Mercosur
Cruce entre Brasil y Argentina por la protección para la industria nacional
Argentina y Brasil cruzaron reclamos ayer en Buenos Aires para intentar proteger el mercado propio del ingreso masivo de productos ajenos. Pero en la pulseada encontraron espacio para coincidir en la necesidad de subir los aranceles externos para cubrirse ante las importaciones de terceros países.
La Secretaría de Industria fue ayer el escenario de una ronda de negociaciones bilaterales entre ambos gobiernos.
Del lado argentino estaba el secretario de Industria, Fernando Fraguío, y como contraparte brasileña vino Walber Barral, secretario de Comercio Exterior.
Fue la primera ronda bilateral tras la crisis financiera internacional. Así, mientras Argentina reclamó por el aumento en la llegada de productos metalmecánicos y de autopartes, Brasil contraatacó poniendo el dedo sobre la extensión del uso de licencias no automáticas para una mayor cantidad de productos de la línea textil y para los televisores.
Con este mecanismo, el Gobierno busca llevar un control más minucioso del ingreso al país de de productos que golpeen a los llamados "sectores sensibles".
Hubo dos coincidencias centrales: por un lado, avanzar en al reglamentación de los Mecanismo de Adaptación Competitiva (MAC), un recurso diseñado para controlar los flujos de comercio y que hasta ahora no se puso en práctica.
Pero además, los dos países plantearán el mes que viene, en la próxima cumbre del Mercosur, que se aumente el Arancel Externo Común (AEC) para las importaciones desde terceros países en rubros como vinos, duraznos, lácteos, artículos de calzado y marroquinería y muebles de madera.
De esta forma, los dos socios mayores del bloque buscan cubrirse frente a la llegada masiva de importaciones, especialmente desde algunos países de Asia.
El capítulo "autos" se llevó buena parte de reunión. Aquí lo central fue que los brasileños confirmaron que el plan de 4.000 millones de dólares con los que Lula busca estimular la demanda de automóviles, también abarcará a las unidades producidas en Argentina.
Esto lleva tranquilidad a las filiales locales de las automotrices que tienen en ese mercado a su principal comprador externo y temían que ese plan beneficiara sólo a la producción brasileña.
Además, funcionó una comisión específica para monitorear el intercambio en el sector automotor. Allí se verificó que entre julio y octubre, comparado con el mismo período del año anterior, las exportaciones argentinas aumentaron 53 por ciento mientras que las brasileñas lo hicieron 34,6 por ciento.
(Publicado por el Clarín – Argentina, 18 noviembre 2008)
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