Convenio

Nicaragua: Domésticas con derechos

La Asamblea Nacional ratificó mediante un decreto el convenio 189 de la OIT - Organización Internacional del Trabajo sobre las trabajadoras domésticas. Contó con el respaldo unánime de los diputados presentes y de todas las bancadas.

jueves, 18 de outubro de 2012


Convenio

Nicaragua: Domésticas con derechos

La Asamblea Nacional ratificó mediante un decreto el convenio 189 de la OIT - Organización Internacional del Trabajo sobre las trabajadoras domésticas. Contó con el respaldo unánime de los diputados presentes y de todas las bancadas.

El convenio busca el ejercicio pleno de quienes trabajan en el hogar, como la libertad sindical y la reducción de la jornada laboral de 12 a ocho horas para equipararla al resto de trabajadores de otras áreas.

Tras la ratificación del convenio, la elaboración de contratos y la reducción de la jornada deberá ser revisada en el Código Laboral tal como lo recomienda esta nueva normativa.

Las asociaciones de mujeres sindicalistas celebraron y llamaron a tomar medidas para terminar con sistemas todavía desiguales para las domésticas.

200,000 trabajadores del hogar hay aproximadamente en el país, la mayoría de los cuales no tienen acceso al Seguro Social ni disponen de un contrato de trabajo.

La diputada Juana Molina, del Frente Sandinista, consideró que el convenio ratifica la defensa de los derechos humanos y que significará un gran avance social porque esas mujeres son las que pasan la mayoría del tiempo con los hijos de los empleadores e inculcan valores. Resaltó que el convenio no tiene roces con la Constitución ni con las leyes del país.

Refutan al COSEP

Ante los cuestionamientos del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la secretaria general de la Federación de Trabajadoras Domésticas y de Oficios Varios, Andrea Morales, negó que ellas salgan afectadas porque en el tema de la dormida adentro es un requerimiento que piden los empleadores.

Consideró que si bien existen acuerdos entre el empleado y el empleador, el primer punto es que exista un contrato y que luego con las modificaciones al Código Laboral se establezca la jornada de ocho horas. Por otro lado, indicó que los empleadores no pueden estar diciendo que la dormida y la comida se deduzca del salario, porque sería insostenible y afectaría a ambas partes.

Adicionalmente, Morales rechazó que se diga que las trabajadoras de la zona franca no podrán pagar a una trabajadora, porque ahí el reto es distinto y es la de garantizar un Centro de Desarrollo Infantil (CDI) que permita que las obreras puedan obtener sus ingresos completos sin pagar el cuido de sus niños.

Una vez depositado el convenio ante la OIT, tendrá un año de margen para su entrada en vigencia. En ese tiempo, los empresarios esperan sea suficiente para demostrar los efectos negativos que podría generar el convenio 189.

La Asociación de Trabajadoras Domésticas (Astradomes) celebró la decisión de Nicaragua que junto a Uruguay y Filipinas son los únicos tres países que lo han ratificado. Ileana Morales Valle, promotora de esa organización, dijo que la ratificación en Nicaragua es un espaldarazo para las noventa mil mujeres que trabajan en hogares costarricenses. La meta, según ella, es que al menos 12 Estados se apropien del convenio 189 este año.

Con el convenio los Estados miembros están obligados, entre otros puntos, a establecer una edad mínima para el trabajo doméstico que no podrá ser inferior al mínimo de la legislación nacional, que gocen de protección efectiva contra abuso, acoso y violencia.

Empresarios tienen sus reservas

Como una decisión populista y pragmática calificó el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, la ratificación del convenio 189.

Según Aguerri, el rechazo de la empresa privada no es un asunto de que la gente rica no le quiere pagar a los pobres como se ha querido vender, sino de los efectos negativos que su entrada en vigencia podría provocar en la generación de empleos del sector.

El Cosep teme que los hogares que no tengan los ingresos suficientes, para asumir los costos adicionales que generará el convenio, opten por reducir las plazas o por perjudicar a las empleadas pidiéndoles que se retiren a sus casas una vez concluida la jornada.

Eso, según Aguerri, dejaría sin empleo a gran parte de las domésticas que vienen desde los municipios para trabajar en Managua y en otras cabeceras departamentales.

(Publicado por La Prensa - Nicaragua, 18 octubre 2012)
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