Uruguay dice que Brasil trabó ingreso de medicamentos

La presidenta Dilma Rousseff firmó el decreto que define los criterios para el registro y la comercialización de medicamentos genéricos para uso veterinario, creando una nueva barrera comercial que afecta los negocios de productos uruguayos.

La nueva ley se pondrá en marcha dentro de 90 días e implica que la industria uruguaya dedicada a este rubro no podrá renovar los registros de todos los productos que también se fabriquen en Brasil o que sean competidores con los del vecino país. Hoy los registros tienen una validez de varios meses e incluso de años. Pero la medida, en los hechos, hace que una vez vencidos no se pueda ingresar más al mercado.

Los controles se harán a través del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento, quien a su vez regulará la producción y el empleo de los fármacos. El gobierno uruguayo ya había hecho gestiones ante el gobierno brasileño buscando frenar la iniciativa, pero solo consiguió una prórroga por varios meses. Ahora, la aprobación del documento -debió entrar en vigencia a partir del pasado 1° de abril-, volvió a tomar por sorpresa a los elaboradores de medicamentos de uso veterinario de Uruguay, porque las negociaciones vuelven a cero.

En el caso de los fármacos de uso animal, Brasil representa un mercado de alrededor de US$ 20 millones -a cifras de la Cámara de Especialidades Veterinarias de 2011- y la nueva ley brasileña afectaría en principio a 10 firmas locales y a 700 trabajadores especializados. Cabe aclarar que la legislación no afecta a las vacunas o productos biológicos.

Dentro de la industria de medicamentos veterinarios aseguran que no se puede redireccionar los específicos hacia otros mercados por el tipo de producto. Cada país se maneja con distintas concentraciones de los componentes que conforman un determinado fármaco. Así, cada medicamento, antes de que pueda entrar al mercado, tiene que ser registrado y autorizado a venderse.

La industria uruguaya aseguró que en Brasil se invirtió mucho tiempo y dinero para registrar y vender los productos que en pocos días quedarán fuera de mercado. Las autoridades de la Cámara de Especialidades Veterinarias se movilizan para ver qué medidas tomar.

(Publicado por El País – Uruguay, 24 julio 2012)
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