que contraten a prostitutas que laboran para otras mujeres en burdeles o que han establecido otro tipo de acuerdo voluntario.
"Esta es una cruzada moralista muy peligrosa", dijo el miércoles Cari Mitchell, vocera del Colectivo Inglés de Prostitutas. "Lo que esto hará a fin de cuentas es meter más en la clandestinidad el comercio sexual y enfocarse en penalizar a los clientes de los que, en la mayoría de las veces, las mujeres no se quejan. Este plan no implica beneficio alguno para las mujeres".
El comercio sexual está ya muy restringido en Gran Bretaña, a diferencia de lo que ocurre en muchos de sus vecinos europeos, donde la prostitución se tolera de una u otra forma.
El primer ministro Gordon Brown, hijo de un pastor presbiteriano, ha apoyado ya una serie de impuestos al licor y a los cigarrillos, ha convocado a leyes más severas con el consumo de drogas y ha eliminado los planes para establecer en Gran Bretaña el primer casino al estilo de Las Vegas.
(Publicado por Agencias y El Nacional - Venezuela, 20 noviembre 2008)
_________________