Extradición
Ministerio Público de Panamá pide a España extradición de ejecutivos de empresa farmacéutica
Después de un año de haber empezado las investigaciones por los envenenamientos con dietilene glycol, el Ministerio Público remitió ayer 200 tomos del expediente a España para intentar la extradición de un directivo de Rasfer, una de las cuatro empresas implicadas en este caso.
El fiscal superior especial, Dimas Guevara, dijo que la documentación fue entregada a Asuntos Internacionales de la Procuraduría, para luego remitirla a la Cancillería.
La Embajada de Panamá en España deberá remitirla al Gobierno de ese país, quien decidirá sobre la viabilidad de la petición de extraditar a Asunción Criado, representante de Rasfer.
El expediente
Tiene 681 denuncias, 144 casos confirmados, 101 muertos y contempla 384 casos que se investigan
El hilo del ovillo
Arón Benzadón Cohén tomó la noticia de la súbita enfermedad de su padre con extrañeza. Empezaba el mes de julio de 2006 y a Benzadón –neurólogo de profesión– le tocó ver cómo una "enfermedad un poco rara" minaba el cuerpo de su padre, un hombre de 76 años que vivía hasta entonces tranquilamente en la ciudad de Chitré, la cabecera de la provincia de Herrera.
"Él era muy sano...", comenta ahora Benzadón, un año después de aquel episodio. Está en su clínica de los Consultorios Médicos Paitilla, vestido con su bata blanca de siempre, y hace un esfuerzo para que no se le note el quiebre de la voz.
"Como neurólogo me fue difícil hacer un diagnóstico, así que llamé a un colega", relató, para que hiciera un análisis frío de la situación que enfrentaba su padre.
Para finales de ese mismo mes, el diagnóstico era desalentador. Su padre había desarrollado algo parecido al síndrome Guillain-Barré, un trastorno causado por la inflamación de los nervios que progresa en cuestión de semanas y que va causando parálisis de forma ascendente. Puede afectar la capacidad respiratoria de los pacientes y los músculos faciales, pero bajo cuidados médicos apropiados, hasta el 95% de los enfermos puede sobrevivir.
De la rutina a la sorpresa
Además de ejercer la medicina privada, Benzadón es el jefe de Neurología del Complejo Hospitalario Metropolitano Arnulfo Arias Madrid de la Caja de Seguro Social (CSS).
En agosto de 2006, estando él a cargo de las interconsultas neurológicas en el hospital, lo llamaron para que revisara a un paciente diabético que había dejado de orinar "de repente" y que había desarrollado "un síndrome parecido al Guillain-Barré". A Benzadón, claro, el caso le llamó la atención por la similitud que tenía con el el de su padre.
"Ese muchacho murió, desafortunadamente, y eso me dejó marcado porque no tenía por qué morirse. Nosotros vemos muchos [casos del] síndrome Guillain-Barré durante el año y usualmente los pacientes no se mueren tan rápidamente", reflexionó.
Pero este era apenas el principio de lo inimaginable. En pocas semanas, Benzadón fue llamado varias veces más por colegas médicos del Complejo que buscaban su opinión profesional cuando se enfrentaban a pacientes que presentaban cuadros de insuficiencia renal, parálisis y náuseas, entre otros síntomas, sin que se encontrara una explicación lógica a esas manifestaciones.
Mientras tanto, su padre seguía agravándose en un hospital privado.
Los enfermos empezaban a llegar de lugares diversos y con dolencias diferentes, por lo que eran ubicados en distintas salas del hospital. "No era que venían muy seguido, pero cuando empiezas a ver una frecuencia demasiado alta de algo que no es tan frecuente, entonces te llama la atención", comentó.
En septiembre, y con sospechas muy fuertes de que algo no estaba bien, Benzadón subió hasta el décimo piso del pabellón "nuevo" del Complejo –ubicado frente a la Facultad de Odontología de la Universidad de Panamá– y entró a las oficinas de Epidemiología. Buscaba a Rudick Kant, jefe del departamento, para revelarle sus temores.
"Esto no es normal. Tenemos que buscar qué es lo que está pasando", le dijo.
El 27 de septiembre de 2006, el Departamento de Epidemiología de la CSS hizo circular un memorando en el que solicitaba a todo el personal médico la notificación inmediata "de cualquier síndrome renal con manifestaciones neurológicas". Era miércoles y la alarma se había encendido.
Enfrentamiento
El veneno que llevó al enfrentamiento a dos potencias mundiales
El envenenamiento por glicol de dietileno en Panamá fue apenas el principio de una cadena larga de escándalos comerciales, represalias políticas y temores mundiales.
Luego de confirmarse que el compuesto industrial había sido producido en China y exportado a Panamá como glicerina, los miedos se exacerbaron cuando se encontró en dos pastas dentales el mismo compuesto mortal. Los productos fueron hallados en Colombia, República Dominicana, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y España, inclusive.
Pero al glicol de dietileno se agregó la melamina –producto tóxico presente en pesticidas– que se encontró en alimentos para perros; las llantas que explotaban; los productos marinos repletos de antibióticos, y hasta los juguetes con altos niveles de plomo en sus pinturas.
En todos los casos ha sido Estados Unidos quien ha denunciado los peligros de los productos chinos. Mientras tanto, China también incrementó los controles sobre las importaciones de alimentos provenientes de Estados Unidos, como el pollo, mientras intenta recuperar la confianza de los consumidores.
Todos estos acontecimientos surgieron después del caso panameño y, de hecho, hicieron que cámaras de medios internacionales llegaran a Panamá a buscar la primera versión de lo ocurrido.
Tal como cuenta el infectólogo Néstor Sosa, revistas como National Geographic y Reader's Digest; diarios como The New York Times y otros medios como la BBC de Londres y La Voz de América se le han acercado para entrevistarlo. "A todos les he contado lo mismo", afirmó.
Continuan las investigaciones
Las investigaciones por las muertes masivas por intoxicación con glicol de dietileno van a tardar más de lo esperado, ha dicho el fiscal Dimas Guevara, debido a las nuevas evidencias que surgen a medida que avanzan las averiguaciones.
El funcionario de la Fiscalía Superior Especial, quien instruye estas sumarias, dijo que se presume que la cantidad de muertes o afectados puede ser mucho mayor de la cifra oficial registrada en el Ministerio Público, que hasta ahora suman un total de 101.
Esta hipótesis surge de la comparación que se ha hecho con la cantidad de recetas que se dieron –en los distintos centros hospitalarios– de los medicamentos que resultaron contaminados con el tóxico.
"En un principio pensamos que podríamos enviar este caso a los tribunales en diciembre", dijo Guevara, pero los hechos lo obligaron a ajustar el calendario.
Hasta ahora el proceso ha generado un expediente de más de 200 tomos. 16 personas –entre funcionarios del Ministerio de Salud, de la Caja de Seguro Social y particulares– han sido investigadas. Sin embargo, sólo Ángel De la Cruz, directivo de la empresa Medicom. S.A. –que le vendió el veneno a la CSS– permanece detenido; los demás tienen medida cautelar.
También se le ha tomado declaración jurada a los miembros de la actual y anterior junta directiva de la CSS.
Las investigaciones mencionan a las empresas chinas, Taixing Glycerin Factory (fabricante) y Fortune Way (exportadora); a la española Rasfer International (intermediaria) y la panameña Medicom (proveedora) como las implicadas en el caso.
El fiscal Guevara ha pedido la extradición de Asunción Criado, directiva de Rasfer, a quien le formuló cargos por atentar contra la salud pública.
El Ministerio Público espera respuesta de una petición judicial remitida a China con la que espera conocer el proceso que se le siguió –en ese país– a la materia prima que se exportó a España y tuvo como destino final Panamá.
(Publicado por La Prensa – Panamá, 02 octubre 2007)
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