Fondos Buitre
Argentina: Para seducir a la Justicia de EE.UU., el país reabre el canje
Los abogados del Ministerio de Economía expresaron a tres jueces de Nueva York que la Argentina pagará la deuda con los fondos buitre a través de un bono par y otro con quita.
El paso de los letrados del estudio Cleary, Gotlieb, Steen & Hamilton -que defienden a la Argentina en un caso que enfrenta a la República contra fondos buitre por una deuda en default- es el último de una saga larga. La clave será convencer a los jueces y no a los buitre de que el país tiene voluntad de pagar.
A medianoche de hoy de Nueva York (2 de la madrugada del sábado de Argentina), el país explicará en la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito cómo y cuando se pagarán los US$ 1.330 millones que reclaman los fondos buitre, NML y Aurelius, más trece inversores minoristas que demandaron al país.
En las últimas horas se especuló con que el Gobierno evaluaría saldar la deuda con un bono par, esto es, reconocer el 100% de la deuda, y pagar en un plazo de 30 años y un interés de 2% anual. De ese modo, argumentará Argentina, no estaría infringiendo la ley como sostuvo el juez Thomas Griesa (la Argentina violó la clásula de tratamiento igualitario y pagó a los bonistas que entraron al canje pero no los buitres).
Pero hay quienes creen que una opción así implica mejorar las condiciones de 2010. Es que violaría dos cláusulas del canje 2010 por las cuáles el Gobierno se comprometió a no mejorar las condiciones de pago.
La Presidenta Cristina Kirchner dijo que ofrecería las mismas bases que el canje 2010. En ese caso el país entregaría un bono discount, el cupón PBI y un global 2017 (por los intereses). Desde el Ministerio de Economía, hasta el miércoles a la noche, confirmaban que el informe final lo analizará y terminará de pulir la Presidenta.
Sin embargo, la opción que trascendió con más firmeza en las últimas horas sería un mix de las dos anteriores: entregar un bono par por el capital (US$ 450 millones) y un discount por los intereses (US$ 850 millones) con una tasa de 8,28% anual. Algo así sugiere el ex ministro Domingo Cavallo.
El 1 de marzo tres jueces de la Corte de Apelaciones (Daniel Barrington Parker, Rosemary Pooler y Reena Raggi) solicitaron a la Argentina que informara como pagaría a los demandantes. Fue días después de una audiencia con las partes.
La Cámara falló a favor de la sentencia que dictaminó el juez Griesa. Pero Argentina apeló y ahora está por verse. El Gobierno pidió además que la Cámara tratara el asunto con los 13 miembros de su tribunal en lugar de 3. El pedido le fue denegado.
Embargo
Con la presentación de su oferta de pago a los fondos buitre, el Gobierno cumplió uno de los pasos en un proceso para cuya resolución faltan, cuando menos, "muchos meses".
No está claro cuál será el desenlace. El ministro Hernán Lorenzino ratificó anteayer que, en caso de que sea negativo, el Gobierno apelará ante la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos.
Pero para mantener lejos la figura del default técnico hace falta que en todo ese proceso se mantenga la suspensión (stay, en la jerga en inglés) del embargo que ahora pesa sobre los fondos que el Gobierno gira para pagarles a los bonistas que sí aceptaron los anteriores canjes. Y eso, según señalan algunos analistas, no está garantizado, sino que hay que "conseguirlo" legalmente.
"Lo que la Argentina espera es que esa suspensión se mantenga sea cual fuere el desenlace ante la Corte de Apelaciones", explicó a LA NACION el abogado Richard Samp, de Washington Legal Foundation.
"Queda por ver cómo se resuelve el tema de la suspensión [del embargo]", corroboró Ana Gelpern, analista de la American University, que viene siguiendo el largo litigio judicial entre nuestro país y los bonistas que no aceptaron el canje de sus papeles (holdouts).
En el fallo con el que condenó a la Argentina a pagar US$ 1300 millones a los fondos buitre, el juez Thomas Griesa dispuso un embargo de los fondos que el Gobierno gira al exterior para pagar a los bonistas.
Esos fondos son manejados por el Bank of New York (BoNY). Para preservarlos durante la etapa de apelación, la Corte de Nueva York suspendió el embargo. La duda es qué pasará con ese paraguas una vez que se produzca el fallo, sobre todo si es adverso. "Se tiende a pensar que la suspensión del embargo se concede de manera automática, pero eso no es así", previno Samp.
Lo que es seguro es que el embargo de los fondos queda suspendido durante el tiempo que se tome la Corte de Apelaciones para decidir. Ese paraguas fue el que le permitió al país seguir, durante todos estos meses, con el pago de los cupones de interés a los bonistas que sí aceptaron el canje. "Pero si el fallo es adverso, muy probablemente la suspensión del embargo dejará de correr y habrá que conseguir otra antes de que se pueda contar con llegar a las puertas de la Corte Suprema", previno Samp.
Gelpern tampoco dio por garantizada la suspensión. "Sería una cortesía por parte del tribunal de apelaciones que extienda la suspensión (del embargo) hasta que se sepa si la Corte Suprema toma o no el caso" de la Argentina, dijo.
"Ahora, si los tres jueces del panel están realmente hartos de la Argentina y saben que cuentan con el apoyo de los magistrados de su distrito, podrían levantar la suspensión" antes de que la Argentina llegue a la Corte, admitió.
Tampoco está muy claro qué pasaría con la suspensión en el caso de que la Corte Suprema aceptara tomar el expediente de la Argentina. "En ese caso, lo primero que tienen que hacer los abogados del país es lograr que al menos uno" de los nueve miembros de la Suprema Corte "conceda una nueva suspensión", dijo Samp
(Publicado por El Clarín - Argentina, 29 marzo 2013)
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