La reunión entre la delegación argentina y los representantes de los fondos buitre con el mediador designado por la justicia estadounidense, Daniel Pollack, culminó en Nueva York luego tres horas y no hubo ningún trascendido sobre las tratativas.
La procuradora del Tesoro, Angelina Abbona; el secretario de Finanzas, Pablo López y el secretario de Legal y Administrativo del Ministerio de Economía, Federico Thea ingresaron cerca de las 13.30 y salieron a las 16.30 hora argentina de las oficinas que el mediador posee en el piso 27 del edificio ubicado en el 245 de Park Avenue, en Manhattan, Nueva York.
Culminada la reunión todos los participantes se retiraron sin formular declaraciones. Este nuevo encuentro se realizó luego de que el juez Thomas Griesa llamara a las partes a reanudar las conversaciones junto al special master (mediador) "de forma continua" hasta que sea alcanzado un acuerdo.
Fue el primer encuentro luego de que el juez Thomas Griesa rechazara, una vez más, reponer la medida cautelar (stay) que solicitó Argentina para destrabar los pagos que debe hacer a los bonistas por 539 millones de dólares, y que si no concreta antes del 30 de julio llevarán al país a un nuevo default.
Por la Argentina llegaron, junto con Abbona, López y Thea, el subprocurador Javier Pargament. Junto a ellos, el abogado Jonathan Blackman.
La reunión estuvo precedida por nuevos rumores y desmentidas. Los rumores decían que uno de los fondos buitre, NML, estaría dispuesto a pedir el stay a cambio de que la Argentina deposite en garantía fondos (300 millones de dólares), como prueba de buena voluntad y de que está dispuesto a negociar para concretar un pago a partir de 2015, cuando caduque la cláusula RUFO.
Inmediatamente, el dueño del fondo buitre Aurelius, Mark Brodsky, salió a desmentirlo a través de un comunicado. El fondo NML, de Paul Singer, hizo trascender una versión similar. Pollack espera, como lo exige el propio Griesa, que las partes lleguen a un acuerdo y así se pueda evitar el default.
Ya fue pagado
La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró hoy en un acto que “la Argentina no va ir al default porque al default van los que no pagan y la Argentina pagó”. Señaló además que “van a tener que inventar otro nombre para explicar que un país pagó a terceros y alguien bloqueó ese pago”. Así hizo referencia a que Argentina depositó el dinero para pagar el vencimiento de un bono el 30 de junio y el juez Thomas Griesa bloqueó la operación en base a un fallo suyo.
Las negociaciones entre Argentina y los fondos buitre, que demandaron al país en la Justicia de Estados Unidos no prosperaron en las últimas semanas. El Gobierno teme que un acuerdo gatille la cláusula RUFO. "Esta presidenta no va a firmar nada que comprometa el futuro de las generaciones futuras”.
Sobre la clausula RUFO, Cristina agregó: "Que nos den un seguro contra la cláusula. Y nosostros quedamos cubiertos de que se nos vengan encima".
Cuenta regresiva
Los acreedores ya le cuentan las horas a un posible default argentino. El sitio web de AFTA -un grupo de holdouts que no aceptó entrar en los canjes de deuda- puso un reloj con un "countdown" (una cuenta regresiva) de la Argentina hacia el default. A las 6 de la tarde, situaba al país a 7 días y 7 horas de la cesación de pagos de su deuda reestructurada.
AFTA marca el tiempo que tiene el país para "negociar con sus acreedores o elegir su default", según su punto de vista.
Los acreedores plantean que la Argentina está en condiciones de pagar. Por eso, tienen artículos en su página sobre si el país cuenta con los recursos para abonar, sobre las razones por la que el Gobierno no negocia o si el fallo judicial está forzando a un default.
El reloj de los acreedores era el comentario de varias empresas locales, que siguen el caso con expectativa por el impacto que tendría sobre sus finanzas.
(Publicado por El Clarín - Argentina, 24 julio 2014)
__________________