Río Tinto niega que se haya ido del Brasil por problemas financieros

Representantes de Río Tinto explicaron que la venta de sus plantas mineras de Argentina y Brasil fue porque ya no generaban ganancias y no a causa de problemas financieros. Reconocieron deuda de US$ 10.000 millones y destacaron utilidades de US$ 13.000 millones en 2009.

El año pasado, la multinacional anglo-australiana Río Tinto Alcan vendió dos plantas mineras en América del Sur, una ubicada en el Brasil y la otra, en la Argentina. Tomaron esa determinación en vista de que los mercados de esos países ya no les generaba ganancias, según explicaciones de representantes de la firma que están de visita en nuestro país.

De esta manera, la empresa minera y líder mundial en la fundición de aluminio desvirtuó la versión de que la venta de las minas fuera a causa de una crisis financiera que afectaba a la misma.

Los representantes admitieron que la deuda total de la firma trepa a los US$ 10.000 millones, pero que sus utilidades anuales rondan los US$ 13.000 millones, con lo cual, el nivel de deuda es absolutamente normal porque su facturación total en el período anterior fue de US$ 70.000 millones.

A esto se suma, según dijeron, el valor total de la empresa que trepa a los 147.000 millones de la moneda norteamericana. Entre noviembre del 2009 y noviembre de este año la valoración de las acciones estaban en 25,24 por ciento y actualmente es de 27, 81 por ciento.

De acuerdo a las versiones, en el primer semestre de este año, los beneficios económicos de la empresa fueron de US$ 6.000 millones.

De acuerdo a las notas periodísticas que constan en internet –del mes de enero del 2009– Río Tinto Alcan vendió la explotación minera de hierro que posee en el Brasil y otra de potasio que tiene en Argentina. La trasnacional brasileña Vale compró los activos por valor de US$ 1.600 millones, según los reportes.

Promesas de inversión en Paraguay

Es preciso señalar que Río Tinto está en plenas negociaciones con el Gobierno para instalar una fundidora de aluminio en el país. Propone una inversión de US$ 3.500 millones, de los cuales, alrededor de 700 millones irían a la contratación de empresas locales.

Por otro lado, solicita una ley a su medida que le garantice la millonaria inversión, además del interconectado de las centrales hidroeléctricas (Itaipú y Yacyretá) a fin de evitar la paralización de la planta.

El funcionamiento de la procesadora de aluminio consumirá 1.100 megavatios, cerca del 60 por ciento de la demanda interna de energía del mercado paraguayo (de 1.900 megavatios).

En esta etapa de negociaciones 2010-2011, la empresa invertirá alrededor de US$ 5 millones (magnitud y acuerdos básicos); entre el 2011 y 2012, US$ 25 millones (ingeniería básica, validación de planes, estudios ambientales y acuerdo compra de energía); entre 2012 y 2013, US$ 70 millones (ingeniería y proceso de aprobación final) y entre el 2014 y 2016 construcción de la planta US$ 3.500 millones.

Puestos de trabajo

Promete la creación de 15.000 puestos de trabajo, y hasta 70.000, si el Gobierno decide desarrollar una planta industrial en la zona de influencia de la fundidora.

A esto se suman pagos impositivos por valor de US$ 62 millones y el Producto Interno Bruto (PIB) de US$ 605 millones.