Cambio
Fiscal de Chile: "La autonomía del Ministerio Público ha sido resguardada"
Próximo a dejar el cargo, Guillermo Piedrabuena habla de su relación con el mundo político y de los problemas que enfrentó.
A casi dos semanas de dejar el cargo que ocupó por los últimos ocho años, el fiscal nacional, Guillermo Piedrabuena Richard, da una mirada retrospectiva sobre lo que fue su gestión en la implementación de esta nueva institución que es el Ministerio Público, donde actualmente trabajan tres mil personas, 668 de ellas fiscales abocados a la persecución penal.
De entre los logros de este período, Piedrabuena destaca el haber mantenido la autonomía del Ministerio Público por sobre cualquier presión o influencia política, y entre las dificultades, las que tuvo al inicio por los pocos recursos para echar a andar la institución. De los episodios ingratos, sin dar nombres, alude a las críticas recibidas durante el caso Lavandero y el conflicto interno que allí se generó y que terminó con la salida de la fiscal regional Esmirna Vidal.
-¿Cuál ha sido la mayor dificultad que le tocó enfrentar?
"Cuando, ahora, el Ministerio Público está constituido en todo el país, a veces se olvida lo que costó cada una de las etapas. Yo recibí este cargo a fines del 99 con un presupuesto de 74 millones de pesos, que en 2000 subieron a 2.700 millones, que era un presupuesto estrecho y no alcanzaba para nombrar a todos los fiscales. Se hicieron grandes esfuerzos para nombrarlos y apurados partimos con la primera etapa (regiones IV y IX). Sólo contábamos con locales arrendados y muchas veces tuvimos que reunirnos en mi oficina particular y en el Club de la Unión".
-¿Cuándo se superó la estrechez económica?
"Se inició el programa de construcciones y se fue cumpliendo con la implementación gradual. Hoy contamos con 100 mil metros cuadrados en edificios, de los cuales 52% son propios y 48% arrendados, donde funcionan 133 fiscalías locales y oficinas de atención. Hay 18 fiscalías regionales, con tres mil funcionarios y 642 fiscales".
-¿No hubo más problemas?
"Aparte de la infraestructura, hubo que partir de cero en todo para implementar el servicio, desde llamar a concurso a los fiscales, nombrarlos y capacitarlos. Todo ello bajo el parámetro de la ley que sólo permite al fiscal nacional dar instrucciones generales a los fiscales".
-¿Cómo fue su relación con el mundo político?
"No vivimos en una pieza de cristal y estamos sujetos al impacto de los delitos funcionarios y la corrupción. Como norma, nunca acepté audiencias de personeros políticos para tratar temas particulares. No me he sentido presionado, y he estado siempre muy atento al tema por la influencia que se pudiera ejercer sobre los fiscales, ya sea a través de la prensa o por el envío de oficios. En ese sentido puedo decir que la autonomía del Ministerio Público ha estado resguardada por el bien de Chile. Con seguridad este aspecto también será enfatizado por el nuevo fiscal nacional.
-¿Hubo temas complejos en este aspecto?
"Está el caso de Chiledeportes, la investigación por facturas falsas, y en regiones el caso del gobernador del Choapa, el juicio al alcalde de Coquimbo, también algunos casos del Servicio de Impuestos Internos, que se han resuelto con la colaboración de ese servicio".
-¿Algún episodio particularmente ingrato?
"En 2005 fue el proceso que afectó a un parlamentario (senador Jorge Lavandero), y que produjo una situación interna donde la fiscal regional de la Araucanía (Esmirna Vidal) fue removida por la Corte Suprema. Fui objeto de algunos ataques que debí asumir".
-¿Qué responde a las críticas a la labor de los fiscales?
En Chile se discute la eficacia de la reforma procesal penal y las encuestas califican mal a los fiscales. Desconozco la metodología de esas encuestas, pero creo que obedece a que en la opinión pública el tema de la delincuencia no está bien abordado. Si uno mira a América Latina, el nuevo sistema acusatorio y de fiscalías es desalentador. Los fiscales no son autónomos, carecen de recursos y hay problemas de corrupción. Por eso para el sistema chileno en el exterior hay puras alabanzas y todas las semanas llegan delegaciones desde distintos países que quieren asistir a las audiencias y ver cómo funciona el sistema. Este prestigio,entre otras cosas, se tradujo en mi elección como presidente de la Asociación Iberoamericana de Fiscales y, el año pasado, en la directiva de la Asociación Mundial de Fiscales.
Un desafío pendiente
Fiscal Nacional estima que se debe mejorar la atención a las víctimas de delitos.
Entre los desafíos y tareas que deja pendiente para el nuevo Fiscal Nacional, Guillermo Piedrabuena destaca que está el mejorar la atención a las víctimas de delitos, tarea que actualmente cumple la entidad a través de una unidad especializada con 120 personas y con un presupuesto limitado, que alcanza a los 900 millones de pesos al año, y que sólo cubre el 6% de quienes son objetos de crímenes graves.
Por tal motivo, Piedrabuena ve con beneplácito iniciativas parlamentarias que apuntan a suplementar el presupuesto de manera de alcanzar a atender al 30% de las víctimas "y que esperamos que prospere".
En todo caso, advierte que la situación hoy es infinitamente mejor que en el antiguo sistema penal, en el que había cero pesos para atender a las víctimas y mucho menos darles protección.
Pero esta función de protección a las víctimas, señala el Fiscal Nacional, se ha mezclado con el de la defensa de quienes han sufrido un delito, pues si bien los fiscales deben preocuparse de ellas, no son sus abogados, y ello es así por los principios de legalidad y de objetividad.
Piedrabuena cree que es un tema que debe debatirse y que en cuanto a crear una "defensoría de las víctimas" no le corresponde pronunciarse, pero cree que el sistema puede perfeccionarse por varias vías, como reforzando las corporaciones de Asistencia Judicial o recurrir a entidades públicas o privadas.
"Cuando ocurra esa discusión podré dar mi opinión como ex Fiscal Nacional", señaló.
(Publicado por El Mercurio – Chile, 11 noviembre 2007)
______________________