jueves, 10 de março de 2011


Importaciones

En la OMC debaten la legalidad de las barreras a importaciones en Argentina

Por reclamos de varios países, un comité sobre licencias de importación de la Organización Mundial de Comercio debate la legitimidad de este mecanismo aplicado por Argentina, y también si el país cumple o no con los plazos permitidos por la OMC (el organismo que buscas reglar el comercio internacional), ya que varios dijeron que no. El análisis, que en casos de máxima podría derivar en la apertura de una causa de disputa puntual contra el país, generó la confección de varios documentos de pedidos de explicación al Gobierno.

Con quejas explicitas, y planteos de empresas, los cuestionamientos fueron abiertos por ejemplo por Canadá, China, Estados Unidos, Japón, Perú y Unión Europea, según pudo informarse Clarín a través de organismo.

Este debate fue además parte de la conversación mantenida ayer por el nuevo embajador de la Delegación de la Unión Europea en la Argentina, el español Alfonso Diez Torres, y un grupo de periodistas locales y extranjeros.

Alfonso Diez, planteó el miércoles entre los objetivos de su misión en la Argentina: la de ampliar las relaciones bilaterales. Pero al ser abordado por este diario sobre el impacto de las licencias no automáticas entre las empresas europeas y sus posibles reacciones, las consideró "preocupantes".

Alfonso Diez señaló comprender la búsqueda argentina de equilibrar las importaciones con sus exportaciones (ahora que el superávit local presenta una baja) pero “el problema”, dijo es "la forma de llevarlo a cabo". En ese sentido recordó que el martes, el Parlamento Europeo reclamó a la Argentina por las LNA, y como vienen pidiendo que sean de "carácter temporal" y que los plazos para conceder las licencias ante las solicitudes no se excedan los 60 días tal como exige la OMC. "Nuestra posición es la de lanzar una mano pero no creemos que las políticas de control de la oferta ayuden", dijo el diplomático.

Según pudo constatar Clarín , en las páginas de la OMC hay reclamos de empresas a través de las delegaciones de sus respectivos países, de todo tipo. Y arrancaron sobre todo en 2009 cuando el Gobierno comenzó a ampliar este sistema con el que, se argumenta a nivel oficial, se busca preservar la industria nacional. En el último planteo, a fines de 2010, miembros de la OMC, señalan que Argentina tiene retrasos en la aceptación de las licencias de hasta 200 y 300 días. Las empresas se quejan de que se les condicione la concesión de la licencia a que demuestren que aumentan sus exportaciones desde la Argentina. Allí se le achaca al país no tener leyes ni reglamentos para exigir esto.

Nuevas normas

A partir de este miércoles rigen nuevas trabas a las importaciones que limitarán el ingreso de casi 600 bienes y productos entre los cuales se destacan los autos de alta gama, electrodomésticos, celulares, bicicletas, vajillas, grupos electrógenos y téxtiles.

Para restringir las compras externas, que en los últimos meses crecieron casi el doble que las exportaciones achicando peligrosamente el superávit comercial, el Gobierno apeló a una medida paraarancelaria que consistió en ampliar la aplicación del régimen de "licencias no automáticas" (LNA) de 400 a 600 productos de diversos sectores.

A eso se sumó en la última semana una decisión de la AFIP que suspendió la licencia para importar las muñecas Barbie y la línea de juguetes de la firma Mattel.

Todos los productos encuadrados en el sistema de LNA requeriran a partir de ahora una autorización específica de la cartera de Industria para poder ingresar al país. Ese trámite puede demandar hasta 60 días desde el momento en que ingresa el producto al puerto.

Tras la crisis de 2008-2009, la administración kirchnerista incrementó de 150 a 400 la cantidad de productos alcanzados por las LNA. En ese momento, la medida disparó cortocircuitos con Brasil y la reacción de China que suspendió la compra de aceite de soja con un pretexto de orden sanitario.

Ahora, las nuevas restricciones --que abarcan tanto a los bienes de capital (lo que se utilizan para fabricar otros productos), como a los bienes intermedios (autopartes) y de consumo (celulares, electrodomésticos y calzados)-- también provocaron fuertes reacciones internas y roces diplomáticos con los países vecinos y EE.UU.

Ante los reclamos de Brasil, la ministra de Industria, Débora Giorgi se comprometió a crear una comisión especial para monitorear el comercio bilateral.

En el caso de Uruguay, al reclamo efectuado por presidente José Mugica se sumó ahora la terminal automotriz Chery de Francisco Macri que advirtió que podría cerrar la planta por el freno impuesto por el gobierno argentino.

En tanto, varias empresas norteamericanas también plantearon sus quejas al Gobierno, en medio de la tensa relación política que se registra entre ambos países.

En el plano interno, la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) manifestó su preocupación por los problemas de abastecimiento que podrían registrarse con las autopartes importadas. En tanto, las principales marcas de autos importados decidieron no estar por ahora en el Salón del Automóvil de Buenos Aires que arranca a fines de junio.

Si bien ahora el Gobierno salió a justificar el nuevo avance proteccionista argumentando que busca atacar "la competencia desleal externa y promover el desarrollo industrial", lo cierto es que la principal razón de la medida se encuentra en la marcada reducción del superávit comercial que compromete la provisión de divisas a las arcas oficiales.

De US$ 16.888 millones en 2009, el superávit comercial bajo en 2010 a US$ 12.057 millones. En el último año, mientras las exportaciones crecieron un 23%, las importaciones treparon un 46%.

La tendencia se mantuvo en el primer mes de 2011. En enero, las compras al exterior experimentaron un suba internanual del 58%, mientras que las exportaciones sólo tuvieron un aumento del 22%. De esa manera, el superávit comercial que en 2010 fue de US$ 1.217 millones se redujo a US$ 513 millones en enero de este año.

Junto con las mayores trabas a las importaciones, el Gobierno lanzó en los últimos días otras medidas que también apuntan a reducir la salida de divisas. Así, dispuso la prohibición de contratar reaseguros en el exterior. Y, por otro lado, reforzó los controles sobre las operaciones diarias de financieras y casas de cambio.

Propuesta - Uruguay

El gobierno de Uruguay propondrá a la Casa Rosada implementar un sistema de comercio rápido sin restricciones, de tipo fast track, para agilizar las importaciones a la Argentina en medio de las quejas por las trabas dispuestas por la administración de Cristina Fernández.

Así lo anticipó el ministro de Industria uruguayo, Roberto Kreimerman, al diario oriental El Observador, previo a que el viernes se ponga en marcha la comisión bilateral que se ocupará de monitorear el flujo comercial entre ambos países.

En medio de la puesta en vigencia a partir de hoy de la resolución que obliga a pedir autorización para el ingreso de 200 categorías de productos, la empresa automotriz uruguaya Chery Socma denunció dificultades para ingresar con su producción en Argentina, debido a la demora en la autorización de las licencias, cuyo plazo ya excedió los 60 días.

El secretario de Industria, Eduardo Bianchi, recibirá este viernes próximo a su par uruguayo, Sebastián Torres, para comenzar a analizar el flujo bilateral y la semana próxima el ministro del área del país vecino tiene previsto viajar a Buenos Aires para reunirse con Débora Giorgi.

La comisión técnica bilateral fue acordada a fines de febrero la presidenta Cristina Fernández, con su par uruguayo, José Mujica, tras la decisión de la Argentina de extender la aplicación de Licencias No Automáticas (LNA) a nuevas posiciones arancelarias, lo que motivó preocupación en los socios del Mercosur.

Tal como lo hizo con Brasil, el Gobierno decidió conformar una comisión que excluya a los productos uruguayos de la aplicación de las LNA y permita que ingresen con mayor facilidad al país. Sin embargo, empresas uruguayas como Chery Socma denunciaron dificultades para ingresar sus productos a la Argentina.

El director de logística y vocero de Chery Socma, Daniel Villamarín, aseguró que la compañía "está siendo castigada" por una demora en el ingreso de mercadería ya "comprometida" con proveedores de Argentina.

"En Argentina montamos una red de concesionarios y servicios, y ahora nos encontramos con clientes que nos están pidiendo que les devolvamos las señas porque no les entregamos los autos a tiempo", puntualizó Villamarín al matutino montevideano El País.

Remarcó que "está vigente el Acuerdo Automotriz (bilateral) mediante el cual Argentina debe aceptar el ingreso de hasta 20.000 unidades anuales".

Chery Automobile, que se asoció con el grupo argentino Socma, propiedad de la familia Macri, solicitó un cupo para exportar 6.100 unidades anuales en 2011, pero su autorización está demorada.

(Publicado por El Clarín – Argentina, 9 marzo 2011)
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