Juicio
Brasil: La era de Lula queda sepultada bajo 280 años de cárcel a funcionarios sentenciados por corrupción
El Tribunal Supremo de Brasil concluyó el miércoles la fase de sentencias del llamado "juicio del siglo" juicio por escándalos de corrupción que en 2005 zarandearon al Gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, con penas contra 25 reos que sumadas llegan a 280 años de cárcel.
Los últimos tres condenados, que recibieron sentencia ayer, fueron el ex presidente de la Cámara baja y actual diputado Joao Paulo Cunha, el ex diputado Roberto Jefferson, quien denunció el escándalo a mediados de 2005, y el antiguo tesorero del Partido Laborista Brasileño (PTB, por su sigla en portugués) Emerson Palmieri.
Cunha, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), recibió una pena de nueve años y cuatro meses por los delitos de corrupción pasiva, lavado de dinero y malversación.
En el caso de Jefferson, quien en la época era presidente del PTB, la sentencia fue de siete años y catorce días, mientras que Palmieri fue condenado a cuatro años.
Compra de diputados. La condena más dura en esta fase le fue aplicada al publicista Marcos Valerio Fernandes, considerado como el "operador financiero" de una red de corrupción que le permitió al PT "comprar" la mayoría parlamentaria que las urnas no le dieron a Lula en las elecciones de 2002 y financiar de forma ilegal diversas campañas políticas.
Fernandes, culpable de corrupción activa, malversación, lavado de dinero, asociación ilícita y evasión de divisas, fue condenado a 40 años, dos meses y diez días de reclusión, mientras que la pena más blanda recayó en el ex diputado José Borba, sentenciado a dos años y seis meses.
A dormir a la cárcel. Los condenados a más de ocho años cumplirán sus penas en régimen de reclusión, mientras que los otros se beneficiarán de un sistema semiabierto, que les obligará a dormir cada noche en la cárcel.
En el primero de los casos se encuadra el ex ministro de la Presidencia José Dirceu, considerado en la época de las denuncias como la "mano derecha" de Lula y condenado a diez años y diez meses de cárcel.
En la misma situación se encuentra el ex tesorero del PT Delubio Soares, sentenciado a ocho años y once meses de prisión.
El PT niega todo. El PT, al que también pertenece el presidente Dilma Rousseff, ha rechazado y aún niega que haya sobornado a diputados, pese a que la corte estableció que dirigentes de cuatro partidos recibieron dinero de esa formación a cambio de su apoyo al gobierno de Lula en el Parlamento.
Todos los hombres del ex mandatario
Entre los 25 condenados hay dirigente del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y de otras cuatro formaciones que integran la actual coalición de Gobierno, heredada de Lula por la presidenta Dilma Rousseff, que le sucedió en el cargo el 1 de enero del 2011.
José Dirceu: Ex ministro de la Presidencia y "hombre fuerte" del Gobierno de Lula y del PT. Culpable de corrupción activa y asociación ilícita. Diez años y diez meses de cárcel.
José Genoino: ex presidente del PT. Corrupción activa y asociación ilícita. Seis años y once meses. (Sólo tendrá que dormir en la cárcel, al tratarse de una condena menos a 8 años).
Delubio Soares: Tesorero del PT en la época. Corrupción activa y asociación ilícita. Ocho años y once meses.
Joao Paulo Cunha: Ex presidente de la Cámara de Diputados, en la que hoy ocupa un escaño en representación del PT. Corrupción pasiva, lavado de dinero y malversación. Nueve años y cuatro meses.
Roberto Jefferson: Presidente del PTB. En la época diputado, fue quien denunció toda la trama. Corrupción pasiva y lavado de dinero. Siete años y catorce días.
Marcos Valério Fernandes: Publicista y "articulador" de toda la trama. Corrupción activa, malversación, lavado de dinero, asociación ilícita y evasión de divisas. 40 años, dos meses y diez días.
Cristiano Paz: Socio de Fernandes. Corrupción activa, malversación, lavado de dinero y asociación ilícita. 25 años, 11 meses y veinte días.
Ramon Hollerbach: Otro socio de Fernandes. Corrupción activa, malversación, lavado de dinero, asociación ilícita y evasión de divisas. 29 años, siete meses y veinte días.
(Publicado por Agencias, 29 noviembre 2012)
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