Negocios
Uruguay: Los socios regionales insisten en frenar el comercio con el país
Empresarios norteños quieren que su gobierno topee las compras en Uruguay y mañana llega una misión oficial para discutir sobre intercambio comercial entre ambos países. Mientras tanto, el gobierno K aseguró que seguirán las trabas comerciales.
Los productores lecheros de Brasil insisten en cuotificar las compras de leche en polvo en Uruguay, tal como sucedió con Argentina. El ministro de Agricultura del país norteño, Mendes Ribeiro, se reunirá mañana con el titular de Ganadería, Tabaré Aguerre, y es de esperar que allí le transmita la exigencia de sus industriales lácteos.
La presión de los productores lácteos de Brasil a su gobierno sí tuvo efecto en las compras realizadas a Argentina. En octubre del año pasado venció un acuerdo privado entre empresarios de los dos países que permitía el ingreso a Brasil de 3.600 toneladas de leche en polvo argentina. Cuando el acuerdo caducó no volvió a ser renegociado.
Desde el comienzo de 2013, Brasil no aprueba nuevas licencias de importación de leche en polvo y quesos de Argentina y ya hay 20 con un volumen de más de 5.000 toneladas y un valor estimado en unos US$ 20 millones. Mientras tanto, Uruguay sin tener cuotificación pudo exportar 4.400 toneladas mensuales al país vecino durante 2012.
Es por eso, que también productores argentinos se suman a la presión de sus pares brasileños y piden que las importaciones de leche en polvo de Uruguay también sean cuotificadas. La presencia de Mendes Ribeiro en Uruguay es observada por los productores de ambos países como un nuevo intento para rubricar un acuerdo que topee las exportaciones lácteas hacia el país norteño.
El presidente de la Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU), Ruben Núñez, dijo a El País que el relacionamiento comercial con Brasil es fluido hasta el momento.
Agregó que Brasil produce 35.000 millones de litros de leche al año, por lo cual las compras de materia prima en Uruguay no inciden en absoluto en el mercado norteño. Sin embargo, los productores de aquel país insisten con frenar la llegada de lácteos desde Uruguay. Y esta no es la única exigencia de las autoridades brasileñas para el ingreso de mercadería uruguaya.
Una primera exportación de vehículos Lifan desde Uruguay fue demorada por aspectos burocráticos y diferentes interpretaciones entre el Ministerio de Industria de Brasil y la Receita Federal norteña. El gobierno uruguayo ya había acordado con la administración de Rous-sef un nuevo protocolo para el comercio automotor entre ambos países. Pero al momento del ingreso de los automóviles surgieron las diferencias y la exportación quedó demorada. El Poder Ejecutivo debió enviar a sus pares brasileños un protocolo adicional para la liberación de los automóviles y aseguró que el inconveniente sería solucionado.
Ahora, Uruguay deberá afrontar otro embate llegado desde Brasil que, además, cuenta con el respaldo de los lecheros argentinos.
Trabas
En la vecina orilla también continuarán las medidas restrictivas hacia el comercio. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dijo ayer que las trabas a las importaciones que aplica el gobierno kirchnerista se mantendrán hasta mediados de año.
"En la medida que los precios internacionales se estabilicen, los empresarios podrán hacer una mejor planificación para buscar competitividad y el gobierno podrá relajar sus políticas de control a las importaciones", dijo Moreno en una entrevista a Página 12.
La aplicación de estas medidas de restricción complicó el año pasado a industrias uruguayas con una alta relación de dependencia comercial con Argentina.
Sectores como el plástico, la vestimenta o los alimentos vieron disminuidas sus producciones y cancelados sus pedidos por las trabas comerciales aplicadas por el gobierno K.
A su vez, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) estableció un nuevo sistema de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) para autorizar las licencias no automáticas, requisito que demoró el ingreso de las exportaciones uruguayas.
Más leche para exportar
Asustados por un mayor ingreso de leche en polvo uruguaya y argentina, los productores brasileños presionan a su Parlamento desde hace varios meses para que regule la importación del producto.
Argentina tiene negociado un cupo de 3,6 mil toneladas mensuales, pero con Uruguay nunca se logró un acuerdo.
El año pasado, la industria uruguaya colocó 4,4 mil toneladas y junto con Venezuela, Brasil fue el principal destino para la leche en polvo.
Las exportaciones de lácteos de Uruguay generaron US$ 782,966 millones al término del año pasado y representaron un incremento de 12% respecto a 2011, según los datos del Instituto Nacional de la Leche (Inale). Todos los productos generaron más divisas, menos la leche en polvo entera que mantuvo la facturación y generó US$ 219,4 millones.
Los productores lecheros brasileños recibieron un precio promedio por litro de US$ 0,45, los argentinos recibieron un valor de US$ 0,33 por litro y a los uruguayos les pagaron US$ 0,38, según los datos estadísticos del Inale. El precio del litro de leche que reciben los tamberos uruguayos mostró una baja, medido en dólares, de 17% entre enero y septiembre de 2012.
En los últimos cinco años la lechería uruguaya elevó su producción casi 40%, pero con la misma cantidad de vacas en ordeñe -entre 400.000 y 450.000- y en la misma cantidad de hectáreas. Es más perdió cerca de 10.000 hectáreas a manos de la agricultura granelera.
La entrada de leche a las plantas pasteurizadoras creció 6,3% el año pasado, pero su mayor aumento (18,8%) se había registrado un año antes, según datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
El MGAP estima que la lechería uruguaya crecerá 3% este año, perdiendo el ritmo acelerado de años anteriores. La primavera no fue tan buena como se esperaba y el productor se desestimuló.
(Publicado por El País - Uruguay, 23 enero 2013)
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