Matrimonio gay

Colombia: Votación de proyecto del matrimonio igualitario se define este miércoles

Una vez más quedó aplazada la votación del proyecto de ley por medio del cual se aprobaría en el país el matrimonio del mismo sexo, que lleva dos sesiones discutiéndose en la plenaria del Senado.

miércoles, 24 de abril de 2013


Matrimonio Igualitario

Colombia: Votación de proyecto del matrimonio igualitario se define este miércoles

Una vez más quedó aplazada la votación del proyecto de ley por medio del cual se aprobaría en el país el matrimonio del mismo sexo, que lleva dos sesiones discutiéndose en la plenaria del Senado.

Tras una polémica por estar dando más uso del tiempo en las intervenciones a los amigos de que se hunda el proyecto, en particular al senador Roberto Gerleín, la mesa directiva decidió que será el miércoles el día en que definitivamente se votará el controvertido proyecto, y se dejó para que este martes se dieran todas las intervenciones.

El senador Gerleín, uno de los más críticos del proyecto subió el tono del debate al asegurar que "yo no creo, ni comparto el sexo escatológico, es inane porque le falta la belleza que nace del amor... para mi no justifica, mejor descalifica el proyecto que estamos discutiendo". Incluso señaló que estas comunidades a través, de lo que él llamó el "lobby gay", quieren que se le apoye todo lo que ellos desean con o sin la aprobación del Congreso.

También criticó a Cristina Plazas, secretaria privada del presidente Santos, porque ella pidió que le quitaran su credencial de senador por su pensamiento sobre este tipo de relaciones, y le recriminó que porque no lo hizo cuando el Procurador Alejandro Ordóñez se refirió al tema de esta ley.

El Partido Liberal, por intermedio del senador Luis Fernando Velásco, planteó que el proyecto no abre el paso a la adopción por parte de esas parejas del mismo sexo.

Sostuvo que más que votar positiva la ley, el asunto de fondo es que Colombia debe reconocer como estado la dignidad de todos y no simplemente la de las mayorías de la población. Informó además que la bancada se dividió lo que obligó a la libertad del voto.

El senador de Cambio Radical, Antonio Guerra, indicó que ese partido quedó en libertad de votar, y anticipó que en particular se opone al proyecto.

El vocero del Partido Verde, John Sudarsky, manifestó que la ley lo que busca es la igualdad, y consideró que el proyecto se pretendió vestir del tema de la ciencia y que se afectaría la sociedad al votarlo, "la verdad es que en Colombia la diversidad es gigantesca". Este partido dejó en libertad de votar a sus cinco senadores.

Entre tanto el senador Luis Carlos Avellaneda, de la tendencia del progresismo, aseguró que la Constitución es clara en decir que no debe haber discriminación de raza, sexo, "la igualdad real es material no formal".

El presidente de Mira, Carlos Baéna, indicó que durante el debate se discriminó a las comunidades cristianas por haber defendido su oposición a la ley, "pedimos que respeten nuestros principios que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, este es un estado laico pero puede tener mis principios basados en esa idea".

La representante Alba Luz Pinilla, quien intervino por el Polo Democrático, aseguró que el debate estuvo cargado de muchas mentiras al decir que el matrimonio del hombre y la mujer tiene amparo de los derechos humanos, "es una interpretación amañada".

También aseguró que la figura de la familia la está acabando la violencia entre el hombre y la mujer en el matrimonio.

Notarios la alternativa

La reglamentación del matrimonio igualitario por parte del Congreso es un tema que despierta pasiones como pocos. En medio de argumentos jurídicos, éticos y hasta religiosos ha venido avanzando la discusión en el Legislativo. A pocos metros, en la Plaza de Bolívar, miles de personas, entre simpatizantes y detractores, se manifiestan con comparsas, cánticos, rechiflas y arengas defendiendo su posición. Pero por ahora lo único claro es que de no cumplirse con el trámite de la ley, serán los notarios quienes tendrán que definir las condiciones de las uniones entre parejas del mismo sexo.

En el marco de esta coyuntura, y sin tener claro el futuro del matrimonio igualitario, desde el Gobierno —que se había mantenido al margen del debate— surgió una solución salomónica. La ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, anunció la creación de una comisión integrada por miembros de la Superintendencia de Notariado y Registro y del Ministerio para establecer los lineamientos bajo los cuales los notarios del país deberán operar en casos de matrimonios de personas del mismo sexo.

Sin inmiscuirse en el debate de la reglamentación de la Sentencia C-577, que le pidió al Congreso "legislar sobre los derechos de las parejas del mismo sexo con la finalidad de eliminar el déficit de protección que, según los términos de esta sentencia, afecta a las mencionadas parejas", la ministra Correa identificó que el problema que se venía encima no era de poca monta.

La movilización social generada a favor y en contra del matrimonio igualitario se vería reflejada en las notarías del país en caso de que, como parece un hecho, el Congreso hunda la reglamentación. Pues señala la misma sentencia que "si el 20 de junio de 2013 el Congreso de la República no ha expedido la legislación correspondiente, las parejas del mismo sexo podrán acudir ante notario o juez competente a formalizar y solemnizar su vínculo contractual".

Por eso, en diálogo con El Espectador, dejó claro que "el Ministerio como ente regulador del notariado en Colombia está previendo la situación que se puede presentar. Queremos ser claros en el sentido de que nosotros no podemos crear derecho, no pretendemos regular, porque esta es una facultad que le corresponde al Legislativo. Pero sí queremos estar preparados por si el 20 de junio no hay regulación", dijo Correa, quien explicó que esto se puede hacer a través de decreto reglamentario o de una circular de servicio dirigida a los notarios.

No obstante, Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa, manifiesta su desacuerdo con esta propuesta y sostiene que "cualquier otro contrato o forma jurídica diferente al matrimonio es discriminatorio, porque nosotros estamos buscando los mismos derechos, con los mismos nombres".

En la arena de la discusión legislativa el debate también presenta radicales posiciones. La senadora Claudia Wilches, quien tiene una clara posición en contra de la unión de parejas del mismo sexo, plantea que "la Corte no le dijo al Congreso que legislara sobre ningún tipo de matrimonio" y afirma que la Constitución señala que el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer.

Aunque es conocido que Wilches es una de las principales lideresas de una iglesia cristiana en Bogotá, afirma que no esgrime ningún argumento religioso, aunque los tiene y los conoce. El que sí defendió su posición religiosa fue el senador conservador Roberto Gerlein, quien dijo que "uno no puede quitarse la piel para venir al Congreso. Soy católico y no lo puedo dejar de ser. Las relaciones entre política y religión deben ser aliadas. Creo que la Iglesia católica iluminó a quienes han escrito nuestras cartas políticas para definir el matrimonio como la unión entre hombre y mujer".

Gerlein fue más polémico al señalar que "no comparto, ni aplaudo, el sexo escatológico. A mí me parece que el sexo escatológico es un sexo inane, incapaz de generar vida, un sexo que se practica casi que con fines recreativos. Le falta el imponderable de la belleza que nace del amor, para mí carece de importancia".

Desde la otra orilla del debate, que hoy prosigue en el legilativo, está el senador Armando Benedetti, autor de la iniciativa, quien afirma que una ley como la que reglamenta el matrimonio entre personas del mismo sexo busca que, acorde con la Constitución, todos los ciudadanos tengan los mismos derechos.

Benedetti fue tajante al señalar que "los argumentos que plantean quienes están en contra del matrimonio igualitario son los mismos que se exponían en su momento, cuando en Colombia se discutían temas como la abolición de la esclavitud y la igualdad de derechos para las mujeres, negros e indígenas. Son tesis cavernarias".

Argumentos de parte y parte, pero es claro que, más allá de las medidas que pueda tomar la ministra Ruth Stella Correa para definir los lineamientos sobre los cuales actuarían los notarios en el país, la decisión que tome en última instancia el Congreso de la República o los planteamientos religiosos frente a la discusión, el debate sobre el matrimonio igualitario es un tema que genera radicales posiciones.

Así se ha visto reflejado en la Plaza de Bolívar, que se ha convertido en el epicentro de las manifestaciones de quienes están en contra o a favor de la iniciativa. Algunas, como hace ocho días, han rayado con las expresiones violentas. Y otras, como ayer, en las que cada una de las partes armó una fiesta multicolor y a costa de arengas, cánticos y bailes buscaban hacerse escuchar.

Las premisas eran claras. De un lado cantaban, con el mejor tono de una barra brava: "No callaré, no callaré, el matrimonio es entre un hombre y una mujer". Desde el otro respondían: "Respeto, laicismo y tolerancia para poder vivir en democracia". De este tamaño es la discusión.

(Publicado por La República - Colombia, 24 abril 2013)
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