Constitución
Ecuador: Cordero niega las acusaciones sobre modificaciones en proyecto de Constitución
El presidente de la Asamblea Constituyente, Fernando Cordero, aseguró hoy que el próximo lunes entregará al fiscal general de Ecuador "diecisiete mil páginas de actas y ochocientas horas de vídeo y audio" que pueden demostrar cómo la Asamblea Constituyente "nació y terminó transparente".
El presidente de la Asamblea Constituyente ecuatoriana, Fernando Cordero, aseguró hoy que el texto final del proyecto de nueva Constitución no tiene ninguna alteración y eso, dijo, es "tan claro como el agua".
En una entrevista con la Agencia Efe en Madrid, Cordero aseguró que el próximo lunes entregará al fiscal general de Ecuador "diecisiete mil páginas de actas y ochocientas horas de vídeo y audio" que pueden demostrar cómo la Asamblea Constituyente "nació y terminó transparente".
El fiscal general de Ecuador, Washington Pesántez, convocó a Cordero para que testifique el lunes sobre unos presuntos cambios en el texto final del proyecto de Constitución denunciados por la oposición.
La investigación se abrió a raíz de las denuncias que presentaron el ex asambleísta León Roldós, del movimiento Red Ética y Democrática, y el abogado Joffre Campaña.
El presidente de la Asamblea calificó de "despropósito" la versión de una presunta manipulación del texto y agregó que también le explicará al fiscal "algo que quizás no sepa" y es que uno de los denunciantes (Roldós) faltó varios días, entre el 18 y el 25 de julio, a la Asamblea Constituyente, "contraviniendo el reglamento".
"Lo extraño", dijo Cordero, es que los únicos ausentes en la votación final del texto estén manteniendo ahora "una versión que se caerá por su propio peso".
Según el presidente, los 94 asambleístas votantes "estamos absolutamente tranquilos, difundiendo dentro y fuera del país el único texto que se votó y será votado en las urnas".
"No tendré que hacer ningún esfuerzo ni contradecir a nadie", dijo Fernando Cordero acerca de su comparecencia ante el fiscal.
Explicó que la Asamblea creó desde el primer día de sus sesiones una comisión de redacción, autónoma y facultada para integrar textos y estructurarlos con un índice final, eliminando repeticiones innecesarias "y con la prohibición de introducir modificaciones conceptuales al texto".
Esa prohibición, dijo, fue asumida "íntegramente", y sostuvo que entre el texto de la Asamblea y el aprobado finalmente "sólo hay una falta dactilográfica".
Cordero aseguró que esos "mensajes equivocados" que los denunciantes quieren darle al mundo son "una muestra de la dimensión de la politiquería y de los recaderos de la amargura".
"Entregaremos al fiscal toda la información necesaria y el mundo y los ecuatorianos se quedaran en paz", agregó.
En su opinión, uno de las innumerables virtudes del nuevo texto constitucional es que "acabará con la vieja política, que no podrá reeditarse nunca más" en Ecuador.
Para los ecuatorianos expatriados, según Cordero, "el mensaje es claro: no les proscribimos; la emigración nunca puede ser equiparada a la ilegalidad, pues todos tendrán derechos, como el de ser elegido y elegir para todo tipo de dignidades".
El proyecto constitucional, agregó, incluye muchas de las propuestas enviadas por emigrantes ecuatorianos, que fueron "encaminadas" por sus representantes.
Fernando Cordero y los asambleístas Trajano Andrade y Félix Alcívar visitaron esta semana la región española de Murcia y estarán ente hoy y el viernes en Madrid y Barcelona para explicar en sendos foros a los ecuatorianos el alcance del proyecto de nueva Constitución.
"Es una tarea titánica convencer a las víctimas de la política mal ejercida de que todo ha cambiado, de que esto es diferente y de que la Constitución es de todos", dijo Cordero, que manifestó la esperanza de que los ecuatorianos "tendrán tiempo para recuperar la fe y aceptar y asimilar el cambio".
El proyecto de Constitución fue redactado durante ocho meses por la Asamblea y el próximo día 28 más de nueve millones de ecuatorianos se pronunciarán sobre él en un referendo.
(Publicado por El Comercio – Ecuador, 4 septiembre 2008)
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