Juducial
Ecuador: La Fenaje, otra fisura en la Función Judicial
Dos grupos se disputan la presidencia del gremio de judiciales. El Ministerio de Inclusión Económica no reconoce a ninguno. Se alista una asamblea en Quito.
Las escaramuzas volvieron al gremio de los trabajadores judiciales. Los detonantes fueron un amparo del Juzgado Vigésimo de lo Civil de Pichincha y las posibles reformas que sufrirá la Función Judicial.
La división de los judiciales no es reciente, se inició el 25 de febrero pasado. Ese día, los delegados de 17 provincias resolvieron que Ángel Rubio se convierta en el sucesor del dirigente Luis Muñoz, quien estuvo dos décadas en la cabeza del sindicato.
Dos semanas después, varios delegados provinciales se reunieron en Guaranda para desconocer esa elección, “porque se violaron varios procedimientos”.
Su oposición se concretó en mayo pasado, cuando Fidel Chiriboga, presidente en Pichincha, fue nombrado titular de la Fenaje.
La contienda llegó al Ministerio de Inclusión Económica y Social (ex Bienestar Social), el cual debía reconocer a la dirigencia que representará a más de 4 000 servidores judiciales. El 22 de junio pasado, la Cartera de Estado emitió su respuesta y no reconoció a ninguno de los dos grupos.
Chiriboga optó por pedir un amparo y el 18 de agosto pasado, el juez vigésimo de lo Civil de Pichincha, Germán González, resolvió que la directiva que preside sea reconocida. “La resolución tiene efecto inmediato y en los próximos días el Ministerio deberá inscribir nuestra dirigencia”, sostiene el sindicalista.
Sin embargo, el Ministerio y la Procuraduría General del Estado presentaron una apelación a esa decisión y esperan que los vocales del Tribunal Constitucional decidan quién tiene la razón.
Por su parte, Rubio asegura que es “lamentable la división que impulsa el dirigente de Pichincha”. Se siente seguro y señala que tiene el respaldo de la mayoría de provincias, con excepción de Azuay, Loja y Pichincha.
Detrás de esta fricción también se vive una contienda por la proximidad del referéndum para aprobar la nueva Constitución. Por ejemplo, el martes pasado, la Corte Suprema convocó a los representantes de los trabajadores para debatir las reformas de la nueva Carta Magna. A la cita acudieron Chiriboga y otros funcionarios.
Él, manifiesta que no fue para que sea reconocido en su cargo y que la invitación fue entregada a todas las provincias. Empero, en ese encuentro se anunció que ellos eran los representantes de la Fenaje y Chiriboga su titular.
“Fue un gesto de caballerosidad”, explica el judicial y argumenta que no fue utilizado para que los trabajadores respalden las tesis de la Suprema en contra de la Constitución. Incluso, indica que aprueban varios puntos de la Constitución, como la gratuidad del servicio, la decisión de convertir a las notarías en parte de la Función, el reconocimiento de la independencia, de la estabilidad y carrera laboral de los empleados y a la Corte Constitucional.
La única tesis que comparte con los magistrados es el rechazo a la reducción de miembros de la Corte y de las salas en el tribunal.
En cambio, Rubio dice que el martes pasado solo participaron cuatro delegados y no los representantes de todos los trabajadores judiciales. “A nosotros no tiene que reconocernos el patrono, ni la Corte. No estoy distanciado de la Suprema, pero estuvieron cuatro delegados de las 23 provincias”.
Él asegura que la intención era dividir al gremio, entre los que apoyan al sí y los del no. Rubio apuesta por las reformas y reconoce que impulsó con el asambleísta en receso, César Rodríguez, de Alianza País, la transitoria 7 de la Constitución que da estabilidad a los judiciales.
Rodríguez señala que no hay intereses ocultos en el apoyo a la estabilidad judicial, que en Montecristi se reunieron con comisiones encabezadas por Rubio y por Chiriboga y ambas coincidían en ese criterio. Además, indica que no han recibido un apoyo oficial por parte de los judiciales para impulsar el sí.
Desde de la Suprema se explica que no se intenta quebrar al sindicato. El magistrado, Mauro Terán, señala que en la cita del martes no hubo el reconocimiento para ninguno de los dos grupos, que la intención fue debatir la transitoria 7. "Los judiciales fueron engañados".
Terán explica que por eso se cruzaron invitaciones a todas las provincias, pero Rubio no fue "porque apoya la propuesta de la Constitución". El juez de Guayas contesta que el referéndum no es una contienda electoral. "Es una consulta, donde cada ciudadano tiene la libertad de decidir, según sus convicciones".
Sostiene que seguirá en su labor y convocó a una sesión extraordinaria de los judiciales que se realizará el jueves y viernes próximos en Quito.
Para Chiriboga, la decisión del Juez de lo Civil está tomada. Por eso, asumieron el control de la sede de la Fenaje en Quito y de un hotel del gremio.
(Publicado por el Comercio – Ecuador, 1 septiembre 208)
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