Embargo
Argentina identifica al abogado Barry Ostrager como el artífice del embargo de los recursos de las AFPs
De la mano de Aurelius y Blue Angel, dos nuevos grandes fondos buitres que ganaron sentencia a mediados de año en Nueva York, emergió con la velocidad de un rayo un nuevo enemigo para la Argentina, a más de siete años de la declaración de default. Se llama Barry Ostrager, del bufete Simpson Thacher, quien sorprendió el 29 de octubre, cuando logró en tiempo récord -el mismo día- convencer al juez Thomas Griesa, a decretar la congelación de los fondos (US$ 2.000 millones) de las AFJP en EE.UU.
Ostrager en un hueso duro de roer y muy respectado por la comunidad de abogados de Manhattan. Cuenta con la ventaja de que conoce cómo se maneja la cocina de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, debido a que trabajó de asistente de un juez en los '70. Su reflejo ante el anuncio de la nacionalización de los fondos de las AFJP ni siquiera pudo ser atajado por Jonathan Blackman, abogado defensor veterano de la Argentina y especializado en defaults de países soberanos, que tuvo que pedir más tiempo a Griesa para preparar su defensa, de cara a la audiencia que se pospuso por una semana, hasta el viernes que viene.
Este letrado tiene en su haber juicios millonarios, representando a grandes firmas. El más resonante de los últimos tiempos fue su victoria asesorando a las aseguradora Swiss Re, una de las demandadas por los daños ocurridos en los atentados contra las Torres Gemelas. Intervino con éxito también el divorcio de Andersen Worldwide, impidiendo que su ex socio, Arthur Andersen, pueda llevarse un sólo centavo de US$ 14.000 millones.
El olfato de Ostrager y su conocimiento de la Corte de Nueva York lo llevó a convocar a un colega suyo, Tyler Robinson, quien si bien pertenece a la misma firma, reside en Londres. Este joven abogado que roza 40 años fue asistente de Griesa, a fines de los 90. Fue clave su participación en la audiencia de abril de este año, cuando se trató el caso de las garantías de los Préstamos Garantizados, cuyas garantías aún se mantienen freezadas y no se prevén novedades.
Así, Robinson entró saludando a los empleados que le sirvieron el agua y el café en la audiencia, y hasta logró sacar de la formalidad de su investidura al propio Griesa, quien lo saludó desde su estrado. Y logró lo que ninguno de sus colegas: hacerle entender al juez la entrincada estructura de los préstamos garantizados ideada por Domingo Cavallo, que cuentan con bonos Globales como garantías, que son títulos en default pero pasibles de venderse en el mercado a algún valor, y por tanto de ser embargados por inversores. Está por verse si Blackman logrará ganarle la pulseada el próximo 14.
(Publicado por El Clarín - Argentina, 11 noviembre 2008)
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