jueves, 20 de setembro de 2007


Mercosur

Chávez y Lula hablarán de gasoducto y Mercosur

Los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Hugo Chávez se reunirán hoy en Manaos tras meses de desencuentros, buscando dar impulso al paralizado proyecto de un gasoducto sudamericano y al pendiente ingreso de Venezuela al Mercosur.

En el encuentro, Lula dirá a Chávez que a Brasil le interesa el Gasoducto del Sur, de unos 20.000 millones de dólares y que expertos han considerado inviable.

Pero, le pedirá que la petrolera estatal venezolana, Pdvsa, presente datos concretos sobre su capacidad de inyectar gas en el proyectado tendido de unos 8.000 kilómetros, que llegaría desde Venezuela a Argentina.

"Falta decir a Venezuela cuánto gas va a inyectar en ese gasoducto para que (la estatal brasileña) Petrobras evalúe el interés. Falta información que Petrobras necesita, como las reservas certificadas de gas venezolanas", dijo a Reuters una fuente del Gobierno de Brasil involucrada en la preparación del encuentro presidencial.

Las negociaciones y los estudios para concretar el ambicioso proyecto, concebido por Chávez para llevar gas a varios países sudamericanos, están prácticamente paralizados y recientemente el líder venezolano dijo que hace largo tiempo no conversa con Lula sobre el gasoducto.

Lula, también, manifestará a su colega venezolano que Brasil tiene interés de que Pdvsa sea socia de Petrobras en la refinería Abreu e Lima, una unidad proyectada para comenzar a procesar unos 200.000 barriles diarios de crudo en el 2011 en Pernambuco, estado del noreste brasileño, dijo la fuente.

Los trabajos para erguir la planta, que requerirá inversiones por unos 4.000 millones de dólares, comenzaron este mes por parte de Petrobras, pero sin PDVSA, pese a que la refinería fue anunciada como un emprendimiento conjunto.

Las empresas estatales aún no han llegado a un acuerdo societario por la propiedad de la refinería.

A la reunión entre Lula y Chávez también se sumará el presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo un portavoz de la presidencia de Brasil.

Puntos elegidos

Pese a un comercio bilateral que se multiplicó por cuatro entre el 2003 y el 2006, cuando llegó a unos 4.100 millones de dólares, Brasilia y Caracas han chocado en los últimos meses por críticas de Chávez a un estandarte del Gobierno de Lula, los biocombustibles, y principalmente al Senado de Brasil, al que acusó de ser un portavoz de los intereses de Washington.

Legisladores brasileños, que aún no aprobaron el ingreso de Venezuela al Mercosur, instaron a que Chávez revisara su decisión, que calificaron de corte estatizante, de no renovar la licencia de transmisión a una canal de televisión crítico de su Gobierno.

El ingreso de Venezuela a la unión aduanera Mercosur, que integran Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, también está demorado por una lenta negociación técnica bilateral, en la que se debe definir qué productos estarán sujetos a desgravaciones dentro del intercambio entre el bloque y su nuevo socio.

Lula y Chávez encarnan también posiciones extremas entre sus gobiernos de izquierda, dominantes en Sudamérica.

El brasileño, con una pragmática política económica amistosa con Washington y los mercados financieros. Y el venezolano, con una retórica socialista, que incluye duros ataques verbales a Estados Unidos y alianzas con Irán y Cuba.

"El proceso de adhesión de Venezuela al Mercosur ciertamente estará en pauta", dijo a Reuters otra fuente diplomática brasileña.

"El mensaje será: el Gobierno de Brasil está empeñado en que el Congreso apruebe el ingreso de Venezuela, pero las críticas a los legisladores no ayudan", completó la fuente.

Una política cambiaria

Lula y Chávez encarnan también posiciones extremas entre sus gobiernos de izquierda, dominantes en Sudamérica. El brasileño, con una pragmática política económica amistosa con Washington y los mercados financieros. Y el venezolano, con una retórica socialista, que incluye duros ataques verbales a Estados Unidos y alianzas con Irán y Cuba. "El proceso de adhesión de Venezuela al Mercosur ciertamente estará en pauta", dijo a Reuters otra fuente diplomática brasileña. "El mensaje será: el Gobierno de Brasil está empeñado en que el Congreso apruebe el ingreso de Venezuela, pero las críticas a los legisladores no ayudan", completó la fuente.

(Publicado por La República – Colombia, 20 septiembre 2007)

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