martes, 22 de julho de 2008


Economía

Tire y afloje de europeos y latinos en Ronda de Doha

Desde la importación de bananas hasta la reglamentación para proteger los nombres de los productos, funcionarios y diplomáticos trabajan en una variedad de temas, de cara a un encuentro de ministros que inician este lunes, que sellará la suerte de la Ronda de Doha.

Pero los expertos en comercio dijeron que las conversaciones van más allá de los recortes de aranceles y subsidios, ya que también pondrán a prueba la capacidad de la comunidad internacional para abordar problemas de importancia tales como la crisis alimentaria.

"Si los Gobiernos no pueden siquiera llegar a un acuerdo sobre negociaciones de comercio, me gustaría saber qué es lo que van a hacer sobre el cambio climático durante la mitad de la próxima década," dijo el economista en jefe de la Organización Mundial del Comercio, Patrick Low, en un diálogo con la prensa.

El director general de la OMC, Pascal Lamy, hizo un llamamiento a los participantes de la reunión de Ginebra para impulsar un avance en la prolongada Ronda de Doha.

Las conversaciones han incumplido reiteradamente los plazos desde que fueron lanzadas a finales del 2001 para liberalizar el comercio mundial y ayudar a los países en desarrollo a salir de la pobreza. Pero los negociadores dicen que hay un nuevo sentido de urgencia y que incluso hay algo de optimismo.

Los ministros de aproximadamente 30 países apuntan a cerrar los lineamientos de un tratado en las áreas de bienes agrícolas e industriales en el encuentro de la próxima semana.

Lograr avances en esta reunión es clave para impedir que las conversaciones queden congeladas por las elecciones presidenciales estadounidenses y el cambio de Gobierno en ese país a comienzos del 2009.

Lineamientos

Los líderes del mundo, desde el presidente estadounidense George W. Bush hasta su par brasileño de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, han exigido un acuerdo.

Un tratado establecería que países ricos como Estados Unidos, Japón y los miembros de la Unión Europea abran sus mercados a los alimentos del mundo en desarrollo recortando los aranceles y los subsidios agrícolas.

A cambio, los grandes países emergentes tales como India y Brasil les brindarán un mayor acceso a los mercados para bienes industriales y servicios.

Una vez que los ministros hayan acordado los términos de un acuerdo marco, los negociadores aplicarán los datos en los próximos meses a miles de líneas arancelarias, dirigiéndose a otras áreas, desde los subsidios a la industria pesquera a reglas para las importaciones injustamente valuadas.

La cuestión es ahora si los ministros pueden vencer las diferencias que dividen a los países en desarrollo y a los países desarrollados. Francia, el mayor productor de alimentos de la Unión Europea y actual presidente del bloque, dijo que la UE había agotado el espacio para realizar más concesiones en agricultura.

"Tenemos un objetivo compartido para alcanzar un equilibrio en las concesiones que la UE ya ha hecho," dijo en una conferencia de prensa la secretaria de Comercio de Francia, Anne-Marie Idrac, tras un encuentro de ministros de Comercio de las 27 naciones de la UE.

El comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson, dijo que consideraba que los Gobiernos de Europa habían fortalecido su posición para presionar por más concesiones de otros miembros de la OMC.

En el sistema de la OMC, que es guiado por el consenso, cada uno de los 152 integrantes del organismo tiene poder de veto. Los países pobres dicen que deberían abrir menos sus mercados que los países ricos, señalando que el mandato de la Ronda de Doha es ayudar al mundo en desarrollo.

Pero los países ricos argumentan que no pueden vender a su electorado un tratado que involucre grandes sacrificios en la protección agrícola, a no ser que logren verdaderos beneficios en el acceso a los mercados de países tales como India y China.

Tres temas críticos:

Si bien la mayor parte de las conversaciones girará en torno a esos recortes, los principales negociadores dicen que un eventual acuerdo tendrá que incluir pactos en otras áreas.

A continuación, la descripción de tres "temas críticos" que amenazan con complicar las negociaciones: bananas, otros productos tropicales e indicaciones geográficas.

Bananas

El director general de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy, propuso un plan para solucionar la llamada "Guerra de las Bananas" entre los productores latinoamericanos y la Unión Europea, que otorga un acceso preferencial a los productores de esa fruta que pertenecen a ex colonias europeas.

Ecuador y sus aliados quieren que el tema sea resuelto antes de poder aceptar un acuerdo sobre agricultura dentro de la Ronda de Doha, pero los países latinoamericanos no se han puesto de acuerdo sobre si la propuesta de Lamy es aceptable.

Lamy propuso que la UE recorte anualmente sus aranceles, actualmente de 176 euros (280 dólares) por tonelada de banana, hasta 116 euros para el 2015. A cambio, los países latinoamericanos firmarían "una cláusula de paz," en la que se comprometerían a retirar las demandas contra la UE y a no iniciar nuevos cuestionamientos.

Si aceptan la iniciativa, el tema quedaría listo para que los ministros en Ginebra lo consideren junto con propuestas para un mejor tratamiento a un rango de "productos tropicales" de Latinoamérica en Europa y otros mercados de exportación.

Productos tropicales

Hay 12 productos agrícolas sujetos a aranceles de importación que los productores latinoamericanos piden que se recorten más rápidamente y profundamente que otros productos. Pero los productores de Africa, el Caribe y el Pacífico quieren mantenerlos protegidos.

Los países de Africa, el Caribe y el Pacífico, que en su mayoría son empobrecidas ex colonias europeas, dicen que necesitan que esos aranceles para otros países como los latinoamericanos, se reduzcan de manera gradual para que no pierdan de manera brusca las actuales preferencias.

Entre los productos bajo discusión se encuentran el azúcar, el ron y los melones.

Indicaciones geogràficas

La Unión Europea presiona por una extensión de las "indicaciones geográficas," que establecen nombres de lugares como marcas para productos tales como los vinos Champagne y Bordeaux, dentro de la Ronda de Doha.

Pero a ese reclamo se oponen Argentina, Estados Unidos y otros, que dicen que debería mantenerse fuera de cualquier acuerdo mundial de libre comercio.

Pacto global: ¿ayudará o perjudicará más?

Muchos países pobres temen perder puestos de trabajo e ingresos bajo un nuevo tratado de comercio global, que los ministros de la Organización Mundial del Comercio tratarán de sellar la próxima semana.

Estas posibles penurias son una de las principales razones por las cuales ha sido difícil de alcanzar un acuerdo de la OMC sobre recortes a los aranceles y a los subsidios, cuyas negociaciones están en su séptimo año.

El sentido común dice que un crecimiento en las oportunidades para exportar puede ayudar a reducir la pobreza, al elevar los ingresos en los países en desarrollo, donde los agricultores y manufactureros con frecuencia deben luchar para vender su mercancía en el exterior.

Pero algunos economistas consideran que un pacto en la Ronda de Doha que trata de negociarse abriría las fronteras demasiado abruptamente, inundando a mercados vulnerables con bienes y servicios más baratos, empeorando la situación de los países en desarrollo.

"Muchos negociadores de países en desarrollo se preguntan si el pacto que surja sería mejor que ningún pacto en absoluto," dijo el investigador económico de la Universidad Tufts, Timothy Wise, coautor de un nuevo estudio que advierte que un comercio ilimitado podría perjudicar a los agricultores pobres.

"No es difícil entender por qué muchos países en desarrollo están cuestionando el valor del acuerdo de Doha," agregó, estimando que los Gobiernos más pobres perderán cuatro veces más los ingresos que obtienen por aranceles de lo que obtendrían con un tratado que impulse el comercio.

Las conversaciones fueron lanzadas en la capital de Qatar a fines del 2001 para impulsar el comercio mundial y ayudar a los países en desarrollo a salir de la pobreza mediante las exportaciones.

Amy Barry de la organización no gubernamental Oxfam dijo que los negociadores del mundo en desarrollo deben resistirse a las presiones para que acepten las propuestas de la OMC, que no cambian de manera adecuada las normas comerciales injustas.

Poco después que que comenzara la ronda de conversaciones de Doha, el Banco Mundial proyectó que un tratado generaría ganancias globales de 832.000 millones de dólares. Posteriormente recortó esa estimación a 96.000 millones para reflejar propuestas menos ambiciosas en las negociaciones, que son políticamente sensibles en muchos países.

De acuerdo al Sistema de Investigación e Información de Países en Desarrollo, un grupo con sede en la India, sólo 16.000 millones de dólares de es pequeño total irían a los países más pobres, que también sufrirían pérdidas de 63.000 millones de dólares en ingresos arancelarios bajo un tratado global.

Grandes perdedores

Carin Smaller, del Instituto para Políticas Comerciales y de Agricultura, dice que estos factores explican buena parte de la vacilación que rodea las negociaciones de Ginebra para un tratado, especialmente en vista de las recientes presiones económicas globales y las alzas en los precios de las materias primas.

"Africa y el Oriente Medio van a ser los grandes perdedores si se alcanza un tratado en la Ronda de Doha. Creo que es bastante alarmante, dado el impacto de la crisis alimentaria en esas regiones," dijo.

Agricultores políticamente influyentes en Estados Unidos, Europa, Japón y otros mercados ricos también podrían perder ingresos bajo un tratado, aunque en teoría los exportadores de manufacturas de los países ricos ganarían, a cambio de ello, un mejor acceso a los mercados emergentes.

Un estudio de Wise de la Universidad Tufts y de los expertos en comercio Mamerto Perez y Sergio Schlesinger dice que solamente los exportadores agrícolas de Brasil y Argentina podrían ser los claros ganadores en las naciones de economías emergentes con un pacto de Doha para la agricultura.

"Los países en desarrollo tienen mucho menos que ganar con una liberalización del comercio agrícola de que lo que ha sido prometido," indicaron. "Las ganancias proyectadas son bastante pequeñas y no compensan los ingresos perdidos por recortes arancelarios," sostiene el estudio.

Los ministros que se reunirán la próxima semana en Ginebra tratarán de sellar un pacto global sobre bienes agrícolas e industriales, dejando las negociaciones sobre la apertura a los servicios para más adelante este año.

Para alcanzar un acuerdo sobre la Ronda de Doha hace falta el consenso en todas las áreas de negociaciones por parte de los 152 gobiernos miembros de la OMC, lo que significa que los países más pobres tendrán una influencia significativa en las negociaciones, cuyo objetivo original era ayudar a impulsar el desarrollo.

Deben bajar aranceles

Los países más pobres del mundo están exentos de ejercer lo que podrían ser dolorosos recortes arancelarios bajo un acuerdo global que los ministros de la Organización Mundial del Comercio buscarán. Sólo unos pocos países en desarrollo tendrán que aplicar los recortes arancelarios, según las propuestas que se discutirán en las negociaciones.

Esos países son: Argentina, Bahréin, Brasil, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Croacia, Egipto, Hong Kong, India, Indonesia, Israel, Kuwait, Malasia, México, Marruecos, Omán, Pakistán, Perú, Filipinas, Qatar, Singapur, Sudáfrica, Corea del Sur, Taiwán, Tailandia, Túnez, Turquía, Emiratos Arabes Unidos y Venezuela.

(Publicado por Bloomberg 21 julio 2008)
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