La planta petroquímica de Braskem Idesa, conocida en su etapa de construcción como Etileno XXI, con capacidad de 1 millón de toneladas anuales de polietilenos de alta y baja densidad, ubicada en Nanchital, Veracruz, lleva un avance de 97% y arrancará su producción de polietilenos en noviembre, con lo que comienza el nada sencillo reto de la comercialización de productos, aseguró a El Economista el CEO de Braskem Idesa, Roberto Bischoff.
Para colocar este enorme volumen de petroquímicos en el mercado (que es 70% de las importaciones actuales del país) ya cuentan con cinco puntos de distribución ubicados en el Bajío y el norte del país, puesto que la planta funcionará a una capacidad de 80% durante el primer año, lo que requiere de mayor velocidad en la conformación de rutas comerciales y atracción de clientes, dijo.
"En México hallamos las condiciones adecuadas de infraestructura y un mercado de polímeros bastante maduro, con una demanda bien definida, pero introducir 1 millón de toneladas no será tarea de un día para otro, quedan muchos pendientes que iremos resolviendo conforme inicie la producción y la distribución", aseguró.
Por lo pronto, la compañía mexicana-brasileña ya tiene definidas las rutas de comercialización tanto mediante camiones como en los 1,300 vagones con capacidad de nueve toneladas cada uno, que al interior de la planta se moverán en 23 kilómetros dentro del área de logística, que se conectará con las vías de Ferrosur para distribuir polietilenos hacia el Bajío y el norte del país, donde ya hay cinco centros de distribución, además de las oficinas de la ciudad de México, por lo que prácticamente ya se concretó la contratación de 800 empleados fijos con los que contará la compañía en el país.
La venta de productos arrancó desde el 2014, con muestras de polietilenos traídas de Brasil que han hecho llegar a cerca de 400 clientes como pruebas, con el fin de que una vez que arranque la producción en México comience la etapa de visitas a los potenciales clientes, a quienes Braskem Idesa asesorará en cuanto a las alternativas de equipos necesarios para reducir costos mediante la distribución de productos fabricados en México.
No competirán en precio
"No vamos a competir propiamente en precio, eso es imposible en mercados con tarifas spot estandarizadas internacionalmente; lo que hacemos es proponer alternativas de proveeduría más eficiente, reduciendo tiempos y costos de entrega, asesorando sobre las necesidades tecnológicas que pueden reducir los costos e incrementar la producción de los consumidores existentes de polietilenos y, por supuesto, de nuevos compradores", aseguró Roberto Bischoff.
Así, en el primer año esperan lograr colocar en el mercado nacional 800,000 toneladas de polietilenos de alta y baja densidad, ya que resultará más caro echar a andar el cracker transformador térmico de etano a etileno y mantener niveles bajos de producción.
(Publicado por El Economista - México, 9 octubre 2015)
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