Argentina y Brasil se reúnen para recomponer la relación bilateral

La primera reunión formal para destrabar el conflicto comercial con Brasil comenzará hoy en la Secretaría de Industria, sobre Diagonal Sur, en un marco de señales de distensión. Desde el Gobierno aseguran que Brasil ya comunicó a las terminales argentinas que esta semana terminarán de ingresar los casi 3.000 vehículos que llevan varados casi dos semanas en la frontera de urguayana.

En tren de buenas señales, la Aduana brasileña también habría garantizado a tres de las terminales argentinas que podrán hacer nuevos despachos de autos hacia ese país sin que vayan a tener nuevas demoras.

Pese a esas garantías, que fueron comunicadas de manera informal, Brasil seguirá aplicando a los vehículos argentinos el sistema de licencias de importación no automáticas, que entraron en vigencia el martes 10 y provocaron de inmediato que casi 3.000 vehículos despachados desde las terminales locales quedaran varados en la Aduana brasileña.

El propio Marco Aurelio García, asesor en política internacional de Dilma Rousseff, admitió este fin de semana que la penalización fue "una mini represalia" contra las licencias no automáticas que a su vez la Argentina le había aplicado a Brasil en electrodomésticos, autopartes y textiles, entre otros.

La consultora Ecolatina aseguró en un informe difundido ayer que tras 20 años de vigencia del Mercosur, "el bloque regional está transitando uno de sus peores momentos".

Consignó que la Argentina está penalizando 21% de las importaciones provenientes desde Brasil, mientras que las recientes medidas contra los vehículos argentinos afectan al 25% de las exportaciones hacia el país vecino.

Además, la Argentina reclamará por las trabas brasileñas a las exportaciones de aceite de oliva, medicamentos, leche en polvo y lavarropas, entre otros productos.

Así y todo, las garantías de palabra sobre un mecanismo de "vía rápida" para los vehículos argentinos servirían para tapizar las conversaciones que hoy y mañana encabezarán el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, con su par brasileño, Alessandro Teixeira.

Desde el lado argentino ya había habido gestos en el mismo sentido: el país se comprometió a destrabar el ingreso de neumáticos, calzado y baterías brasileñas . En el caso de los neumáticos, desde principios de año la Argentina viene trabando una marca brasileña que había cerrado su fábrica en el país. En cuanto a las baterías, la brasileña Moura ya anunció una inversión de 30 millones de dólares para comenzar a producir ese producto en Pilar.

De los temas a discutir, dos tienen aristas llamativas: los autos argentinos tienen, en promedio, entre 30% y 40% de autopartes brasileñas. Otra cuestión es el calzado: las que más presionan para castigar las importaciones desde Brasil y China son -según las fuentes oficiales- las propias empresas de calzado brasileñas radicadas en el país

Reunión

El secretario de Industria Eduardo Bianchi y su colega de Desarrollo de Brasil, Alessandro Teixeira, comenzarán en Buenos Aires un encuentro de dos días para intentar recomponer la relación comercial bilateral, afectada después del conflicto por la aplicación mutua de LNA - licencias no automáticas para la importación.

El funcionario brasileño tiene previsto arribar cerca del mediodía a Buenos Aires por lo que fuentes vinculadas al encuentro estimaron que la reunión se concretará por la tarde, sin una hora prevista.

El encuentro se realizará en el marco de la Comisión Bilateral de Monitoreo del Comercio Exterior, que ambos secretarios integran, y tendrá lugar en la sede de la Secretaría de Industria, a metros del despacho de uno los funcionarios más cuestionados en Brasilia, el responsable de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

Minirepresalia

Previo al cónclave, el principal asesor de asuntos internacionales del gobierno brasileño, Marco Aurelio García, admitió en las últimas horas que la aplicación de LNA a la importación de vehículos, que afectó principalmente a la Argentina, fue una "minirepresalia". Además negó que la mandataria de Brasil, Dilma Roussef, esté irritada y sostuvo que ella dejó que el tema se trate a nivel ministerial.

"Hubo una minirepresalia pero no tiene alcance estratégico. Evidentemente, no nos estaba gustando que ese mecanismo de licencias no automáticas estuviera incidiendo sobre los productos brasileños. Pero, globalmente los productores brasileños sólo han ganado con la Argentina", reconoció en una entrevista publicada por el diario «Folha de San Pablo".

La reunión de Bianchi y Teixeira fue precedida por una serie de "gestos de buena voluntad" de las partes, con el objeto de allanar el camino para un acuerdo. En ese sentido, Brasil liberó el ingreso de parte de los tres mil automotores de argentinos retenidos en la frontera, en tanto desde la Argentina se prometió realizar gestiones de similar tenor en lo referente a neumáticos y acumuladores.

Esos "gestos", si bien no ponen fin a todos los reclamos de los gobiernos de Cristina Fernández y Dilma Rousseff, permitirían aquietar las aguas de una relación que hace nueve días amenazó con iniciar una escalada de declaraciones públicas, al conocerse una carta de la ministra de Industria, Débora Giorgi, en la que se criticaba que Brasil había dispuesto las LNA - licencias no automáticas de manera "intempestiva y sin aviso".

En la extensa misiva dirigida a su par de Desarrollo, Fernando Pimentel, Giorgi detalló por sectores los perjuicios causados por los obstáculos que establece Brasil y que, según el cálculo de la funcionaria, representa un monto de siete mil millones de dólares anuales de exportaciones no realizadas.

Del lado brasileño, la protesta se remonta a febrero, cuando la Argentina amplió las LNA a 600 posiciones arancelarias.

La estrategia discursiva de los funcionarios brasileños apunta a desligar las LNA de supuestas barreras aplicadas a la Argentina, ya que argumentan que la medida es uniforme para todos los países del planeta.

Los empresarios del país vecino, por el contrario, no ocultaron su satisfacción por lo que denominaron "represalia" a la Argentina.

Críticas a Moreno. El ex secretario de Industria, Alieto Guadagni, consideró ayer que la política implementada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, genera "conflictos permanentes" entre Argentina y Brasil y auguró que, aunque la actual disputa se arregle, los focos de tensión "van a seguir".

También remarcó que "los tres principales mercados de la Argentina, son Brasil, la Unión Europea y China, y con los tres tenemos conflictos".

Para el ex funcionario, "esto es inevitable" por varias razones, entre ellas, que "Argentina tiene problemas comerciales porque es el único país del mundo que le pone impuesto a sus propias exportaciones".

Por su parte, a veinte años de la firma del Tratado de Asunción que dio lugar a la creación del Mercorsur, el bloque regional "está transitando por uno de sus peores momentos", afirmó la consultora Ecolatina.

Para Ecolatina, Argentina y Brasil, los dos mayores socios del Mercosur, están "alimentando públicamente un conflicto comercial que tiene pobres argumentos y termina por diluir los objetivos más profundos de la integración".

"En la práctica, y desde la implementación misma de la unión aduanera en 1994, tanto Brasil como la Argentina utilizaron mecanismos no arancelarios para controlar los flujos de comercio de determinados productos sensibles. Hasta aquí, siempre se recurrió a los canales diplomáticos y los instrumentos que ofrece el Mercosur para solucionar las diferencias", recordó.

Al respecto, señaló que este contexto cambió cuando Argentina extendió en febrero último el sistema de licencias no automáticas a un conjunto de productos importados para "revertir el rápido deterioro del superávit comercial", y Brasil fue el más perjudicado por la medida.

"Un tercio de las importaciones afectadas por la nueva medida provienen desde ese mercado", indicó Ecolatina, y juzgó que "nunca antes la represalia comercial de Brasil fue tan severa: impuso licencias no automáticas al ingreso de automóviles nuevos".

Al respecto, precisó que estos productos "son los más importantes en las exportaciones totales a Brasil (25 por ciento del valor total) y los envíos argentinos explican prácticamente la mitad de las importaciones de automóviles que realiza Brasil en el mundo".

"Para peor, en lugar de encauzar el problema en ámbitos adecuados, los ministros responsables de la negociación profundizaron las diferencias y extendieron la discusión a muchos otros productos (maquinaria agrícola, línea blanca, alimentos y químicos, entre otros)", objetó la consultora.

La especulación en la mira

La Argentina y los países de América latina como Brasil lograron instalar su postura en el debate de mundial de la volatilidad de los precios de las materias primas en la discusión del G-20 - Grupo de los 20, según los resultados que surgieron de la cumbre de ministros de Agricultura del grupo que se realizó en Buenos Aires. En ese marco, llegaron a la conclusión de que no buscarán regular el comercio de los commodities agrícolas, ni poner topes a los precios, pero sí frenar la especulación de los fondos de inversiones y bajar la volatilidad.

Los funcionarios argentinos que participaron destacaron el “eco que tuvo en este foro la posición argentina y de Brasil sobre las materias primas” que fue recogida por Francia, país clave que este año ostenta la presidencia del G-20, de cara a la próxima cumbre de primeros mandatarios, que tendrá lugar en noviembre.

El ministro de Economía, Amado Boudou, resaltó el nuevo “rumbo” que tomó el eje de la discusión mundial sobre el tema, que pasó de querer ponerles topes a los precios de los bienes primarios, tal como lo planteó Francia a principios de año a desechar la idea y volcarse por “regular los mercados financieros” de la materias primas, posición que comparte la Argentina.

Para la Cámara de Exportadores de la República Argentina (Cera) la "financialización de los commmodities", es causante de que los precios de las materias primas, en particular las agrícolas, difieran respecto a los valores que surgen a partir de la oferta y la demanda pura.

(Publicado por El Clarín y El Capital – Argentina. 23 mayo 2011)
____________________