Los Cabos

México acoge una apremiante cumbre del G20

lunes, 18 de junho de 2012

Los Cabos

México acoge una apremiante cumbre del G20

Entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, los jefes de Estado y de gobierno del G20 llegarán con cuentagotas al balneario mexicano de Los Cabos, para tratar de evitar a orillas de un apacible mar un nuevo tsunami económico de consecuencias impredecibles.

Muchos de ellos estarán aún volando cuando se conozca uno de los factores claves para el futuro del euro y, por ende, de la coyuntura global: el resultado de las elecciones en Grecia, donde el país heleno se juega su futuro en la unión monetaria europea.

Otros, como el español Mariano Rajoy, llegan a Los Cabos entre la ansiedad y el desconcierto por la falta de respuesta positiva de los mercados a decisiones como la oferta de un rescate multimillonario a la banca española que el eurogrupo aprobó apenas una semana atrás.

Con unas perspectivas tan sombrías, se multiplican los mensajes de apremio a los líderes reunidos a partir de este lunes en Los Cabos para que hagan un gesto contundente que devuelva la confianza en la hasta ahora potente maquinaria económica europea.

"Quizá, el recurso más necesario, en este momento, es el liderazgo responsable y visionario que requiere el mundo para tomar las decisiones correctas, en el momento oportuno", dijo el presidente anfitrión de la cita, Felipe Calderón, la tarde del sábado.

"Los políticos de Europa actúan siempre un día más tarde de lo que debieran y prometen un euro menos de lo que deberían", criticaba entretanto el presidente saliente del Banco Mundial, Robert Zoellick, en una entrevista que publica la revista alemana Der Spiegel. Y una pulla más al viejo continente: "No se trata de qué modelo elijan los europeos. Lo que tienen que hacer es decidirse por uno de ellos. Y rápido", agregó.

La presión le llega a Europa ya de todas partes. También en los días previos a la cumbre en Los Cabos otros altos responsables de la economía mundial le dieron un nuevo toque de atención urgente a los europeos, desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) al gobierno estadounidense de un Barack Obama que teme que una nueva recesión europea pueda afectar sus aspiraciones de reelección en noviembre. Una unidad en los mensajes a Europa que sin embargo no ha caracterizado el sentimiento reinante las últimas semanas entre los líderes apelados.

De hecho, éstos llegan a Los Cabos marcados por lo que amenaza con ser una división difícil de superar entre la estrategia de austeridad reclamada por Alemania y la demanda de combinar esto con una agenda del crecimiento que proclama Francia, que con la llegada del socialista François Hollande al Elíseo ha roto el eje Berlín-París que venía dictando la estrategia europea.

Sin embargo, según reportes de la prensa europea, en Los Cabos podrían darse cuanto menos algunas esperadas -y muy necesitadas- señales de acercamiento.

Según publica el periódico francés Journal du Dimanche, Hollande le envió a la canciller alemana, Angela Merkel, y a otros líderes europeos una propuesta para un "Pacto de Crecimiento en Europa" por valor de 120.000 millones de euros (151.000 millones de dólares) que según el rotativo muestra algunas concesiones de Francia respecto de los eurobonos.

Hollande ha venido defendiendo la mutualización de la deuda en la eurozona como una forma de reducir el alto coste de las ayudas a los países del euro en problemas, pero Merkel se opone al menos a corto plazo a la idea, alegando que para que existan eurobonos debe haber una mayor integración europea.

En este aspecto, en el documento Hollande le da la razón a Merkel y admite que los eurobonos deberían formar parte de "un mapa de ruta para los próximos diez años", según Le Journal du Dimanche. Pero, mientras tanto, "el Consejo Europeo de junio debería decidir medidas de crecimiento de acción rápida, por un total de 120.000 millones de euros", señala en el texto Hollande.

Estas medidas incluirían una tasa a las transacciones financieras en el "núcleo" de la UE; movilizar 55.000 millones de euros en fondos estructurales inactivos; incrementar el capital del Banco Europeo de Inversiones hasta los 10.000 millones de euros y crear 4.500 millones de euros en un "proyecto de bonos" para financiar obras de infraestructura.

Spiegel por su parte asegura que en la Unión Europea se está perfilando un nuevo modelo de títulos de deuda conjuntos denominados "euro-bills", unos bonos europeos con un vencimiento corto y un volumen limitado, con el que esperan vencer la resistencia alemana.

Si bien buena parte de estas propuestas deberían madurarse en la cumbre de la UE que se celebrará a finales de mes, en Los Cabos cualquier palabra, gesto o señal que pueda dar una mínima indicación de hacia dónde se dirige Europa será analizada hasta el mínimo detalle.

(Publicado por Infobae.com, 17 junio 2012)

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