En el
espacio de un año, el régimen bolivariano otorgó ilegalmente al menos 10,000
pasaportes venezolanos y otros documentos a ciudadanos de Siria, Irán y de
otros países del Medio Oriente, en una operación encabezada por el actual
vicepresidente Tareck El Aissami.
La
operación de tráfico humano pudo haber durado mucho más de un año, lo que
significa que el número de individuos del Medio Oriente con documentación
venezolana irregular podría también ser mucho mayor, advirtió el coronel
Vladimir Medrano Rengifo, ex director general de la Oficina de Identificación,
Migración y Extranjería de Venezuela.
"Podrían
haber sido 20,000 o 25,000 personas que ingresaron en este período", dijo
Medrano Rengifo en una entrevista con el Nuevo Herald.
A Venezuela
estaban llegando al menos 800 personas mensuales con estas características
durante el período en que Medrano ocupó el cargo —entre mayo del 2008 y octubre
del 2009— y el coronel sospecha que la situación continuó mucho tiempo más
después que El Aissami forzó su salida.
"Hoy en día
no se saben dónde están estas personas, ni qué es lo que están haciendo. Pueden
estar en cualquier lugar del mundo, desplazándose con documentación
venezolana", dijo Medrano Rengifo, quien fue destituido por El Aissami,
precisamente por tratar de desmontar la red de contrabando humano.
El Aissami,
quien es investigado en Estados Unidos por sus vínculos con el narcotráfico y
con el extremismo islámico, había sido previamente acusado de otorgar
pasaportes venezolanos a agentes del Hezbolá, organización terrorista libanesa
controlada por Irán.
Un estudio
publicado en el 2014 por el Centro para una Sociedad Libre y Segura (SFS),
advirtió que al menos 173 individuos de Oriente Medio han sido detectados
portando documentos de identidad venezolana, mientras que la mayoría de iraníes
que han tratado de ingresar indebidamente a Canadá pasaron primero por Caracas.
Medrano
Rengifo, quien durante más de un año encabezó la autoridad migratoria de
Venezuela, dijo que el total detectado hasta ahora es solamente la punta de un
gigantesco témpano de hielo.
El coronel
intentó en cada uno de los casos deportar a los ciudadanos que ingresaban con
documentos irregulares, y en cada una de esas ocasiones El Aissami, quien en
ese momento era ministro de Relaciones Interiores, le ordenó directamente que
dejara a los detenidos ingresar al país.
Según el
coronel, El Aissami le ordenó directamente que lo hiciera en al menos 30
ocasiones, lo que permitió que alrededor de 10,500 personas lograran entrar
portando documentos legales venezolanos.
"Me llamaba
cada vez que llegaba esos vuelos y nosotros intentábamos detenerlo. Presionaba
de forma desmedida para que este procedimiento no se efectuara y para que
dejara pasar a sus ‘primos’, como les decía él", relató Medrano Rengifo.
El coronel
detectó la situación poco después de ser nombrado en el cargo directamente por
el entonces presidente Hugo Chávez.
"El
director de Inmigración, que era un oficial que yo había designado, me
comentaba que habían problemas en el aeropuerto con personas que portaban
pasaportes venezolanos emitidos en Siria", dijo Medrano Rengifo.
"Los
pasaportes eran legítimos, de curso legal, pero las personas que portaban los
documentos no eran realmente venezolanas", agregó.
Los
pasaportes y en ocasiones visas venezolanas, fueron otorgados en la gran
mayoría de los casos desde el Consulado de Venezuela en Damasco a individuos
provenientes de Siria, Irán y de otros países de esa región.
Las
autoridades de inmigración en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía
detectaban la anomalía cuando revisaban la información dentro del sistema.
"La
revisión arrojaba que el número de cedula de identidad vinculada al pasaporte
correspondía a personas fallecidas, con un nombre diferente al que aparecía en
el pasaporte", explicó el coronel, quien actualmente reside en Estados Unidos.
(Publicado
por El Nuevo Herald – Venezuela, 16 abril 2017)