Asilo
EE.UU. convoca a Goldberg por el ataque a su embajada en Bolivia
Tras revelar su preocupación por la seguridad de su embajada en Bolivia, el Gobierno de Estados Unidos llamó a consultas a su embajador, Philip Goldberg.
Según fuentes diplomáticas, se trata de un mensaje de descontento por lo que sucede en el país, aunque el canciller de la República, David Choquehuanca, descartó que esta acción diplomática revista gravedad. “Eso es normal, es normal que se convoque a embajadores para tratar temas de interés bilateral”, dijo.
La decisión estadounidense se produjo como consecuencia de una movilización de pobladores de El Alto, que el lunes 9 de junio intentaron tomar las instalaciones de la Embajada de EEUU en La Paz, cuando protestaban por el asilo político que ese país decidió otorgar al ex ministro de Defensa y ahora acusado por genocidio, Carlos Sánchez Berzaín.
“El embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip S. Goldberg, volverá a Washington para consultas sobre la seguridad de la embajada, luego de violentas protestas en La Paz el lunes 9 de junio”, anunció ayer en una declaración el portavoz del Departamento de Estado, Gonzalo Gallegos, según informó AFP.
En la misma explica que “las consultas al embajador serán una oportunidad para explorar medidas para mejorar la cooperación en seguridad con el Gobierno de Bolivia” y luego revela el temor que existe por la seguridad de su embajada en el país.
“Apreciamos los esfuerzos de la Policía Nacional Boliviana para proteger nuestra embajada y nuestro personal. Al mismo tiempo, estamos preocupados por recientes declaraciones de algunos funcionarios del Gobierno boliviano, que dejan dudas sobre el compromiso de Bolivia de cumplir sus obligaciones bajo la Convención de Viena, para proteger a personal e instalaciones diplomáticas en el futuro”, añadió Gallegos en la declaración.
“Un fallo en el cumplimiento de estas responsabilidades podría poner en peligro a los ciudadanos estadounidenses y a los cientos de bolivianos que trabajan en la embajada o hacen uso diario de instalaciones consulares o diplomáticas”, indicó.
“Esperamos que el Gobierno boliviano continúe cumpliendo sus obligaciones internacionales”, concluye la nota.
El 9 de junio, 300 policías evitaron que una masiva movilización de alteños ingrese a predios de la Embajada de EEUU y horas más tarde esta acción le valió el puesto al entonces comandante departamental de la Policía de La Paz, Víctor Hugo Escóbar.
El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, dijo entonces que la Policía actuó mal, porque acudió a la represión. Ese día, los policías utilizaron gases lacrimógenos después que cuatro de sus efectivos fueron heridos por la turba, entre ellos el propio Escóbar.
“Ésta debe ser la primera vez, si descontamos el período de (Luis) García Meza, que Washington necesita que el embajador retorne para explicar la gravedad del asunto. No significa ruptura de relaciones, o cosas por el estilo, pero representa descontento por lo que sucede en Bolivia”, señaló ayer una fuente diplomática, tras conocer la decisión adoptada por el Departamento de Estado de EEUU.
“Es un mensaje concreto, el primero que Washington decide enviar a Bolivia desde el gobierno de Evo Morales y tras toda la acumulación de ataques a EEUU”.
Antecedentes
Asilo • Los alteños pidieron la expulsión de Philip Goldberg tras enterarse del asilo político otorgado por EE.UU. al ex ministro Carlos Sánchez Berzaín.
Marcha • La Policía de La Paz evitó una posible toma de la Embajada de EE.UU., y luego su comandante fue destituido.
Convocatoria • La Cancillería convocó a Goldberg, pero éste dijo desconocer la situación de Sánchez Berzaín en su país.
(Publicado por La Razón – Bolivia, 17 junio 2008)
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