Artículo
Brasil: Por la necesidad de cerebros mayores
Francisco César Pinheiro Rodrigues*
Cuando defiendo, en el campo libre - sus enemigos le dirian "anárquico" - de la internet, las pesquisas con células-tronco embrionarias, no pienso solamente en la cura de aquellas enfermedades hoy día incurables, como la díabetes, Mal de Alzheimer, cáncer, Mal de Parkinson y otras innúmeras molestias, aun que más raras, de origen genética. Pienso en algo todavía más profundo, abarcante y avanzado: mejorar anatomicamente el cerebro del hombre. Duplicar o triplicar el número de neuronas antes que el bebé vea la luz del día. Ya nacer "génio", grotescamente diciendo. No he mencionado esta faceta, en artículo anterior sobre células-tronco, para no asustar el lector.
Cuanto más inteligente se haga la especie humana, mejor para sus integrantes.
Y no se trata solamente de incrementar el acervo de los conocimientos científicos. Comprensión más ancha y rápida normalmente implica en un mayor entendimiento de los actos de sus semejantes. Un enemigo, después de bien comprendido, ya nos parecerá menos enemigo. Mismo la despreciable envidía, cuando bien analisada, debe ser encarada como un pedido de auxílio de aquella alma que se siente un bocado perjudicada con la falta de reconocimiento de una fuerza que solo ella constata dentro de si, aunque no comprobada para el mundo exterior.
El cerebro humano, mismo el más brillante, no tiene condiciones de asimilar y correlacionar el dilúvio de informaciones que le llegan de todas partes. La consecuencia deste "retardo" de la "brillante" - en términos, en términos...- mente humana se refleja en el ambiente de conflicto permanente, ignorancia, rivalidad, ganancia, miedo, desconfianza y, sobretodo, comprensión excesivamente limitada del habitat físico y cultural en que vive sumergido el ser humano.
Confieso que la idea primera desa insuficiencia cerebral innata, crónica - mismo de las mentes más brillantes, insisto - no es mia. Es de Stephen Hawking, el físico y cosmólogo inglés que sufre de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que, sin afectar el cerebro, retira toda la fuerza de sus músculos, hasta aquellos capazes de mantener su cabeza erguida. Para hablar, Hawking tuvo que inventar un sintetizador de voz. Como solo puede mover nada más que un dedo, presiona las letras en el teclado de la computadora, componiendo lentamente las palavras. Obviamente, debe de ser una tortura - tanto para él como para el que le "conversa" -, tener que esperar todo un ritual de digitación para la emisión electrónica de cada letra. El oyente que forme cada palabra. Es lo mismo que hablar con una máquina inmensamente morosa.
En uno de sus escritos, Hawking dice que el conocimiento, en la face de la Tierra, creció tanto que el hombre se ha hecho retardatario con relación a la computadora. La criatura se desarrolló mucho más deprisa que su creador. Ha llegado a decir que, siguiendo el progreso vertiginoso en la informática luego conseguiremos la completa "inteligencia artificial", con conciencia de si misma. Ahí - por ahora un horror apenas de ficción científica-, las computadoras podrán "tener ideas" propias, nó más aquellas "injertadas" por los creadores de programas de computación. E "ideas propias" seguramente tendrán componentes egoistas, porque ese és el padrón de toda la inteligencia biológica, padrón seguramente embutido, implícito en la creación de la inteligencia artificial.
Todo ser vivo da preferencia a su propia sobrevivencia, cuando tiene que elegir entre la suya y la de los demás seres vivos. Mujeres jóvenes, bonitas y poco capazes de ganos económicos - pido permiso para un poco de condimento en el texto - "despluman" viejos enamorados porque necesitan pensar en el futuro. No hay nada de ilógico en eso, no obstante sea moralmente feo. Camo ya ha dicho un escritor: Porque habré de extrañar que los demás piensen más en ellos mismos de lo que en mi? Actualmente las computadoras pueden "solamente" empatar y por veces derrotar a grandes maestros de ajedrez. Esperen un poco y luego los grandes maestros se convirtiran en niños frente a los "grandes maestros", con chips en vez de neuronas.
El físico inglés, explicando la necesidad del hombre en no dejarse ultrapasar por la computadora, destacó - o ese desdoblamiento es mio? - que la especie humana no puede esperar que la naturaleza de continuos saltos rápidos, con mutaciones benéficas, en el área cerebral, de manera que acompañe la rapidez de la evolución en el área de la informática. Sería demasiada coincidencia que tales mutaciones naturales siempre fuesen favorables. Ocurren también degenaraciones. No se pueden esperar por saltos favorables, al acaso, esperando pasivamente la buena voluntad de la naturaleza. Es preciso apresurar el proceso. Como? Haciendo alteraciones genéticas en el feto, luego en sus primeros días. Aumentando el número de sus neuronas. Probablemente, el bebé nascerá con el cerebro bien mayor, dificultando el parto normal. Para contornar el problema existen las cesarianas, hoy día la gran preferencia de los médicos, que no se pueden quedar de plantón, esperando los caprichos cronológicos de la naturaleza.
Cualquier inconveniencia de las cesarianas, consequencia de un cránio mayor del bebé será recompensada, largamente, por la superior inteligencia del recién nacido. La propia retardación mental podrá, seguramente ser evitada. El hombre arreglando la naturaleza. Nada moralmente censurable porque la humanidad viene haciendo eso hace milenios, en todas las áreas, sin esperar autorización legislativa. La Medicina vive de esto. El bebé vá a nacer con la Síndrome de Down? Se corrije el problema cromosómico, salvando al niño y su inteligencia también, que podrá ser aumentada más allá de lo que hoy es considerada una "inteligencia normal".
Alguien dirá que el día que la ciencia de la informática consiga el "pensamiento autónomo" en la máquina, el hombre, asustado, constatado el peligro inminente, dará un basta en el programa de creación de la inteligencia artificial, archivando sus pesquisas sobre ese tema. Dirá que la humanidad no aceptará un concurrente electrónico pensante, independiente, que facilmente lo suplantaría, principalmente en el cálculo, ese gran hechicero - estadísticas y compañía - que comanda nuestro día a día sin que tengamos conciencia de él. Esa idea de desistencia del proyecto de inteligencia artificial és, no obstante, ingenua, porque, descubierto un programa desta envergadura, el inventor del "estado de lucidez" luego pensará en darle a esta habilidad un sentido práctico. O lucrativo, ahora por parte de los hombres que hayan financiado la pesquisa. Los poderosos del día intentarán extrair el máximo provecho dese "trabajo esclavo" que no ofende a los derechos humanos, porque la computadora no és un ser humano.
Nuestra inteligencia, hoy día, mismo entre los más brillantes y bien dotados - és un don gratis de la naturaleza, "nepotismo" biológico, y porque no "democratizar" ese dom? - ya que no se consigue acompañar el avance técnico y cultural de la humanidad. Cualquier diligente profesional de la Medicina, del Derecho, de la Ingeniería, de la Informática, de la Biología, de la Economía, mal conoce su propia especialidad. Qual es la consequencia desa limitación cerebral? La falta de comprención de la ligación de fenómenos aparentemente independientes. Hasta la práctica de la democracia queda distorcida con esa limitación informativa. Electores son facilmente iludidos con propagandas y promesas de candidatos, que se elegen justamente por que saben que el "pueblo" es ingenuo y cree en cualquier cosa, si se presenta por alguien carismático, ese componente medio animal, pero altamente influyente en términos electorales.
En suma, el "Siglo de las Luces", en el siglo 18, fué alumbrado por los libros y periódicos. Era posible, con el hábito de la lectura, abarcar el conocimiento entonces disponible. Las neuronas con que nacíamos bastaban para las tareas de mirar alrededor y comprender lo que se pasaba. Hoy, no obstante, la baja dosificación de neuronas que recibimos al nacer nos hace trogloditas intelectuales en todos los asuntos que huyen de nuestra especialidad. Número inmenso de temas. Y mismo en asuntos de nuestras profesiones, no sentimos total confianza. Somos islas de limitados conocimientos rodeados de ignorancia por todos los lados.
Si esto puede ser alterado por manipulaciones genéticas, desde la concepción o luego después, por que no sacar provecho de nuestro avanzo hacia la manipulación genética?
Ideas "locas", o quiza, demasiado avanzadas? Me quedo, seguro, con la segunda hipótesis, pero retiro el "demasiado". Avanzadas apenas. El hombre puede estar, hoy día, al borde de poder dar ese salto "cualitativo" en el área biológica ligada a la inteligencia. Los cientistas de la genética son hoy lo equivalente a los grandes navegadores del siglo 16. Hay riesgos en esa tarea? Hay, pero también existe el riesgo comprobado, para la especie humana, en la manutención de la actual ignorancia o rematada "asnería" - esa palabra franca y correcta - divulgada por el mundo. La proclamada "reforma interior", tan pregonada por los moralistas y políticos, puede estar literalmente en el interior de la caja craniana.
__________________
* Ministro Jubilado de TJ/SP Asociado efectivo de IASP - Instituto dos Advgados de São Paulo.