Importaciones
Brasil decide hoy si se reúne con la Argentina por las disputas comerciales
El gobierno de Dilma Rousseff deberá responder hoy si retoma la discusión con la administración de Cristina Kirchner para acordar una solución al tenso conflicto comercial que recrudeció con las represalias del país vecino a las barreras aduaneras adoptadas por la Casa Rosada
El ministro brasileño de Industria y Comercio, Fernando Pimentel, aseguró que las restricciones contra el ingreso de autos argentinos en su país se deben al aumento del déficit comercial en el sector.
En una columna en el diario O Estado de São Paulo, el funcionario de la administrativa de Dilma Rousseff ratificó que "no procede" verlas como una represalia a la Argentina, tal y como han interpretado el Gobierno argentino.
"Es innegable que el sector privado brasileño está enfrentando una serie de dificultades para la exportación de productos al país vecino", sostuvo el ministro brasileño.
Pimentel dijo que los "roces" se deben a la "relación comercial voluminosa y consolidada" entre ambos países y dijo que Brasil ha insistido en una "solución negociada" para las trabas comerciales que la Argentina impuso a sectores como calzados, alimentos, electrodomésticos y máquinas agrícolas.
El ministro explicó que el déficit de Brasil en el sector de automóviles llegó a 1.900 millones de dólares en el primer cuatrimestre, 1.111 millones más que el mismo período del año pasado.
De este modo, el funcionario decidió ordenar la aplicación de licencias no automáticas que, según él, tienen por objetivo vigilar de forma "precisa" el proceso de importación de automóviles.
Mientras tanto, la ministra de Industria argentina, Débora Giorgi, manifestó su voluntad de reunirse en los próximos días con su par Pimentel para resolver las diferencias.
Giorgi le propuso al funcionario brasileño encontrarse en Foz de Iguazú para discutir las trabas brasileñas a la importación de autos argentinos, aunque con la condición de que Brasilia levante esas restricciones.
Fuentes gubernamentales citadas por la agencia oficial Télam dijeron que luego del llamado telefónico de Giorgi con Pimentel, éste le pidió tiempo hasta hoy, lunes, para dar responder a ese pedido.
El stop en las importaciones
Las autoridades brasileñas descartaron que las restricciones levantadas a la importación de autos hayan sido en revancha contra la Argentina.
"En relación con el alcance de la medida, fueron incluidas en licenciamiento no automático las importaciones de vehículos de todo el mundo. No procede, por lo tanto, la interpretación de esta medida como una forma de represalia de Brasil a la Argentina", sostuvo el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior brasileño, Fernando Pimentel, en una columna publicada ayer en el diario O Estado de São Paulo.
De cualquier modo, aclaró: "Es innegable que el sector privado brasileño viene enfrentando una serie de dificultades para la exportación de productos al país vecino. Aún así, estos roces son reflejos naturales de una relación voluminosa y consolidada. En este contexto, hemos insistido en una solución negociada para problemas que afectan importantes segmentos del sector productivo, como es el caso, por ejemplo, de calzados, alimentos, línea blanca, máquinas agrícolas y cosechadoras".
Desde que en febrero el gobierno de Cristina Kirchner aumentó de 408 a 577 la cantidad de ítems incluidos en la lista de licencias no automáticas de importación, Brasil se viene quejando de que sus productos demoran más de 60 días en ingresar -el plazo límite establecido por la Organización Mundial del Comercio-, y que las autoridades han retrasado la entrega de certificados sanitarios de libre circulación a alimentos que se han echado a perder. Se informó de envíos de calzados, maquinaria agrícola y electrodomésticos parados en la frontera, y que hay pastas y hasta huevos de Pascua que llevan varios meses en depósitos.
Fue en este ambiente enrarecido que la semana pasada Brasil decidió que, a partir de ahora, la importación de autos al país también entraría en el régimen de licencias no automáticas. Si bien la medida afecta a varios otros países -como México, Corea del Sur y EE.UU.-, la norma perjudica especialmente a la Argentina, ya que el sector automotor representa el 40% de las exportaciones argentinas a Brasil. Camiones argentinos con más de 2000 autos con ese destino quedaron varados en la frontera.
Reclamo por carta
La ministra de Industria argentina, Débora Giorgi, calificó la nueva regla de "intempestiva y sin aviso", y envió una carta a Pimentel en la que reclamaba también por los numerosos problemas que los exportadores argentinos enfrentan en Brasil.
El viernes por la noche, ambos funcionarios hablaron finalmente por teléfono y evaluaron la posibilidad de una reunión en Brasilia o Foz do Iguaçu esta semana, aunque la Argentina puso como requisito que Brasil cancele la medida adoptada la semana pasada. "Nuestro país va a negociar siempre y cuando las restricciones sean levantadas. Es un episodio más sobre las relaciones comerciales", afirmó ayer Giorgi, durante una recorrida por la ciudad de Rosario.
En su columna de ayer, Pimentel apuntó que no será ése el caso. "Al suspender el carácter instantáneo de la importación de automóviles, el objetivo es permitir un monitoreo fino de esas operaciones para seguir su evolución. De esta forma, el ministerio utiliza un instrumento legítimo, previsto en las reglas de la OMC, que permitirá una evaluación más precisa de la dinámica de este mercado", escribió el ministro, quien destacó que la medida no significa necesariamente que los autos no vayan a ingresar en Brasil.
"Somos un país de economía abierta", afirmó. "No se trata en absoluto de un retorno a las prácticas proteccionistas o a la imposición de barreras al comercio", subrayó.
(Publicado por Agencias y La Nación, 16 mayo 2011)
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