Reglamento

Así se está regulando la inteligencia artificial país a país

La Unión Europea presentó su estrategia de datos y las opciones destinadas a garantizar un desarrollo de la inteligencia artificial centrado en el ser humano.

jueves, 20 de fevereiro de 2020

El pasado mes de septiembre, la Corte Suprema de Reino Unido emitió una sentencia que aborda uno de los mayores dilemas que plantea el uso la inteligencia artificial (IA): la ética. Meses antes, un ciudadano demandó a la policía de Bridgend, en el sur de Gales, por usar sin su consentimiento el sistema de reconocimiento facial automático, una tecnología de videovigilancia inteligente.

La sentencia confrontó algo tan íntimo como el derecho al respeto del individuo a la privacidad en su vida familiar, con un fin legítimo, el de proteger a la comunidad. Y, según los magistrados británicos, la policía no utiliza esta tecnología de manera desproporcionada. "Uno de los puntos clave en cualquier normativa sobre inteligencia artificial son las cuestiones éticas relacionadas con los derechos humanos, como se pueden dar en el ámbito de la salud, sobre cuestiones raciales o, como en este caso, en la protección de la ciudadanía", explica Eduardo García, socio de Clifford Chance. En este sentido, el experto señala que, aunque cualquier tecnología inteligente "es transversal", los dilemas que plantea el uso de datos, su almacenamiento e intercambio transfronterizo y su borrado "están presentes en cualquier normativa sobre IA".

Al menos, así lo refleja el informe Riesgos de la inteligencia artificial: ¿qué oculta 2020?, elaborado por el bufete británico, que repasa la regulación e iniciativas legislativas sobre tecnología inteligente de cada país. "Todos los estados muestran preocupación sobre cómo abordar la responsabilidad en los incidentes provocados por la IA", señala García. Asimismo, el socio de Clifford explica cómo, en algunos ámbitos, no existe un criterio uniforme. "Francia permite patentar productos creados por sistemas inteligentes, mientras que Reino Unido exige que el inventor sea siempre humano". Las diferentes interpretaciones también están vinculadas al desarrollo tecnológico de cada país. Así, como señala el informe, Hong Kong, Singapur y algunas países de Oriente Medio han diseñado normativa específica sobre IA.

Por su parte, la Unión Europea acaba de presentar su libro blanco sobre inteligencia artificial en el que propone un marco para su desarrollo de una manera fiable, "basado en la excelencia y la confianza". Según ha explicado la Comisión "son necesarias normas claras, que aborden los sistemas de IA con un elevado nivel de riesgo sin suponer una excesiva carga para los que entrañan unos riesgos menores".

Por otro lado, el Ejecutivo comunitario ha destacado que ahora pretende "movilizar recursos a lo largo de toda la cadena de valor y crear los incentivos apropiados para acelerar la implantación de la IA, también entre las pequeñas y medianas empresas. Para ello será también necesario colaborar con los Estados miembros y la comunidad investigadora, con el fin de atraer y retener el talento".

Unión Europea

El mundo se ha convertido en un gran tablero en el que se juega una partida que no cesa. Lo que los americanos llaman ‘the Big Game’ tiene a la Unión Europea algo desorientada: era un juego que controlaba perfectamente, lo conocía y lo practicaba bastante bien, y de repente las reglas han cambiado y corre el riesgo de perder por goleada.

Este juego ya no incluye únicamente las fichas tradicionales. La UE se movía especialmente bien cuando le tocaba usar la ficha comercial y económica. Un mercado de 500 millones de habitantes le permitía, y todavía le permite, repartir juego y ser un actor más o menos importante.

Pero en cuestión de muy pocos años han entrado nuevas fichas: las nuevas tecnologías, las guerras híbridas, las interferencias en procesos democráticos, la Inteligencia Artificial (IA), los gigantes digitales que todo lo devoran. Y la UE ha mirado perpleja como le empezaban a borrar del mapa. Sin grandes gigantes digitales, sin poder imponer sus propias reglas, sin el control sobre sus propios datos, enredada en una enorme tela de araña geopolítica con la que China y Estados Unidos se reparten el mundo.

Bruselas hace tiempo que se dio cuenta de que la situación solo puede ir a peor. Y que intenta parar la hemorragia. Tiene buenas herramientas para arrancar: sí que tiene empresas que pueden competir en el mano a mano en estructura con otros gigantes, y sí que tiene el impulso político para marcar las reglas en un campo caótico, como ha demostrado últimamente. Este miércoles ha dado un nuevo paso y ha presentado las líneas maestras de una estrategia común respecto a la IA y una hoja de ruta para que la UE recupere alguna vez lo que se ha venido a llamar la "soberanía digital": el control sobre sus datos.

El problema es que sigue sin haber ideas concretas, y lo que se hace es más una arenga política para avanzar en esa dirección. "Durante los próximos cinco años la Comisión Europea se centrará en tres objetivos clave en lo digital: una tecnología que funcione para las personas, una economía justa y competitiva, y una sociedad abierta, democrática y sostenible", reza el comunicado enviado este mediodía por el Ejecutivo comunitario.

La UE tiene claros algunos de los problemas que han hecho que no florezca una economía digital en Europa y que ahora tenga que afrontar esta situación: falta dinero, el talento se va y falta un marco regulatorio apropiado. Así que Bruselas propone ahora este paquete con el que pretende avanzar en este debate.

Qué pasa con los datos
La Comisión Europea se centra en dos pilares. El primero son los datos, un asunto que lleva meses dando vueltas por los despachos, pasillos y oficinas de la capital comunitaria: será difícil que Europa recupere su soberanía si no recupera sus datos. Es fácil decirlo y enormemente difícil hacerlo.

A nivel regulatorio la UE tiene claro lo que quiere ser: un modelo. La experiencia de la ley de protección de datos (GDPR) europea, que ha sido aplaudida por muchos fuera de las fronteras comunitarias y que establece un control estricto sobre los datos de los usuarios, ha mostrado a Bruselas que ese es el camino a seguir. Y por eso, señalan, quieren "asegurarse de la UE se convierta en un modelo a seguir".

La UE planea la creación de un "Espacio europeo de datos". Los últimos tiempos consisten en llevar a lo digital lo que ya existe en el mundo analógico. El último ejemplo son los intentos de los Gobiernos por gravar las actividades de los gigantes digitales. Y por eso Bruselas quiere llevar a lo digital el mercado único europeo, creando un mercado común de datos.

Por eso el Ejecutivo comunitario planea crear un "marco regulatorio correcto" sobre la gobernanza de datos, "el acceso y la reutilización" de los mismos "entre empresas, entre empresas y gobiernos, y dentro de las administraciones". Y, como siempre, llega el momento del dinero. Y la Comisión Europea explica que "contribuirá a las inversiones en proyectos europeos de alto impacto".

Inteligencia artificial
El otro es la Inteligencia Artificial. "Europa tiene todo lo que necesita para convertirse en un líder mundial en sistemas de IA que se puedan usar y aplicar de forma segura", explica el Ejecutivo comunitario, pero lo cierto, es que a día de hoy, no lo es.

Y por eso Bruselas publica un "libro blanco", que en la jerga comunitaria es un documento de reflexión sobre las posibilidades para el futuro, los caminos que se pueden seguir. En el documento la Comisión propone una asociación entre el sector público y privado y que la UE sea capaz de establecer un control muy estricto sobre los sectores más problemáticos sin ahogar en regulación a los que necesitan más flexibilidad para poder florecer.

Por eso Bruselas señala especialmente a los "casos de alto riesgo, como la salud, vigilancia o transporte", sectores donde los sistemas "deben ser transparentes, rastreables y garantizar la supervisión humana". Para las aplicaciones de IA con menos riesgo, que se ve especialmente ligado a las pequeñas y medianas empresas, el Ejecutivo comunitario propone un sistema de etiquetado de excelencia de manera voluntaria para aquellos casos en los que se apliquen altos estándares.

¿Dónde está el dinero?
A la hora de hablar de dinero, la Comisión Europea explica que se movilizarán inversiones desde distintos programas, como Europa Digital, Conectar Europa II y Horizonte Europa. En este último caso, el Ejecutivo propone que la sección "Digital, Industria y Espacio" cuente con 15.000 millones de euros, con la IA como un elemento clave.

En el caso de Europa Digital, Bruselas propuso que 2.500 millones de euros para el desarrollo de plataformas de datos e inteligencia artificial. A todo este dinero, la Comisión Europea propone poner sobre la mesa otros 2.000 millones de euros para el desarrollo de un proyecto europeo "de alto impacto en el espacio de datos".

(Publicado por Expansión y El Confidencial - España, 20 febrero 2020)
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