Chile: Molymet planea invertir US$ 110 mills. en plantas para reciclar molibdeno

La compañía, controlada por las familias Matte, Mustakis-Anastassiou y Pirola-Gianoli, destinará US$ 110 mlls. a la construcción en Mejillones, Bélgica y México de plantas de reciclaje avanzado de catalizadores -entre cuyos componentes se encuentra el molibdeno-, que se usan para refinar combustibles.

El presidente ejecutivo de la firma, John Graell, explica que esta actividad es aún incipiente, y hoy a nivel mundial no más de cuatro empresas la realizan.

Estos catalizadores eliminan algunas impurezas, como azufre, durante la refinación del petróleo. Tradicionalmente, estas piezas se desechaban en botaderos industriales, pero por consideraciones ambientales, ahora se exige su reciclaje, y de ellos -relata Graell-, además de molibdeno, se obtiene níquel, cobalto y otros metales.

"Este proyecto nos permite contar con una provisión de molibdeno recuperado por nosotros mismos. Será del orden de cinco millones de libras, de una capacidad total de 175 millones de libras que procesamos anualmente en todas nuestras plantas", apunta el ejecutivo.

Actualmente están terminando la ingeniería de estos proyectos, que ejecutarán a través de una nueva sociedad denominada Molymet Recycling. Según Graell, en los próximos meses iniciarán los trámites aprobatorios, y podrían entrar en operación en 2013.

Este proyecto forma parte de un plan de inversiones por US$ 150 millones que el directorio de Molymet aprobó a fines de 2010, el cual también incluye la ampliación del complejo industrial Molynor, ubicado también en Mejillones, y que hoy tiene una capacidad instalada de 30 millones de libras anuales de molibdeno, la que será duplicada con la instalación de un segundo tostador de molibdeno.

Reenfoque de desarrollo

Si bien los planes de Molymet consideraban instalar nuevas plantas de proceso en Estados Unidos, Brasil y Corea, lo mismo que una segunda instalación en China, donde tienen un joint venture con la local China Moly, estas unidades fueron pospuestas. ¿La razón?

"Manteniendo el interés en esos mercados, hemos cambiado el enfoque desde uno meramente industrial hacia la apertura de plataformas comerciales, que ahora son nuestra prioridad en esos tres países", explica el ejecutivo.

El objetivo de estas oficinas, que serán instaladas en los próximos 12 meses, es conocer mejor estos mercados y estar preparados para captar todas las oportunidades que puedan ofrecer en el mediano a largo plazo, dice Graell.

Añade que este proceso será una primera fase a la espera de la materialización de oportunidades de negocio que ameriten la construcción de instalaciones industriales. Esto -dice como ejemplo- sucede en Brasil con la actividad de refinación petrolera, que evidenciará una fuerte expansión -estima- dentro de unos diez años.

En lo que respecta a las condiciones del mercado, Graell señala que tanto en Chile como en otros países como Australia, México y Perú habrá un incremento importante en la producción de molibdeno, proveniente mayoritariamente como subproducto de la extracción de cobre.

Sobre el precio de este metal, el ejecutivo estima que podría subir a US$ 20 por libra, desde los actuales US$ 16,8.

Uso del molibdeno

- El 70% del molibdeno se usa para fabricar acero inoxidabley otras aleaciones metálicas.También en refinación de combustible y pigmentos -pinturas y plásticos-. Caucho y aplicaciones electrónicas también lo demandan.

- 34% es la participación de mercado que a nivel mundial ostenta actualmente Molymet.

- 35,5% creció la utilidad de la firma en 2010 respecto del año anterior, al totalizar US$ 91,7 millones.

- 42% subió el precio internacional del molibdeno entre 2009 y 2010, cerrando en US$ 16,13 por libra.

Energía y competitividad

A raíz de su alto precio, la electricidad representa hoy el 30% del costo de producción de Molymet, lo que preocupa al presidente ejecutivo de la firma, John Graell, quien no ve una solución para este problema.

"No puede ser que estemos pagando US$ 254 por MWh, lo que es 15 veces más que hace 20 años, mientras en Perú pagan US$ 55, en México US$ 70, y en Bélgica US$ 65. En Chile no pasa nada, no permiten que se hagan nuevas obras y nos estamos llenando de centrales a carbón que tampoco son suficientes y eso nos obliga a quemar petróleo que está subiendo y con todo esto el costo de la energía se eleva", dice.

El temor del ejecutivo es qué sucederá con la industria minera cuando el precio del cobre no permita cubrir estos niveles de precios y la competitividad general de la industria en Chile se vea amenazada, razón por la cual -dice- se requieren soluciones por parte de las autoridades de gobierno.

"El Estado debe tener una voluntad más férrea en el tema energético, porque de otro modo puede que en un año más la energía esté en US$ 400 MWh y todos sigan felices sin hacer nada", puntualiza.

(Publicado por El Mercurio – Chile, 11 abril 2011)
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