Repercusiones
Abogados: Fallo es favorable a Nicaragua
"Al mal tiempo, buena cara", es la definición que el agente de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Carlos Argüello, dio a la actitud victoriosa de sectores hondureños, ante el fallo emitido por ese tribunal internacional, como resultado de la demanda que el país presentó posterior a la ratificación del Tratado Ramírez-López en 1999.
Para Argüello, la importancia de la sentencia radica en que se otorga a Nicaragua la delimitación en el Mar Caribe, misma que antes del fallo no existía, mientras que Honduras definía esa frontera en el Paralelo 15, establecida en el Tratado Ramírez- López, ratificado por Colombia y el país vecino.
"La Corte (CIJ) estudió esa posición de Honduras y dijo que no existía ningún límite en el (Paralelo) 15, y entonces procedió a delimitarla en base a una bisectriz, o sea, el método que Nicaragua había solicitado", indicó el agente nicaragüense.
Argüello reconoce que a pesar de que la CIJ no concedió la totalidad de lo solicitado por Nicaragua, sí reconoce un espacio sustancial que va encima del Paralelo 15.
Considera que la victoria de Nicaragua es indiscutible.
Lo más trascendental, dijo, es que concluye el litigio entre ambos países.
Sentencia relevante
Por su parte, Mauricio Herdocia, experto en Derecho Internacional, considera que se trata de un fallo de dimensiones históricas que viene a solventar diferencias fundamentales que sobre este tema tenían los dos países.
"Fue una sentencia que trató de ser equilibrada. Dio a Nicaragua una parte importante de lo que pedía, pero también dio a Honduras parte importante de lo que sostenía, incluyendo los cuatro cayos y sus espacios de 12 millas (salvo en la parte que se traslapan con los cayos nicaragüenses Edimburgo)", indicó Herdocia.
Considera que Nicaragua y Honduras ganaron tres casos que enumera así: la disputa entre ambos que dio a cada uno parte de las pretensiones, el caso a favor de la integración regional, y el caso de la amistad y la cooperación entre las dos naciones vecinas.
A su juicio, la sentencia del tribunal internacional debe ser tomada con serenidad, madurez y sensatez y enfatiza que no debe quedar ninguna duda de que el fallo es vinculante y obligatorio.
El ex canciller Emilio Álvarez dijo que era de esperarse un fallo como el emitido por la Corte Internacional, que calificó de salomónico.
"Tratando de complacer a las dos partes, para que cada una de ellas se atribuyera un triunfo y así asegurar una paz definitiva en el conflicto", precisó Álvarez.
Destacó que es una victoria para ambos países, reflejada en la sentencia, porque los jueces se dan cuenta de que son naciones hermanas, con historias conjuntas y formaron parte de una Federación, además que conlleva a disminuir los niveles de rencor y de molestia que primó durante el litigio.
Eduardo Montealegre, ex canciller de la república, planteó varios puntos sobre la resolución de La Haya, entre los que destaca que la posición de Nicaragua, de que no existía una frontera delimitada, prevaleció.
"Dejaron una pancita alrededor de los islotes, que son unos cayos, pero los treinta mil kilómetros de territorio marítimo pasan a ser claramente territorio de Nicaragua y es sumamente valioso", puntualizó Montealegre.
Otro aspecto es la importancia que representa esa zona económica exclusiva, que en la parte práctica significa que los pescadores nicaragüenses van a entrar a todo ese territorio de treinta mil kilómetros cuadrados, donde se encuentra mucho camarón, pescado y posiblemente la plataforma continental, donde hay una buena cantidad de petróleo y otros minerales de valor incalculable, según Montealegre.
Colombia en medio
Carlos Argüello es del criterio que Colombia de cierta manera es el principal perdedor con la sentencia de La Haya, a pesar de que la misma no “es causa juzgada” para el país del Sur.
"No existe ningún límite, y que ese amarre que habían hecho con el Paralelo 15, completamente desapareció, incluso la Corte (CIJ) señala que Honduras pretendía que los derechos de Colombia llegaban al (Meridiano) 82, en base al Tratado de 1918, y la Corte dijo que esa pretensión no era aplicable en las relaciones entre Honduras y Nicaragua", explicó Argüello.
Esa posición es compartida por Mauricio Herdocia, quien señaló que con el resultado de la CIJ se ha resquebrajado la estrategia de Colombia, puesto que se cae el Tratado Ramírez-López, cuyas pretensiones eran establecer la frontera en el Paralelo 15.
"Hoy nuestra frontera sigue —con las especificaciones dadas por la CIJ— en relación a los espacios de los Cayos Bobel, Savanna, Port Royal y South Cay—, un rumbo que lleva un azimut ascendente de 70 grados, 14’41.25" (que se proyecta muy por encima del Paralelo 15), hasta donde tenga que hacerse la delimitación con un tercer Estado. El propio punto de inicio de la delimitación arranca en el punto 15 grados 00’52"," observó Herdocia.
Agregó que "se cayó una muralla que contenía a Nicaragua en el Mar Caribe, falta otra, de enorme trascendencia, que es el muro de contención establecido en el Meridiano 82, impidiéndole a Nicaragua la plena proyección de sus espacios marítimos y cercenándole territorios insulares y especialmente conquistas del Derecho Internacional para los pueblos, como son la plataforma continental y la zona económica exclusiva", concluyó el especialista.
El ex canciller Francisco Aguirre Sacasa recordó que durante su gestión se presentó la primera memoria como parte del proceso de la querella, quedando pendiente el caso de Colombia, que no reconoce la jurisdicción del tribunal internacional, pero que en caso de que la CIJ se pronuncie en contra del rechazo de ésta, la definición del caso estaría nuevamente en manos del organismo internacional.
Aguirre Sacasa expresó que el fallo contra Honduras, debilita las pretensiones de Colombia.
"Va a comprender que tiene que llegar a una salida o una solución negociada con Nicaragua, y veo que el presidente (Daniel) Ortega anda esa idea, él anda queriendo negociar con nuestros países vecinos", reiteró Aguirre Sacasa
En el caso de los cayos otorgados a Honduras, no descarta que pueda ser un precedente en lo que respecta a las islas de San Andrés y Providencia, pero lo importante es definir la frontera con ese país.
Manifestó que a pesar de las distintas interpretaciones que se le dan a la sentencia, lo importante es que es "un empate ganador para Nicaragua", porque se define la frontera en el Caribe, y no entiende por qué los hondureños pueden mostrarse triunfalistas.
Otro que se pronunció fue el coronel en retiro Ricardo Wheelock, explicó que el límite que se establece en la bisectriz parte de la desembocadura del río Coco, tres millas marítimas, conteniendo algunas variantes, pero que en el fondo respeta una proporción de mitad para cada uno de los países que dirimieron el diferendo.
Róger Guevara Mena, especialista en Derecho Internacional, consideró que la Corte hizo una "división salomónica" de la franja marítima en litigio entre Honduras y Nicaragua, que cambió la frontera entre ambos países, con lo cual quedó anulada una parte del Tratado Ramírez-López, y obligatoriamente incidirá en el juicio que se ventila en esa misma Corte entre Colombia y Nicaragua.
De acuerdo al jurista, Nicaragua pretende que se le dé su plataforma que va más allá del Meridiano 82.
(Pulbicado por La Prensa – Nicaragua, 09 octubre 2007)
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