jueves, 16 de fevereiro de 2012


Negocios

Uruguay y Paraguay protestan por anti-dumping de Brasil a negocio de frazadas

Por primera vez en el Mercosur, un país aplicará derechos anti-dumping contra un producto elaborado en el bloque. Brasil resolvió cargar con US$ 5,22 por kilo a las frazadas de fibra sintética de pelo largo provenientes de Uruguay y Paraguay.

Este sobreprecio deja a algunas empresas uruguayas que producen estas frazadas "fuera de mercado" ya que resultan "demasiado caras" respecto a las elaboradas en Brasil, dijeron a El País empresarios del sector.

No hay precedentes de que un país del Mercosur aplique a un producto de otro miembro del bloque un derecho antidumping. "Se nos cae a pedazos el Mercosur, estamos muy decepcionados", dijo a El País un empresario del rubro.

El derecho es de US$ 5,22 por kilo a las frazadas de fibra sintética de pelo largo provenientes de Uruguay y Paraguay, tras una investigación iniciada hace un año que según la Cámara de Comercio Exterior (Camex) -un órgano del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior- comprobó la práctica.

Hace siete meses había 14 empresas uruguayas afectadas que empleaban a 1.000 personas en el marco de la investigación. Mientras se desarrollaba la misma, la Aduana brasileña demoraba el ingreso de esos productos. Por eso hoy no se sabe cuántas empresas serán afectadas por el derecho anti-dumping ya que algunas cerraron y otras se reconvirtieron dijeron fuentes del sector.

Para algunas firmas, Brasil era el 100% de su mercado, otras también colocaban su producción en Argentina pero han tenido complicaciones con los atrasos en las licencias de importación que aplica ese país. "Las reglas de juego cambian demasiado y así se hace muy difícil trabajar", expresó contrariado un empresario que pidió el anonimato. Igual valoró que "Brasil tiene un marco legal" para aplicar la medida, "no tenés un Dios que dice esto puede entrar y esto no", en referencia al secretario de Comercio Interior argentino, Guillermo Moreno.

Los empresarios nucleados en la cámara que agrupa a los fabricantes textiles de ropa de cama, mesa y baño (Cameba) pedirán al gobierno que adopte alguna medida proteccionista del mercado interno en el rubro y algunos apostarán a reconvertirse (ver aparte), supo El País.

China

El 26 de diciembre de 2008, la firma brasileña Jolitex Limitada pidió al gobierno de su país el inicio de una investigación sobre dumping -exportar a un precio menor al del país de origen- en frazadas de fibras sintéticas provenientes de China y el daño a la industria provocado por la acción.

El gobierno brasileño verificó "la existencia de indicios suficientes de dumping en las exportaciones" chinas a Brasil de "frazadas de fibras sintéticas", según señala la resolución de la Camex a la que accedió El País.

Por ello, el 28 de abril de 2010, la Camex resolvió aplicar un derecho anti-dumping de US$ 5,22 por kilo a las frazadas sintéticas provenientes de China por un plazo de "hasta cinco años". Pero, el 8 de febrero de 2011, Jolitex volvió a pedir al gobierno brasileño una investigación por posibles "prácticas elusivas que estarían frustrando la aplicación de la medida anti-dumping vigente". La empresa identificó tres posibles prácticas elusivas, entre ellas importaciones de frazadas sintéticas de pelo largo de Uruguay y Paraguay fabricadas con "tejidos originarios de China".

Ahora la Camex entiende que hay "indicios suficientes" de que la importación de productos de Uruguay y Paraguay es una práctica para eludir el derecho anti-dumping. Por ello, resolvió extender el mismo a las importaciones de frazadas sintéticas de pelo largo de sus socios comerciales y a los tejidos provenientes de China.

Los empresarios destacaron que este no es un problema de norma de origen, ya que Brasil no cuestiona el mismo sino habría impuesto un arancel por considerar que son importaciones de fuera de Mercosur.

El problema pasa por el precio al que llegan las frazadas al mercado brasileño.

Piden mayor protección y evalúan alternativas

Las empresas que exportan frazadas a Brasil y que ahora quedarán fuera de mercado al aplicárseles un sobrecargo de US$ 5,2 por kilo, pedirán al gobierno que adopte medidas "proteccionistas" del mercado interno en ese rubro.

Un empresario del sector que integra la gremial que agrupa a estas firmas (Cameba) dijo a El País que Uruguay importa 1,5 millones de frazadas y por eso el gobierno podría proteger el mercado interno mediante la "liberación de impuestos a la importación de materia prima (tejidos) y cobrar un impuesto adicional a la frazada importada".

La fuente resaltó que "el gobierno está haciendo los mayores esfuerzos (con Brasil) pero no tenemos escala de negociación". Otra posibilidad surgió el lunes en el Gabinete Productivo y es que el dinamismo del rubro turismo ayude a absorber parte de la demanda de textiles que tienen los hoteles.

En ese sentido, autoridades de los ministerios de Trabajo y Turismo se reunirán hoy con empresarios hoteleros para explorar esa posibilidad. "Es muy interesante, puede ayudar a paliar, a resolver en parte el problema", indicó el empresario del rubro.

Eso, "más alguna medida proteccionista (del mercado interno) y alguna medida para agilitar las licencias (de importación trancadas ) en Argentina" puede "ayudar" a "no tener que cerrar y perder puestos de trabajo". Otra opción que tienen algunas empresas -no todas- es "reconvertirse" y fabricar frazadas de tejidos de "microfibra" que están fuera de la medida brasileña. Ese tejido se hace en Uruguay, pero "el mejor producto, de mayor valor" es el que está alcanzado por el derecho anti-dumping, explicó.

(Publicado por El Nacional – Venezuela, 16 febrero 2012)
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