El Gobierno intenta acordar el pago de juicios a favor de firmas de EE.UU.

El gobierno de Cristina Fernández Kirchner inició conversaciones con dos empresas estadounidenses, Azurix y Blueridge, para pagarles los laudos establecidos en su favor en el CIADI. El pago de esos laudos permitiría a la Argentina acceder nuevamente al sistema general de preferencias de EE.UU. de donde fue expulsada, justamente por tener esa deuda pendiente.

Una fuente confirmo a Clarín que el ministro de Economía Hernán Lorenzino y representantes de las dos empresas están negociando un acuerdo sobre cómo efectuar el pago de los laudos fuera del CIADI de una manera que satisfaga a ambas partes.

Desde un principio el Gobierno argentino siempre dijo que quiere pagar los laudos. Pero el problema es que insiste en que de acuerdo al artículo 54 de la Convención constitutiva del CIADI, las dos empresas tienen que pasar por los tribunales argentinos para poder cobrarlos.

Las empresas recurren al artículo 53 para decir que eso no es necesario, que los fallos son de pago automático. Estados Unidos les ha dado la razón.

Lo que está en juego no es poca plata. Se trata de un monto cercano a los 400 millones de dólares. C ualquiera sea el camino que se elija para pagarlos sentará precedentes. Ya hay otra empresa que obtuvo un fallo en su favor en el CIADI, Saur , y según trascendió, están por anunciar también un fallo a favor de la francesa EDF .

Una fuente que está siguiendo de cerca las discusiones dijo a Clarín que lo que está sobre la mesa es un acuerdo fuera del CIADI. Es decir, a cambio de que las empresas renuncien a los fallos, establecidos en su favor, el Gobierno les saldaría la deuda directamente, con dinero o algún otro negocio, pero sin que tengan que presentarse ante la Justicia argentina.

Al parecer, Cristina Kirchner, el secretario Legal y Técnico de la Nación Carlos Zannini y el ministro de Economía Hernán Lorenzino discutieron las distintas alternativas en Nueva York. Una de la fuentes consultadas por Clarín dijo que Argentina quiere solucionar este problema porque es uno de los temas que está alimentando más las posiciones antiargentina que se observan actualmente en Washington y a nivel global.

A nadie se le escapa en la capital estadounidense que la Embajada argentina ha lanzado una campaña para revertir la ofensiva que están desarrollando los fondos buitres en contra de nuestro país en el Congreso de EE.UU. y en el seno del gobierno de Barack Obama. Resolver el pago de los laudos a Azurix y Blueridge, favorecería el trabajo de la Embajada y ayudaría a mejor la imagen de Argentina en Washington.

También sería muy positivo para las negociaciones con el Club de París e incluso en la relación de Argentina con el FMI donde su directorio cuestiona el hecho de que Argentina no cumpla con la revisión anual de sus cuentas prevista en el Artículo IV de la Carta Orgánica del FMI, y la falta de avances en la regularización de las estadísticas del INDEC.

La secretaria de Estado Hillary Clinton ya ha dicho que si para septiembre Argentina no logra demostrar que está trabajando en la elaboración de nuevo índice de precios a nivel nacional, habrá una moción de censura . Ese sería el primer paso del largo proceso que prevé el FMI para expulsar a un país si no provee datos fidedignos.

Nadie prevé un desenlace rápido de las negociaciones con Azurix y Blueridge. De hecho estas dos empresas quieren plata, pero lo que será difícil de determinar es el monto que están dispuestas a aceptar a cambio de renunciar a los laudos.

La posición de EE.UU. en su favor, les da a las dos empresas un peso en las negociaciones que no tendrían de otra manera.

(Publicado por El Clarín - Argentina, 21 junio 2012)

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